En un reciente artículo publicado en el diario El Nacional, Eduardo Fernández, conocido en Venezuela como “El Tigre”, hizo un llamado urgente a los ciudadanos y líderes políticos del país para llevar a cabo tres tareas esenciales en el contexto de la crisis actual. Fernández, un reconocido abogado y político social cristiano, enfatizó la importancia de renunciar a la violencia, promover la unión y el progreso de los venezolanos, y defender la democracia y los resultados electorales, como pilares fundamentales para encaminar a Venezuela hacia un futuro mejor.
El artículo, titulado: «Tareas políticas», fue escrito por Eduardo Fernández, quien ha sido una figura influyente en la política venezolana desde hace décadas. Fernández, colaborador habitual de El Nacional, ha mantenido una postura firme contra la violencia y en favor de la convivencia pacífica y moral en la política. En su artículo, Fernández aborda las tareas políticas que considera urgentes en estos tiempos difíciles para la nación caribeña, destacando su compromiso con la paz y la justicia social.
La guía de Eduardo Fernández
Eduardo Fernández enfatizó desde el inicio de su artículo que la primera tarea crucial es la renuncia a la violencia como medio de resolución de conflictos. “La violencia no resuelve ninguno de nuestros problemas. Al contrario, los agrava todos”, afirmó Fernández, subrayando de forma sesgada que los instrumentos para promover la violencia están en manos de aquellos que pretenden mantener el control a través del miedo y la represión. Para Fernández, es imprescindible que los venezolanos se comprometan con la paz, la razón y la resolución pacífica de las diferencias, trabajando desde todos los niveles —local, regional y nacional— para aportar soluciones a la crisis humanitaria, combatir la inflación y mejorar los servicios públicos.

Además, Fernández recordó a sus lectores que la paz no es solo una cuestión de ausencia de conflicto, sino de crear condiciones para que los ciudadanos puedan vivir con dignidad. Hizo un llamado a la sociedad civil y a los líderes comunitarios a ser activos en la promoción de iniciativas que mitiguen el sufrimiento de los más vulnerables, impulsando cambios desde la base que repercutan en toda la nación. Para Fernández, estas acciones locales son fundamentales para encender una luz en medio de la oscuridad que, según sus palabras, prevalece en el panorama nacional.
La fuerza es la unión
La segunda tarea que Eduardo Fernández propone es la promoción de la unión y el progreso de los venezolanos, independientemente de sus circunstancias actuales. Reconociendo que hay factores que promueven la división y el odio, Fernández insistió en la necesidad de ser promotores de la unión, superando las diferencias ideológicas y trabajando en conjunto por un objetivo común: mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos. Esta tarea no es sencilla, según Fernández, pero es imprescindible para construir un país donde los valores éticos y los principios morales sean la base del desarrollo social y económico.
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Fernández señaló que la unión debe ser cimentada sobre una oferta programática clara que contemple el desarrollo económico, el progreso social, y el fortalecimiento de los servicios públicos, especialmente en áreas críticas como la salud y la educación. Para él, estos son los pilares sobre los que debe edificarse la reconstrucción del país. Fernández instó a los líderes políticos a dejar de lado sus diferencias y trabajar en pro de un objetivo compartido que beneficie a todos los venezolanos, recordando que el progreso no puede ser alcanzado en un clima de división y enfrentamiento constante.
Defensa de la democracia
La tercera tarea que Eduardo Fernández considera fundamental es la defensa de la democracia y del Estado de derecho. En su artículo, Fernández resaltó la importancia de proteger los resultados electorales y garantizar que se respeten los principios democráticos que sustentan la soberanía popular. Con especial énfasis, pidió a todos los actores políticos que se presentaron a las recientes contiendas electorales que muestren transparencia y presenten las actas de votación de todos los centros electorales, para así defender la voluntad de cambio expresada por los ciudadanos.
Fernández también condenó la represión ejercida por el gobierno contra quienes ejercen su derecho a protestar, señalando que jóvenes, mujeres, estudiantes y otros ciudadanos han sido víctimas de detenciones arbitrarias y violaciones a sus derechos humanos. Para Fernández, es fundamental que los venezolanos se mantengan en la primera línea de defensa del Estado de derecho y los derechos humanos, luchando por una democracia que respete la voz del pueblo y sus aspiraciones de cambio pacífico y constitucional.

Desde la base hasta la cúpula
El llamado de Eduardo Fernández se dirige tanto a los líderes políticos como a los ciudadanos comunes, quienes, según él, deben mantenerse firmes en su compromiso con la paz, la unión y la democracia. Fernández insistió en que estos tiempos difíciles requieren de una conducción moral y ética que inspire a la nación a superar los obstáculos y a trabajar juntos por un futuro mejor. “Nos toca iluminar el panorama. Orientar a los confundidos. Mantener la fe en Dios, la esperanza en un destino mejor para todos y la caridad, es decir, el amor por nuestro país y por nuestra gente venezolana”, expresó Fernández, reafirmando su fe en que la nación puede superar la crisis si cada uno asume su responsabilidad.
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La visión de Fernández se presenta como una alternativa a la desesperanza y la resignación que muchas veces predominan en el discurso público. Su llamado no solo es una crítica a la actual situación política y social del país, sino también una invitación a la reflexión y a la acción colectiva. Para Eduardo Fernández, la renuncia a la violencia, la promoción de la unión y el progreso, y la defensa de la democracia son tareas ineludibles que deben asumirse con urgencia para devolverle a Venezuela la esperanza de un futuro mejor.