Elon Musk, CEO de Tesla, SpaceX y propietario de X (antes Twitter), lanzó una dura crítica al más reciente proyecto de ley de políticas propuesto por Donald Trump, calificándolo como una “abominación repugnante” y advirtiendo que su aprobación pondría en riesgo principios democráticos y tecnológicos clave en Estados Unidos.
Las declaraciones de Musk, realizadas a través de múltiples publicaciones en su cuenta de X este martes, sorprendieron tanto a observadores políticos como a líderes empresariales, dada su proximidad previa con algunos sectores del Partido Republicano y su postura libertaria sobre regulación gubernamental.
El quiebre con los republicanos
Según análisis publicados por The New York Times, el desencuentro de Musk con Trump se centra en aspectos del proyecto que involucran restricciones a la libertad digital, vigilancia en redes sociales y proteccionismo tecnológico. Musk señaló que estas propuestas son:
“Un retroceso peligroso que convertiría a Estados Unidos en una distopía digital al estilo chino”.

El proyecto de ley, impulsado por el ala dura del trumpismo, pretende restringir el accionar de plataformas tecnológicas, aumentar el control sobre los datos personales y limitar ciertas prácticas de innovación con inteligencia artificial. Musk, con intereses directos en estas industrias, lo interpretó como un ataque a la economía de la innovación.
Reacciones y tensiones políticas
El senador republicano Josh Hawley, coautor del proyecto, respondió afirmando que Musk “representa los intereses de las grandes tecnológicas que temen la rendición de cuentas”.
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Por su parte, el analista político Frank Luntz dijo a Bloomberg que:
“Este choque entre Musk y el trumpismo es simbólico de una fractura más profunda entre la elite tecnológica y los populistas conservadores”.
Contexto y antecedentes
Musk ha fluctuado entre posturas liberales y conservadoras, apoyando la libertad de expresión irrestricta, pero también criticando los subsidios estatales y la censura digital. Su declaración del martes, sin embargo, marca un punto de inflexión, al alinearse con sectores que advierten sobre el autoritarismo regulatorio.
Especialistas como Shoshana Zuboff, de Harvard, alertan sobre el riesgo de que “la regulación basada en revancha política destruya la estructura abierta de internet y favorezca el control estatal extremo”.