¿Está Maduro preparando un movimiento sorpresa? Muchos dicen que Venezuela se arregló. Otros agregan que es más vivible. Que la nación vivió peores momentos en la época del bipartidismo. Muchos hablan a favor, pero lo cierto es que los más son los que están en contra.
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Venezuela se encuentra en un estado crítico. Según el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, un tercio de la población venezolana se enfrenta a dificultades para acceder a alimentos básicos. La economía ha experimentado un colapso impresionante; el FMI estima que el PIB del país se ha contraído un 65% desde 2013. Sin embargo, Nicolás Maduro, quien ha estado al frente del país desde 2013, parece estar preparando una estrategia que podría cambiar la dinámica de poder y generar un nuevo panorama político en la nación.
¿Maduro preparando un movimiento sorpresa?
Fuentes cercanas al gobierno han hablado de la posibilidad de un cambio en las políticas económicas y políticas del régimen, aunque los detalles aún son escasos. Según el analista político venezolano Roberto Sánchez, «Maduro está jugando un juego de ajedrez muy complejo. Está tratando de mantener su base de poder a nivel nacional mientras busca reconocimiento internacional».
Este contexto lleva a cuestionar: ¿está Maduro preparando un movimiento sorpresa que podría cambiar el equilibrio del país? Algunos señalan que el gobierno venezolano está en conversaciones discretas con varios organismos internacionales. Según José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, «hay signos de que el gobierno de Maduro está buscando un nuevo tipo de relación con la comunidad internacional, lo que podría implicar concesiones políticas».
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Otra variable a mirar
Otro indicativo importante fue el regreso de la misión de la Unión Europea a Caracas en junio de este año. Esto sugiere que, a pesar de las sanciones y la presión política, hay un interés por parte de entidades globales en establecer canales de comunicación y posiblemente de negociación con el gobierno de Maduro.
Además, historiadores como María Teresa Romero apuntan a una tradición en la política venezolana de giros y sorpresas. «Desde los tiempos de Simón Bolívar, Venezuela ha sido un país de movimientos inesperados y giros políticos. No sería sorprendente que Maduro esté preparando algo grande», señala. El líder debe tener algunos ases bajo la manga para creer que la población asuma que Maduro está preparando un movimiento sorpresa reflotará al país.
Sin embargo, el factor interno también es crucial. Según cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, las protestas han disminuido un 40% en el último año. ¿Podría este ser un indicativo de que Maduro está ganando terreno dentro de su país y por eso se siente con el margen necesario para efectuar cambios más significativos?
No se ve hasta el fondo
Hasta ahora, los signos externos son contradictorios. El gobierno de Estados Unidos, por ejemplo, no ha mostrado señales claras de cambiar su enfoque hacia Venezuela. Según el último informe del Departamento de Estado, «las sanciones continuarán mientras el régimen de Maduro no realice cambios significativos hacia la democracia». Sin embargo, la Administración Biden ha indicado su deseo de revisar las políticas hacia Venezuela, lo que podría abrir una ventana de oportunidad para cambios. Esto podría ser un ballet que coloquen a Maduro preparando un movimiento sorpresa, mientras los de la otra acera hacen el viejo paso de baile político de siempre.
Todo esto ocurre mientras Venezuela sigue sumida en una crisis humanitaria, con una inflación que supera el 2000% anual y una diáspora que ya alcanza los 5 millones de personas, según ACNUR. En este escenario, un cambio de juego podría ser un arma de doble filo para Maduro.
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Si bien es incierto lo que el líder venezolano está preparando, los indicadores señalan que podríamos estar en vísperas de un cambio significativo. Lo que este cambio implicaría para el país y para la comunidad internacional es aún materia de especulación, pero lo cierto es que Nicolás Maduro parece estar en una encrucijada que podría redefinir su régimen y el destino de millones de venezolanos.
Para bien o para mal, lo que sí está claro es que el juego político en Venezuela está lejos de haber llegado a su conclusión. En un país acostumbrado a giros imprevistos, tanto dentro como fuera de sus fronteras, el siguiente movimiento de Maduro podría ser una sorpresa que cambie el tablero de juego de manera inesperada.