Rafael Lacava y Víctor Clark se perfilan como los principales rostros de continuidad dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) para las próximas elecciones regionales de Venezuela, previstas para el 25 de mayo. Ambos gobernadores, representantes de los estados Carabobo y Falcón respectivamente, buscarán un tercer mandato consecutivo en sus cargos, consolidando así su trayectoria como figuras emblemáticas del oficialismo regional. Esta nueva postulación ocurre en un contexto político tenso, con altos niveles de abstención electoral en ciclos anteriores, un clima económico complejo y crecientes denuncias sobre falta de condiciones electorales equitativas.
Este reportaje ha sido elaborado por un equipo de periodistas políticos especial para Efecto Cocuyo, medio independiente venezolano reconocido por su rigor periodístico y fundado por las periodistas Laura Weffer, Luz Mely Reyes y Josefina Ruggiero. El presente texto está inspirado y desarrollado a partir del artículo titulado: “Psuv anunció candidatos a gobernaciones: Lacava, Clark, Luna y Bernal entre ratificados y Adán Chávez para ‘recuperar’ Barinas”, publicado recientemente por Efecto Cocuyo.
Elecciones regionales de Venezuela
La confirmación de la candidatura de Lacava y Clark fue dada por el propio presidente Nicolás Maduro durante un acto en la Escuela Internacional de Liderazgo de la Juventud Antonio José de Sucre, en el estado Miranda. Allí se oficializó la lista completa de los 24 candidatos que representarán al Psuv en las elecciones regionales de Venezuela. Según explicó Maduro, la selección de los abanderados surgió de un proceso de participación interna que incluyó asambleas de base realizadas el 15 de marzo, en las cuales se habrían involucrado más de cinco millones de personas. La decisión final combinó —según el mandatario— “métodos científicos de medición, evaluación ética y política del liderazgo”.
Tanto Lacava como Clark llegaron al poder regional en el año 2017 y lograron la reelección en 2021, convirtiéndose en símbolos del oficialismo moderno. Rafael Lacava ha sabido construir una imagen mediática única, con tintes populistas, un estilo irreverente y el uso masivo de redes sociales como herramienta de comunicación directa. Su gestión ha sido objeto tanto de admiración como de críticas, especialmente por el contraste entre su discurso cercano a la ciudadanía y las denuncias de opacidad administrativa y represión política. En paralelo, Víctor Clark ha apostado por una línea más institucional, aunque no menos alineada con la estructura central del Psuv, destacando su rol como figura joven, tecnocrática y obediente al mandato nacional.

Una demostración de fuerza
Las elecciones regionales de Venezuela de este año revisten particular importancia para el oficialismo. De los 24 abanderados del Psuv, nueve buscan la reelección en sus respectivos estados, lo que muestra una clara intención de consolidar cuadros ya posicionados. Para el Psuv, no solo se trata de retener espacios de poder, sino también de demostrar fortaleza interna en momentos en que se perciben fisuras y tensiones, especialmente tras la exclusión de algunas figuras tradicionales que no fueron ratificadas como candidatas.
Lacava y Clark no son los únicos que buscarán mantener el poder. También lo harán mandatarios como Ernesto Luna (Monagas), Freddy Bernal (Táchira) y Luis José Marcano (Anzoátegui), entre otros. Sin embargo, el caso de los gobernadores de Carabobo y Falcón tiene un peso simbólico mayor, pues son los únicos que aspiran a un tercer mandato consecutivo desde que ganaron sus primeros comicios en 2017. Esta continuidad plantea preguntas sobre la renovación interna del partido, la rotación en los liderazgos regionales y el efecto de estos prolongados mandatos en la gobernabilidad.
Ni reyezuelos ni caudillos
El oficialismo ha intentado blindar a sus candidatos con una narrativa que exalta la estabilidad, la lealtad y la experiencia como valores fundamentales. Maduro ha sido enfático en señalar que estos aspirantes no deben considerarse “reyezuelos” ni “caudillos entronizados”, aunque la realidad indica que las estructuras regionales del Psuv funcionan con una fuerte centralización del poder, tanto en lo político como en lo presupuestario. A pesar de los llamados a la horizontalidad y al trabajo en colectivo, muchas de estas gobernaciones operan como feudos personales.
Tambièn puedes leer: Estados Unidos suspende el Estado de Derecho para deshacerse de los indeseables
Las elecciones regionales de Venezuela se realizarán en un clima de expectativas moderadas y de creciente escepticismo por parte del electorado. En los últimos comicios de esta índole, la participación fue inferior al 50%, un fenómeno que refleja el desencanto político, la falta de garantías transparentes y la poca competencia real en muchos estados. Aun así, el oficialismo ha declarado su intención de “recuperar” estados simbólicos como Barinas, para lo cual postuló a figuras de alto perfil como Adán Chávez, hermano del fallecido presidente Hugo Chávez.
Liderazgos carismáticos
El contraste entre las figuras tradicionales y las nuevas apuestas del Psuv también es notorio. Mientras nombres como Adán Chávez y Luis Reyes Reyes regresan al escenario electoral, otros actores menos conocidos, como Leonardo Intoci (Yaracuy) y Neil Villamizar (Guayana Esequiba), representan un intento por proyectar renovación. Sin embargo, los casos de Lacava y Clark parecen reafirmar que, al menos en algunas plazas claves, el partido prefiere apostar por la continuidad antes que por el cambio.
Desde sectores opositores y de la sociedad civil se han levantado voces críticas sobre la metodología interna del Psuv para elegir candidatos. Aunque se presume una participación masiva en las asambleas, la opacidad sobre los mecanismos de medición y validación final del liderazgo despierta dudas sobre la real apertura democrática dentro del partido de gobierno. Además, la escasa presencia femenina —solo cinco mujeres entre 24 candidatos— sigue siendo un punto flaco en la oferta del Psuv, a pesar de sus constantes apelaciones a la equidad de género.
Las elecciones regionales de Venezuela también servirán como termómetro de cara a las presidenciales. El propio Maduro lo dejó claro al exigir a los candidatos firmar una carta compromiso donde se detallen sus responsabilidades frente al poder popular, el impulso de las misiones y la asignación del presupuesto público a las comunidades. Este gesto, simbólicamente fuerte, busca amarrar políticamente a los candidatos al proyecto nacional del Psuv y evitar desviaciones que puedan interpretarse como traición o indisciplina.

Quieren a Manuel Rosales fuera
En el estado Zulia, por ejemplo, la candidatura de Luis Caldera, actual alcalde de Mara, fue recibida como una movida estratégica para intentar arrebatar la gobernación al opositor Manuel Rosales. Maduro fue especialmente enfático al dirigirse a Caldera, solicitándole “reconstruir” la región tras lo que calificó como una gestión “pésima” del actual gobernador. Este tipo de señalamientos refuerzan la narrativa de confrontación con la oposición, incluso en ámbitos donde la gobernabilidad debería anteponerse al conflicto político.
En este complejo panorama, Lacava y Clark avanzan con confianza hacia su tercera postulación. Aunque ambos cuentan con altos niveles de reconocimiento en sus estados, la percepción ciudadana no está exenta de matices. En Carabobo, por ejemplo, el discurso desenfadado de Lacava ha logrado crear una conexión emocional con casi todos los sectores, ha generado críticas, pero es de los pocos gobernadores que se hace selfies con el público qque lo ve como una celebridad en las estaciones de servicio en momentos de escasez de combustible. En Falcón, Clark ha mantenido una gestión con bajo perfil mediático, centrada en programas de infraestructura y asistencia social, aunque su administración ha sido señalada por manejos discrecionales de recursos y alianzas clientelares.
Tambièn puedes leer: Entre tarifas y tratados: cómo China está ganando la guerra sin disparar
La campaña electoral ya se asoma en el horizonte, con eventos públicos, recorridos, transmisiones en vivo y encuentros partidistas que perfilan lo que será una disputa desigual pero simbólicamente importante. Para Lacava y Clark, no solo está en juego la continuidad de sus proyectos personales, sino también su consolidación como figuras imprescindibles dentro del andamiaje político del chavismo. En un país marcado por la polarización y la incertidumbre, las elecciones regionales de Venezuela representan mucho más que una contienda territorial: es una pieza más en el ajedrez del poder nacional.