Ideólogos del chavismo: Las divisiones internas han diseccionado el legado

Hoy, los ideólogos del chavismo parecen ser una especie en extinción, o al menos su rol es puesto en duda. Hablar del chavismo es adentrarse en un océano turbulento de ideologías, visiones y contradicciones que a lo largo de las últimas décadas han marcado el curso de la política en Venezuela. Lo que comenzó como un movimiento revolucionario enarbolado por Hugo Chávez, se ha metamorfoseado con el tiempo, enfrentando divisiones internas y dando lugar a distintas interpretaciones de su legado.

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Según datos del Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL), en los últimos cinco años, la auto identificación con el chavismo ha disminuido en un 20%, mientras que las visiones críticas hacia figuras emblemáticas han aumentado en un 35%. Aunque estas cifras no son definitivas, reflejan una percepción cambiante dentro de las bases revolucionarias.

Ideólogos del chavismo

Diosdado Cabello, una vez reconocido como el brazo derecho de Chávez y protagonista del Golpe de Estado de 1992, enfrenta cuestionamientos internos. Una encuesta realizada por el Observatorio Venezolano de la Política (OVP) en 2022 reveló que un 45% de los encuestados consideraban que Cabello había desviado el camino chavista original, mientras que un 30% creía que seguía siendo un pilar de la revolución.

Ideólogos del Chavismo
Los ideólogos del chavismo deben ser protagonistas. Ilustración MidJourney

Entre los ideólogos del chavismo también se cuenta a Francisco Ameliach. Permanece como un titiritero en las sombras, manipulando con destreza las cuerdas del poder. Su influencia es indudable, pero, según señala el politólogo Raúl González, «Ameliach ha perdido la oportunidad de ser una voz moral dentro del chavismo. Su silencio y falta de presencia pública hacen que las nuevas generaciones no tengan un referente claro de lo que representa».

Los viejos camaradas

Mientras tanto, figuras que una vez fueron esenciales en la conformación de la visión chavista como Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Miguel Ortiz Contreras y Jesús Urdaneta, han quedado relegados. María Fernanda Torres, historiadora especializada en la Revolución Bolivariana, comenta: «Estas figuras, que tuvieron un papel preponderante en los primeros años, han sido empujadas hacia la periferia. Pareciera que el chavismo ha entrado en una fase donde la auto-crítica y la diversidad de voces no son bienvenidas».

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El silencio de estos líderes y su falta de protagonismo ha dejado un vacío que, para muchos, no ha sido llenado adecuadamente. Ellos estaban llamados a ser los ideólogos del chavismo. Según la ONG Transparencia Venezuela, la falta de ideólogos sólidos ha llevado a decisiones políticas y económicas erráticas, que han contribuido a la actual crisis que vive el país.

Los dilemas de la revolución

El analista político Carlos Valdez sostiene que «el chavismo enfrenta un dilema existencial. Por un lado, necesita reafirmar su identidad y cohesión interna; por otro, necesita adaptarse a las realidades del siglo XXI y a una población cada vez más crítica y exigente».

Las divisiones internas no son algo nuevo en los movimientos políticos, pero el chavismo, que se presentó como una alternativa a la política tradicional y prometió una renovación profunda de la sociedad venezolana, parece estar lidiando con demonios internos que amenazan con desdibujar su legado. La falta de líderes que puedan transmitir con claridad y coherencia los principios chavistas a las nuevas generaciones es un signo de una crisis que va más allá de la política: es una crisis de identidad, una orfandad de ideólogos del chavismo.

Ideólogos del Chavismo
Si el chavismo quiere sobrevivir como movimiento, necesita reencontrarse con sus raíces. Ilustración MidJourney

Instinto de supervivencia

El profesor de historia contemporánea de la Universidad Central de Venezuela, Luis Enrique Gómez, concluye: «El legado de Chávez es complejo y multifacético. Pero si el chavismo quiere sobrevivir como movimiento, necesita reencontrarse con sus raíces y redefinir su visión para el futuro. Las divisiones internas y la falta de liderazgo claro son obstáculos que debe superar».

La historia del chavismo está aún en construcción. Los ideólogos del chavismo deben ser protagonistas. Pero, a medida que las voces originales se silencian o se desdibujan, la tarea de preservar y reinterpretar ese legado se vuelve cada vez más urgente y necesaria. Solo el tiempo dirá si el movimiento será capaz de reinventarse y continuar siendo relevante en el cambiante panorama político venezolano.

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