La democracia en Venezuela se enfrenta a un complejo entramado de desafíos que no pueden ser abordados únicamente desde la perspectiva política. Según José Antonio Gil Yepes, reconocido sociólogo venezolano y expresidente de la encuestadora Datanálisis, es esencial entender que el camino hacia una verdadera democracia debe incluir a todos los sectores de la sociedad, y no limitarse solo a la relación entre el gobierno y los partidos de oposición. Gil Yepes argumenta que la democracia en Venezuela debe construirse sobre la base de una nación organizada, donde cada sector social desempeñe un papel activo y colaborativo en el proceso de democratización.
José Antonio Gil Yepes, quien ha colaborado asiduamente en el diario capitalino «El Universal», destaca en su reciente artículo titulado “¿Cuántos son los caminos hacia la democracia?” que es un error considerar que la democracia depende únicamente del equilibrio de poder entre los partidos políticos que gobiernan y los que aspiran a gobernar. En su análisis, el sociólogo señala que hay tantos caminos hacia la democracia como relaciones pueden construirse entre los diferentes sectores que componen la sociedad. Este enfoque subraya la necesidad de un esfuerzo coordinado y pluralista, donde cada sector se organice para promover sus intereses de manera legítima y dentro del marco democrático.
Democracia en Venezuela
En su artículo, Gil Yepes critica el enfoque tradicional de ver la democracia en Venezuela únicamente a través de la lente de los partidos políticos. Explica que este enfoque es limitado y excluyente, ya que deja fuera a otros sectores que también aspiran a gozar de derechos y libertades, como los trabajadores, empresarios, sindicatos y organizaciones no gubernamentales. Para Gil Yepes, la democracia en Venezuela no puede reducirse a un simple cambio de gobierno o a la alternancia en el poder político. En lugar de ello, plantea que se trata de un proceso más amplio, donde la democratización debe ocurrir en múltiples niveles y entre múltiples actores, fortaleciendo las relaciones entre ellos.

El autor también subraya la importancia de superar el mito de que solo mediante el aumento de las libertades individuales se logra un avance en la democracia. Aunque reconoce la relevancia de los derechos individuales, Gil Yepes sostiene que estos solo pueden tener vigencia en una sociedad que ha alcanzado acuerdos básicos sobre la coexistencia pacífica y el respeto mutuo. Por lo tanto, para restablecer la democracia en Venezuela, es crucial fomentar un diálogo constante y abierto entre todos los sectores sociales, no solo entre el gobierno y los partidos políticos.
La reelección indefinida
El sociólogo también destaca que una de las principales desviaciones de la democracia en Venezuela ha sido la falta de alternabilidad en el poder. La permanencia de un mismo grupo político en el gobierno, facilitada por la reelección indefinida de cargos públicos, ha creado un ambiente de desconfianza y ha impedido el desarrollo de una cultura de alternancia. Este fenómeno, según Gil Yepes, no solo limita las oportunidades de otros partidos para llegar al poder, sino que también reduce la posibilidad de que otros sectores de la sociedad se sientan representados y participantes del proceso democrático.
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En este contexto, Gil Yepes resalta que el sector empresarial es uno de los más avanzados en términos de organización gremial en Venezuela. Sin embargo, aclara que aún queda mucho por mejorar. Existen oportunidades significativas para que los empresarios desarrollen alianzas estratégicas con otros eslabones de sus cadenas de producción, como trabajadores, proveedores, distribuidores y fuentes de tecnología. Estas alianzas no solo fortalecerían a las empresas, sino que también contribuirían a la democratización de las relaciones entre diferentes sectores de la sociedad.
Jamás evadir al diálogo
Gil Yepes señala que el diálogo entre empresarios y trabajadores es fundamental para el avance de la democracia en Venezuela. Si los políticos hubieran escuchado más a los empresarios y desconfiado menos de ellos, argumenta, el país habría evitado muchas de las crisis económicas y sociales que ha experimentado en las últimas décadas. Esta falta de comunicación y colaboración ha perpetuado un estado de confrontación que ha beneficiado únicamente a aquellos que buscan mantener el poder a toda costa.
El autor critica también la falta de organización en otros sectores, como los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales. Los sindicatos, por ejemplo, han experimentado una gran debilidad no solo por la represión gubernamental, sino también por luchas internas y falta de conciencia sobre la necesidad de una mayor cohesión. Por su parte, las ONG han demostrado una falta de coordinación que las ha dejado vulnerables a los ataques del gobierno, incapaces de defenderse de manera efectiva ante posibles intentos de minimizar su influencia.

Desorganización de la oposición
En su análisis, Gil Yepes también menciona que la hegemonía del gobierno chavista se ha debido no solo a su mayor organización interna, sino también a la desorganización de los partidos de oposición. Sin embargo, señala que no solo los partidos han fallado en organizarse, sino también otros sectores que, de estar mejor organizados, podrían tener un mayor impacto en las decisiones de políticas públicas.
La solución propuesta por Gil Yepes para restablecer la democracia en Venezuela radica en fomentar un entorno en el que cada sector social se organice y colabore activamente. Según el autor, es necesario romper con la idea de que la democratización se logra exclusivamente a través de la política partidista. En lugar de ello, se debe promover un enfoque inclusivo que reconozca la importancia de todas las relaciones sociales en la construcción de una sociedad verdaderamente democrática.
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Un enfoque colectivista
El artículo de Gil Yepes concluye haciendo un llamado a todos los sectores de la sociedad a unirse y trabajar juntos por un objetivo común: una Venezuela democrática. Insiste en que el restablecimiento de la democracia en Venezuela no se logrará con un enfoque simplista y limitado a la política tradicional, sino a través de un esfuerzo colectivo que involucre a todos los ciudadanos en la construcción de un país más justo y equitativo.
En resumen, José Antonio Gil Yepes plantea una visión amplia y pluralista para restaurar la democracia en Venezuela. Destaca la importancia de que todos los sectores sociales, desde empresarios hasta trabajadores, sindicatos y organizaciones no gubernamentales, se organicen y colaboren entre sí. Solo así se podrá construir una nación que no dependa únicamente de la alternancia política, sino que esté cimentada en el respeto mutuo, la participación activa y el compromiso con los valores democráticos.