Israel está en tregua para refrescarse y recrudecer el castigo en la Franja de Gaza

La reciente tregua en la Franja de Gaza, impulsada por la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto, y acordada entre Israel y Hamás, se presenta como un respiro temporal en un conflicto de larga data. Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), en su artículo «Tregua en Gaza, un respiro insuficiente» para EL PERIODICO, plantea una perspectiva crítica sobre este cese temporal de hostilidades.

Según Núñez Villaverde, esta pausa de cuatro días, lejos de ser un avance hacia la paz, parece ser una estrategia calculada por parte de Israel. Se argumenta que el gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, utiliza esta tregua no solo para ofrecer un gesto político hacia la administración de Biden en Estados Unidos, sino también como una maniobra militar. Israel, tras alcanzar los objetivos iniciales de su operación «Espadas de Hierro» —dividir la Franja de Gaza y mermar la capacidad de respuesta de Hamás— aprovecha este momento para reorganizar y reforzar sus fuerzas militares, preparándose para una intensificación del conflicto.

tregua
Esta tregua, aunque ofrece un alivio momentáneo, parece ser una táctica de Israel para prepararse para una escalada posterior en el conflicto. Ilustración MidJourney

Nada gana Hamás con la tregua

En contraste, Hamás enfrenta un escenario desalentador. La organización palestina, severamente golpeada por los recientes ataques israelíes, se ve limitada en su capacidad para reagrupar o recibir apoyo externo debido al control riguroso de las Fronteras de Gaza por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Esto deja a Hamás en una posición de evaluar el daño sufrido y contemplar sus próximos pasos, que podrían incluir mantener el desafío contra las FDI o una retirada táctica para preservar recursos para futuros enfrentamientos.

Tambièn puedes leer: Satélite militar de Corea del Norte es un “ejercicio del derecho de autodefensa”

Además de las implicaciones militares, esta tregua impacta de manera limitada la grave crisis humanitaria en Gaza. La entrada restringida de ayuda humanitaria a través del paso de Rafah es insuficiente para satisfacer las necesidades de los 2.2 millones de habitantes de la Franja. Antes del control de Hamás sobre Gaza en 2007, se necesitaban al menos 500 camiones diarios para mantener a flote a la población, cifra muy superior a la permitida actualmente. Esta situación perpetúa la imagen de miseria y devastación en Gaza, con Tel Aviv controlando lo que entra y sale del territorio.

Una dinámica desigual

El intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás también revela una dinámica desigual. La liberación de unos cincuenta palestinos, principalmente mujeres y niños, por parte de Hamás a cambio de rehenes israelíes, muestra una disminución en la capacidad de negociación de Hamás comparada con intercambios previos. Esto sugiere una debilidad estratégica de Hamás y pone de manifiesto la utilización de prisioneros como monedas de cambio y potenciales escudos humanos.

Esta tregua, aunque ofrece un alivio momentáneo, parece ser una táctica de Israel para prepararse para una escalada posterior en el conflicto. Tal como lo señala Núñez Villaverde, esta pausa es insuficiente para abordar las profundas raíces del conflicto israelí-palestino y, lamentablemente, parece abocar a ambas partes a un ciclo continuo de violencia. La comunidad internacional, mientras tanto, observa con preocupación, esperando que futuras negociaciones puedan eventualmente llevar a una solución más duradera y justa para ambas partes.

tregua
La entrada restringida de ayuda humanitaria a través del paso de Rafah es insuficiente para satisfacer las necesidades de los 2.2 millones de habitantes de la Franja. Ilustración MidJourney

La comunidad internacional

Este escenario de tregua precaria y temporal en Gaza también plantea preguntas sobre el papel de la comunidad internacional en la búsqueda de una solución a largo plazo para el conflicto israelí-palestino. A pesar de los esfuerzos de mediación por parte de actores globales como Qatar, Estados Unidos y Egipto, la solución parece estar lejos del alcance. La comunidad internacional, hasta ahora, ha mostrado una incapacidad o falta de voluntad para presionar por un cambio significativo en la política israelí o para proporcionar un apoyo concreto que permita a los palestinos una posición más equitativa en las negociaciones.

Además, la situación en Gaza no puede ser vista de forma aislada del contexto político más amplio en Israel y los territorios palestinos. El liderazgo de Netanyahu se ha caracterizado por una postura dura hacia los palestinos, mientras que Hamás, considerado un grupo terrorista por muchos países, sigue siendo una voz poderosa en Gaza, aunque cuestionada en su legitimidad y enfoque. Esta dinámica compleja dificulta aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo de paz duradero, ya que cada parte se aferra a sus posturas y objetivos, a menudo en detrimento de la población civil.

Tambièn puedes leer: Putin propone diálogo sobre el uso del conocimiento ruso en IA dentro de los BRICS

La vida no es sostenible

Por otro lado, la situación humanitaria en Gaza es alarmante. La infraestructura dañada, la falta de suministros médicos esenciales y la limitada entrada de ayuda humanitaria han llevado a una crisis de salud y bienestar para los residentes de Gaza. Esta crisis se agrava con cada ronda de conflicto, dejando a la población vulnerable y desesperada. Las organizaciones de ayuda internacional y los grupos de derechos humanos han expresado su preocupación, pero sus llamados a la acción y al cambio a menudo quedan sin respuesta efectiva por parte de los actores clave en el conflicto.

Finalmente, la tregua actual subraya la necesidad urgente de una solución política integral que aborde las causas fundamentales del conflicto. Esto incluiría tratar temas como los asentamientos israelíes, el estatus de Jerusalén, los derechos de los refugiados palestinos y la seguridad de ambas poblaciones. Sin embargo, dada la historia del conflicto y las profundas divisiones entre Israel y los palestinos, junto con los intereses geopolíticos en juego, el camino hacia la paz parece largo y lleno de obstáculos. Mientras tanto, la población de Gaza sigue sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí