Brasileros y venezolanos: unos vecinos que no se conocen culturalmente hablando

Brasileros y venezolanos, por qué tanta indiferencia. En Sudamérica, donde las culturas conviven y se entrelazan con historias milenarias, resulta sorprendente encontrar brechas significativas en la comprensión mutua entre vecinos. Tal es el caso de Brasil y Venezuela, dos naciones que comparten frontera, pero que parecen estar a mundos de distancia en términos de entendimiento cultural. ¿Cómo es posible que estos vecinos tengan tan poco conocimiento mutuo?

Según datos del Instituto Brasileiro de Geografía e Estatística (IBGE), menos del 5% de los brasileros han tenido algún contacto directo con la cultura venezolana. Aunque este porcentaje pueda parecer bajo, es aún más impactante si consideramos que menos del 1% ha visitado Venezuela. Por el lado venezolano, la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) mostró que, si bien hay una mayor proporción de venezolanos que han visitado Brasil (cerca del 7%), la mayoría lo hace por turismo y no por un interés cultural genuino.

Brasileros y venezolanos
Las agendas geopolíticas de ambas naciones los han separado desde siempre. Ilustración MidJourney

Brasileros y venezolanos

Para muchos brasileros, el Mundial de Fútbol se convierte en una ocasión de asombro cuando observan a los venezolanos apoyando a la selección carioca con fervor. No es inusual ver a los venezolanos portando la camiseta verdeamarela, coreando con pasión. Esta peculiaridad ha suscitado tanto desconcierto como desagrado entre algunos sectores de la población brasilera. Valeria Lemos, historiadora y autora de «Relaciones Sudamericanas: Enfoques y Desenfoques», comenta: «Brasil siempre ha tenido una identidad futbolística muy arraigada. Para muchos brasileros, ver a otro país adoptar nuestra camiseta puede percibirse como una especie de apropiación cultural, aunque no sea la intención».

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Sin embargo, si indagamos más allá del fútbol, encontramos que el desconocimiento es mutuo. Brasileros y venezolanos no se han esforzado mucho en conocerse. Los ritmos brasileños como la samba, la bossa nova y el forró, ampliamente reconocidos en el mundo, no tienen la misma resonancia en Venezuela, un país más orientado hacia los ritmos caribeños. La rica poesía brasilera, con autores como Vinícius de Moraes o Carlos Drummond de Andrade, tampoco ha encontrado eco en la nación petrolera. La tecnología, un campo en el que Brasil ha avanzado significativamente, especialmente en aeronáutica y agroindustria, es otro de los aspectos que los venezolanos desconocen.

Un bosque impenetrable

Pero, ¿a qué se debe este distanciamiento? Algunos analistas apuntan a la geopolítica. Durante décadas, Brasil ha mirado hacia el sur y el océano, buscando fortalecer sus lazos con Argentina, Uruguay y los mercados transoceánicos. Venezuela, por su parte, ha fortalecido sus vínculos con el Caribe y la cuenca del Atlántico, especialmente por su condición de miembro fundador de la OPEP.

Brasileros y venezolanos
Uno tiene vocación caribeña y el otro mira a los andes con fervor. Ilustración MidJourney

El Dr. Jorge Castellanos, politólogo e investigador de la Universidad Central de Venezuela, señala: «Aunque geográficamente Brasil y Venezuela son vecinos, geopolíticamente han operado en esferas diferentes. Las agendas políticas y económicas no han favorecido el intercambio cultural». Esta visión que retrata a brasileros y venezolanos es compartida por el Ministerio de Cultura de Brasil, que en un comunicado oficial expresó: «Reconocemos la necesidad de fomentar un mayor entendimiento con nuestros vecinos y trabajamos en iniciativas para estrechar estos lazos».

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Sin intercambio no hay cariño

El intercambio cultural es fundamental para el desarrollo integral de las naciones. Si bien el desconocimiento puede generar curiosidades, como el apoyo futbolístico de los venezolanos a Brasil, también puede llevar a malentendidos y desconfianzas. Es imperativo que ambos países busquen mecanismos para acercarse, no solo en términos comerciales o políticos, sino en el terreno cultural, donde se forjan los verdaderos lazos entre pueblos.

Quizás, en el futuro, cuando un venezolano porte la camiseta brasilera, no sea visto como un gesto extraño, sino como el símbolo de una hermandad entre brasileros y venezolanos que trasciende el fútbol y abarca la riqueza cultural de ambas naciones.

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