Teoría del agenda-setting: Su práctica por los medios ayuda a mermar el racismo en Brasil

El racismo en Brasil ha sido un problema crónico y profundamente arraigado en la estructura social del país. A pesar de la popular creencia en una «democracia racial», las estadísticas y los eventos diarios desmienten esta noción, mostrando una realidad de desigualdad y violencia racial. Sin embargo, recientes estudios sugieren que la manera en que los medios de comunicación abordan temas de racismo podría estar empezando a generar cambios significativos en la percepción pública y en la lucha contra estas disparidades.

Un claro ejemplo de cómo los medios pueden influir en la opinión pública es el análisis realizado por Wladimir Gramacho y Carlos Oliveira, investigadores del Centro de Investigaciones en Comunicación Política y Salud Pública de la Universidad de Brasilia. En su reciente publicación para The Conversation, detallan cómo la cobertura mediática de casos de violencia racial, específicamente el asesinato de João Alberto Silveira Freitas en noviembre de 2020, ha tenido un papel crucial. Según su estudio, la probabilidad de que una persona negra sea asesinada en Brasil es 2,6 veces mayor que la de una persona no negra, un dato alarmante que refleja una vulnerabilidad un 162% mayor a la violencia letal.

Medios y racismo en Brasil

Gramacho y Oliveira analizaron aproximadamente 21 horas de contenido del Jornal Nacional y del Jornal da Record durante los 14 días posteriores a la muerte de João Alberto. Aunque ambos programas informaron sobre el incidente, el Jornal Nacional dedicó casi una hora al caso, comparado con solo doce minutos en el Jornal da Record. Este enfoque diferenciado no solo refleja una disparidad en la cobertura, sino también en la influencia sobre la memoria colectiva de los televidentes.

racismo en Brasil
Gramacho y Oliveira analizaron aproximadamente 21 horas de contenido del Jornal Nacional y del Jornal da Record durante los 14 días posteriores a la muerte de João Alberto. Aunque ambos programas informaron sobre el incidente, el Jornal Nacional dedicó casi una hora al caso, comparado con solo doce minutos en el Jornal da Record. Ilustración MidJourney

La encuesta realizada por el Instituto Brasileño de Investigación y Análisis de Datos (IBPAD), que incluyó a 2.017 participantes, reveló que aquellos que vieron el Jornal Nacional recordaban significativamente más el caso de João Alberto. La teoría del agenda-setting sugiere que, al dar mayor protagonismo a un tema, los medios no solo afectan sobre qué temas habla la gente, sino que pueden incidir en la formación de opiniones y actitudes hacia esos temas.

El racismo en Brasil, por lo tanto, cuando es destacado de manera consistente y profunda por los medios, puede llevar a una mayor conciencia y crítica social. Aunque esta teoría tiene más de 30 años, la evidencia de su efectividad sigue siendo relevante, especialmente en sociedades con altos niveles de desigualdad racial como Brasil.

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Exacerbar a la opinión pública

En el contexto del caso João Alberto, los resultados de la cobertura mediática pueden verse como un paso adelante en la lucha contra el racismo. Al hacer que el tema sea ineludible para el público y políticos por igual, los medios tienen el poder de impulsar cambios significativos. Este fenómeno se vio amplificado por la coincidencia con el caso de George Floyd en los Estados Unidos, resaltando aún más la urgencia de abordar estas cuestiones de manera global.

El racismo en Brasil es un tema que necesita ser abordado con la seriedad y el enfoque que merece. El trabajo de Gramacho y Oliveira subraya la importancia de una cobertura mediática estratégica y bien planificada como herramienta para fomentar una sociedad más justa y equitativa. A través de la exposición y discusión continua de estos temas en los medios, es posible que Brasil avance hacia superar su legado de discriminación racial y violencia.

Agenda-setting en acción

En conclusión, la práctica del agenda-setting por parte de los medios de comunicación no solo es fundamental para mantener informada a la sociedad, sino también para modelar la forma en que esa sociedad puede evolucionar hacia la eliminación del racismo en Brasil. Si bien aún queda mucho camino por recorrer, es evidente que una cobertura responsable y enfocada puede desempeñar un papel crucial en este proceso. La responsabilidad de los medios es grande, pero el potencial para influir en el cambio es aún mayor.

La efectividad de esta estrategia mediática se pone en evidencia no solo en la capacidad de recordación que genera en los espectadores, sino también en cómo estos temas llegan a ocupar un lugar prioritario en la agenda política y social del país. La mayor visibilidad de casos como el de João Alberto provoca que el público exija respuestas y acciones más efectivas de parte de las autoridades y líderes políticos. Esto se traduce en un ciclo virtuoso donde la visibilidad conduce a la acción, y la acción a su vez genera más cobertura.

El enfoque editorial

La investigación de Gramacho y Oliveira también señala que el impacto de la cobertura mediática varía significativamente dependiendo del enfoque editorial de cada medio. Mientras que el Jornal Nacional presentó una cobertura más extensa y detallada, el Jornal da Record ofreció menos tiempo y profundidad, lo que sugiere que el impacto de los medios también depende de su línea editorial y del compromiso con la cobertura de temas de justicia social.

racismo en Brasil
Al utilizar la teoría del agenda-setting de manera efectiva y responsable, los medios no solo educan al público, sino que también promueven una cultura de igualdad y respeto. Así, la teoría del agenda-setting se revela no solo como una herramienta de análisis, sino como un mandato ético para aquellos que tienen el poder de formar la opinión pública. Ilustración MidJourney.

En el entorno mediático actual, saturado de información y con una audiencia cada vez más fragmentada por la diversidad de plataformas digitales, el desafío para los medios es aún mayor. No solo se trata de informar, sino de hacerlo de manera que genere un impacto duradero en la conciencia colectiva. Los medios deben asumir la responsabilidad de no solo reportar los hechos, sino de contextualizarlos dentro de las realidades socio-políticas más amplias que definen y perpetúan el racismo y la discriminación.

El racismo en Brasil, en este contexto, no puede ser visto como un conjunto de incidentes aislados sino como una manifestación de una estructura social y económica más amplia que requiere una comprensión profunda y un compromiso continuado. La teoría del agenda-setting, en este sentido, ofrece una lente crítica a través de la cual los medios pueden jugar un rol decisivo en la reformulación de esta estructura, al priorizar y dar forma a la discusión pública en torno a estos temas críticos.

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Capacidad de influir

La cobertura de los medios, por lo tanto, no es solo una cuestión de informar, sino una poderosa herramienta de cambio social. Al elegir qué historias cubrir y cómo cubrirlas, los medios tienen la capacidad de influir en lo que las personas consideran importante y digno de atención. En un país donde el racismo ha sido minimizado históricamente a pesar de sus profundas raíces y consecuencias devastadoras, la capacidad de los medios para destacar estas cuestiones puede ser un catalizador para el cambio.

Finalmente, la responsabilidad de los medios en la lucha contra el racismo implica no solo una selección cuidadosa de los temas a tratar, sino también un compromiso ético con la verdad y la justicia. Al utilizar la teoría del agenda-setting de manera efectiva y responsable, los medios no solo educan al público, sino que también promueven una cultura de igualdad y respeto. Así, la teoría del agenda-setting se revela no solo como una herramienta de análisis, sino como un mandato ético para aquellos que tienen el poder de formar la opinión pública.

El racismo en Brasil es un problema complejo que requiere una solución multifacética, en la que los medios de comunicación desempeñan un papel crucial. A través de una aplicación consciente y estratégica de la teoría del agenda-setting, los medios pueden ayudar a desmantelar las estructuras de poder que perpetúan el racismo y, en última instancia, contribuir a la creación de una sociedad más justa y equitativa para todos.

 

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