Marcos Carrillo: Hay muchas razones para negociar y una de ellas es ganar tiempo

Marcos Carrillo sostiene que, en el complejo entramado de la política venezolana, negociar no siempre tiene como fin llegar a un acuerdo definitivo. “Hay muchas razones para negociar y una de ellas es ganar tiempo”, asegura el abogado y profesor universitario, subrayando la importancia de entender las dinámicas ocultas detrás de cada ronda de conversaciones entre el gobierno y la oposición. Carrillo, con una destacada carrera académica y profesional, ha sido un observador crítico y participante activo en los procesos de negociación que han marcado los últimos veinte años de la historia política del país.

Hugo Prieto, reconocido periodista con una vasta trayectoria en medios como El Universal y El Nacional, así como en revistas de prestigio como Producto y Exceso, recientemente entrevistó a Marcos Carrillo para el portal PRODAVINCI. La entrevista, titulada Marcos Carrillo: ‘Una transición aceptada por todos sería lo deseable’”, ofrece una visión profunda y bien documentada sobre los retos y las oportunidades de las negociaciones políticas en Venezuela. Prieto, quien también ha colaborado con The New York Times en español y otras publicaciones internacionales, destaca en su obra la capacidad analítica y la experiencia de Carrillo en el ámbito de la resolución de conflictos.

Análisis de Marcos Carrillo

Marcos Carrillo es abogado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y posee una maestría en la London School of Economics. Con más de 28 años de experiencia como profesor investigador en la UCAB, también ha sido profesor invitado en el IESA y la Universidad de Indiana en Estados Unidos. Su trabajo como conferencista y autor de numerosas publicaciones en arbitraje y resolución alternativa de conflictos lo ha posicionado como una voz autorizada en estos temas. Recientemente, el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la UCAB publicó una investigación titulada “Veinte Años de Negociación Política en Venezuela (2002-2022)”, coautorizada por Carrillo y Jaiber Núñez, la cual es una iniciativa de la Cátedra Fundacional Pedro Nikken de Derechos Humanos y Negociación Política para la Paz.

Marcos Carrillo
Según Carrillo, nunca ha habido una disposición genuina por parte del gobierno para que las negociaciones fueran integrativas. En su análisis, destaca que, en ciertos momentos, como en 2002 con la intervención de figuras como César Gaviria, Francisco Diez y Jennifer McCoy, hubo intentos de lograr acuerdos que beneficiaran a ambas partes. Ilustración MidJourney

El estudio de Carrillo y Núñez es un recorrido detallado por las diversas negociaciones políticas que han tenido lugar en Venezuela en las últimas dos décadas. Según Carrillo, nunca ha habido una disposición genuina por parte del gobierno para que las negociaciones fueran integrativas. En su análisis, destaca que, en ciertos momentos, como en 2002 con la intervención de figuras como César Gaviria, Francisco Diez y Jennifer McCoy, hubo intentos de lograr acuerdos que beneficiaran a ambas partes. “Ellos hicieron un trabajo muy interesante, llevando de la mano a las partes para tratar de lograr acuerdos bien logrados”, señala Carrillo, enfatizando que estos esfuerzos buscaban una convivencia basada en elecciones libres y respeto a la oposición.

Los noruegos actuaron

En Barbados, en 2019, también hubo intentos de preparar un proceso integrativo. Carrillo menciona que el trabajo de los noruegos desde entonces ha sido crucial, tratando de construir procesos constructivos donde todas las partes pudieran convivir. Sin embargo, cuestiona la sinceridad del gobierno en estos intentos. “Cuando Chávez regresó al poder después del Carmonazo, con un crucifijo en la mano, habló de la necesidad de llegar a acuerdos para evitar el conflicto, pero siempre queda la duda de si realmente había sinceridad o si solo buscaban ganar tiempo”, reflexiona.

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A lo largo de su carrera, Marcos Carrillo ha observado cómo el gobierno ha utilizado las negociaciones para mantenerse en el poder. Según él, en muchas ocasiones, el objetivo no es necesariamente llegar a un acuerdo, sino utilizar el proceso para otros fines, como ganar tiempo, entender mejor al adversario o deslegitimarlo ante sus aliados. Este patrón se ha repetido en múltiples procesos de negociación, evidenciando una estrategia clara del chavismo para mantenerse en control.

Los tres actos de la oposición

Marcos Carrillo también analiza tres procesos específicos de negociación en los que ha participado la oposición. El primero de ellos, encabezado por Ramón Guillermo Aveledo y Ramón José Medina, incluyó una reunión en Miraflores presidida por Maduro. Este proceso fue televisado y se instalaron mesas de trabajo, pero la percepción de los participantes fue que el gobierno jugaba un doble rol, con unos actuando como policías buenos y otros como policías malos. Esto llevó a la oposición a levantarse de la mesa, al darse cuenta de que el oficialismo no estaba dispuesto a llegar a ningún acuerdo.

Marcos Carrillo
Marcos Carrillo subraya que la negociación es una herramienta compleja y multifacética. En el contexto venezolano, negociar ha sido una estrategia utilizada no solo para llegar a acuerdos, sino para cumplir una variedad de objetivos tácticos. Ilustración MidJourney.

El segundo proceso, que tuvo lugar en el Museo Alejandro Otero y en Margarita en 2016, contó con la intervención de enviados del Vaticano. Carrillo destaca que la oposición lo consideró apresurado e improvisado, sin claridad en sus objetivos, y nuevamente, se percibió que el gobierno manejaba los tiempos y presionaba para firmar un acuerdo desfavorable para la oposición. La falta de cumplimiento de las obligaciones por parte del gobierno y la intervención del cardenal Pietro Parolin manifestando la preocupación del Vaticano subrayan la desconfianza que permeaba este proceso.

El tercer proceso, llevado a cabo en República Dominicana, contó con un equipo de representantes de la sociedad civil por parte de la oposición, pero estos fueron marginados del proceso. Carrillo menciona que, aunque William Ury intentó preparar el terreno para una negociación más justa, la intervención de Rodríguez Zapatero, quien llegó con un acuerdo pre-redactado, desvirtuó el proceso. La presión y las amenazas llevaron a figuras como Julio Borges a no regresar al país, evidenciando las dificultades y los riesgos que enfrentan los negociadores opositores.

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Variedad de objetivos tácticos

Marcos Carrillo subraya que la negociación es una herramienta compleja y multifacética. En el contexto venezolano, negociar ha sido una estrategia utilizada no solo para llegar a acuerdos, sino para cumplir una variedad de objetivos tácticos. Carrillo insiste en que entender estas dinámicas es crucial para cualquier intento futuro de resolver la crisis política del país. Mientras se acercan los comicios presidenciales del 28 de julio, la capacidad de la sociedad venezolana para navegar estas complejidades será puesta a prueba.

La reflexión final de Carrillo destaca la importancia de una negociación genuina y transparente, que no solo busque beneficios temporales, sino soluciones duraderas que permitan una convivencia pacífica y democrática en Venezuela. Para Carrillo, el desafío es grande, pero no imposible de superar si todas las partes se comprometen a trabajar en un proceso integrativo y constructivo.

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