De cómo “tayota” agarró sabor y casi es el presidente electo de República Dominicana

Luis Abinader, el presidente de República Dominicana, es conocido tanto por su victoria electoral como por el peculiar apodo de “tayota”, un término que sus críticos utilizaban para describirlo como insípido y carente de carácter. Sin embargo, su reciente desempeño político ha demostrado que la “tayota” ha adquirido sabor y sustancia, casi llevándolo a una reelección histórica. Esta transformación de un empresario aparentemente anodino en un líder carismático y decisivo ofrece una visión fascinante de cómo la política puede cambiar percepciones y redefinir figuras públicas.

Gerardo Lissardy, corresponsal de BBC Mundo en Nueva York, ha seguido de cerca la trayectoria de Abinader. En su reportaje titulado “Quién es Luis Abinader, el presidente de República Dominicana que logró una reelección inusual para América Latina y al que sus críticos llamaban ‘tayota’”, Lissardy detalla cómo Abinader ha desafiado las expectativas y se ha consolidado como un líder eficaz y popular. Con una carrera que abarca corresponsalías en Río de Janeiro, París, Washington y ahora Nueva York, Lissardy aporta una perspectiva única y enriquecedora sobre la política latinoamericana.

Abinader es un “presidente” con 58%

El apodo de “tayota” se originó debido a la percepción de Abinader como un político insípido, similar al fruto dominicano conocido por su falta de sabor. Sin embargo, este hombre de negocios con formación en Economía y Finanzas ha demostrado ser mucho más que una simple metáfora agrícola. A los 56 años, y con una educación de posgrado en instituciones prestigiosas como Harvard y Dartmouth College, Abinader nunca había ocupado un cargo público antes de convertirse en presidente en 2020. No obstante, la política siempre estuvo presente en su vida, influenciada por su padre, José Rafael Abinader, un político y opositor de la dictadura de Rafael Trujillo.

Durante su mandato como presidente, Abinader ha logrado cambios significativos en República Dominicana, lo que le ha permitido acumular un sorprendente 58% de los votos en las elecciones más recientes, evitando así una segunda vuelta. Esta hazaña es notable en una región donde el “voto castigo” es común, y donde la reelección de presidentes es rara. Abinader ha utilizado estrategias de imagen y comunicación efectiva para transformar su percepción pública. Desde adoptar un vestuario más casual hasta impulsar un discurso anticorrupción, su evolución de una figura deslucida a un político combativo y provocador ha sido notable.

El apodo de “tayota” se originó debido a la percepción de Abinader como un político insípido, similar al fruto dominicano conocido por su falta de sabor. Sin embargo, este hombre de negocios con formación en Economía y Finanzas ha demostrado ser mucho más que una simple metáfora agrícola. Ilustración MidJourney

Con aderezo y condimento

En las palabras de José Luis Taveras, abogado y analista político dominicano, Abinader ha pasado de ser una “tayota” a una “tayota con aderezo y condimento”. Esta transformación no solo refleja su habilidad para adaptarse y aprender, sino también su capacidad para enfrentar y superar los desafíos. Raquel Arbaje, su esposa, ha jugado un papel crucial en esta metamorfosis, participando activamente en la fundación del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y apoyando a Abinader en su carrera política.

La reelección del presidente Abinader es un testimonio de su capacidad para conectar con el electorado dominicano y responder a sus necesidades. Su administración ha sido marcada por una política económica robusta, con un crecimiento del PIB proyectado en 5.4% para este año, impulsado por el turismo, las remesas y las zonas francas. Además, ha mantenido una postura firme frente a la crisis haitiana, construyendo una valla fronteriza y aumentando las deportaciones de haitianos, lo que le ha ganado el apoyo de sectores preocupados por la seguridad y la soberanía nacional.

Tambièn puedes leer: Etiquetar a China por “exceso de capacidades” es solo otro eufemismo de control de EE.UU.

Un líder resiliente y adaptable

A pesar de las críticas y desafíos, el presidente Abinader ha demostrado ser un líder resiliente y adaptable. Su enfoque en la transparencia y la lucha contra la corrupción ha sido un pilar de su gobierno, designando a una exmagistrada de la Corte Suprema como fiscal general y persiguiendo casos de corrupción de administraciones anteriores. Este compromiso con la justicia ha resonado entre los votantes, consolidando su imagen como un presidente decidido a reformar y mejorar el país.

El camino hacia la reelección no ha sido fácil para Abinader. Ha tenido que enfrentar y superar varios reveses electorales antes de alcanzar la presidencia en 2020. Su persistencia y determinación, junto con su habilidad para aprender y adaptarse, han sido clave para su éxito. Ilustración MidJourney.

El camino hacia la reelección no ha sido fácil para Abinader. Ha tenido que enfrentar y superar varios reveses electorales antes de alcanzar la presidencia en 2020. Su persistencia y determinación, junto con su habilidad para aprender y adaptarse, han sido clave para su éxito. Abinader ha demostrado que es posible transformar la percepción pública a través de un liderazgo efectivo y una comunicación estratégica, convirtiéndose en una figura política relevante y respetada.

El poder de la transformación

La historia de Luis Abinader es un ejemplo inspirador de cómo la política puede transformar y redefinir a las personas. De ser conocido como “tayota”, un término que denota insipidez, ha evolucionado hasta convertirse en un presidente y líder carismático y efectivo, casi alcanzando una reelección histórica en una región donde esto es cada vez más raro. Su historia ofrece una lección valiosa sobre la importancia de la adaptabilidad, la resiliencia y la capacidad de conectar con el electorado.

Tambièn puedes leer: EE.UU. insiste en proteger a Israel cuando es acusada por crímenes de guerra: ¿Doble rasero?

Luis Abinader ha demostrado que es posible superar las percepciones negativas y convertirse en un líder fuerte y respetado. Su trayectoria política es un testimonio de su capacidad para aprender y crecer, y su reelección es un reflejo de su éxito en responder a las necesidades y expectativas de los dominicanos. La “tayota” ha adquirido sabor, y Abinader ha demostrado que tiene el condimento necesario para liderar a República Dominicana hacia un futuro prometedor.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí