El reciente proceso electoral en Venezuela ha generado una enorme controversia tanto a nivel nacional como internacional. Nicolás Maduro fue proclamado presidente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin mostrar las actas que respaldan los resultados, mientras que la activista María Corina Machado, a través de su avatar Edmundo González Urrutia, también ha evitado mostrar las actas que respalden su afirmación de victoria. En medio de esta disputa, el Consejo Editorial del diario español El PAÍS ha enfocado su interés en Venezuela, subrayando la necesidad urgente de mostrar las actas para validar cualquier reclamo de victoria.
El autor original de este material, es el Consejo Editorial de El PAÍS, titulado «Verificación en Venezuela», destaca que el gobierno de Maduro debe atender el clamor de la comunidad internacional y permitir una comprobación imparcial de los resultados. Con base en los datos proporcionados por el editorial, es evidente que la falta de transparencia en el proceso electoral ha encendido las alarmas tanto dentro como fuera del país.
EL PAÍS: A mostrar las actas
Venezuela celebró unas elecciones cruciales el pasado 28 de julio, marcando la primera vez en más de una década que el chavismo se enfrentaba a una oposición organizada. El CNE, controlado en su mayoría por magistrados afines al gobierno, proclamó a Nicolás Maduro como ganador con el 51,2% de los votos, una ventaja de siete puntos sobre su principal rival, el diplomático Edmundo González Urrutia. Sin embargo, la oposición liderada por María Corina Machado rechazó tajantemente estos números y denunció irregularidades en el escrutinio, exigiendo que ambas partes deben «mostrar las actas» para disipar cualquier duda.

El editorial de El PAÍS subraya que la coalición opositora, liderada por Machado, tuvo acceso al 73% de las actas y sostiene que este porcentaje refleja una tendencia contraria a los resultados anunciados por el CNE. Según Machado y Urrutia, estas actas verificadas indican que su candidatura obtuvo una victoria aplastante, pero hasta la fecha no han publicado la documentación completa para respaldar sus afirmaciones.
Un fraude en cámara lenta
La falta de transparencia no solo ha causado inquietud en Venezuela, sino que también ha provocado una reacción de la comunidad internacional, preocupada por la posibilidad de fraude. Organismos como la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos, España, el Centro Carter y varios países latinoamericanos, incluidos los gobiernos progresistas de Brasil, Colombia y Chile, han planteado una misma exigencia: si Maduro desea legitimar su reelección, debe mostrar las actas y permitir que verificadores imparciales confirmen los resultados.
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Las acusaciones de fraude tienen fundamento. El editorial de El PAÍS recuerda que el chavismo ha erosionado su credibilidad como interlocutor político y ha demostrado una falta de respeto por los principios democráticos. Antes de estos comicios, el gobierno impidió una amplia observación internacional, vetando la misión de la Unión Europea, bloqueando el ingreso de expresidentes latinoamericanos, expulsando a invitados de la oposición y rechazando la acreditación de periodistas.
Verificación necesaria
Para que el desenlace de las elecciones sea creíble, el gobierno venezolano debe permitir una revisión imparcial de las actas. Al mismo tiempo, la oposición tiene la obligación de sustentar sus acusaciones publicando la documentación que respalda sus afirmaciones. La candidatura de González Urrutia aceptó participar en la votación a pesar de las reglas de juego adversas, incluyendo la inhabilitación de Machado, la persecución y detención de colaboradores y asesores de la campaña, y las restricciones para que los venezolanos en el exterior pudieran votar. De allí que están obligados también a mostrar las actas.
El editorial también señala que de los cerca de cinco millones de venezolanos con derecho a voto que han emigrado debido a la crisis social y económica, solo 69.000 pudieron registrarse para ejercer su derecho. El CNE estableció un plazo de apenas 30 días, mucho más breve que en elecciones presidenciales anteriores, y exigió una serie de requisitos burocráticos que resultaron insuperables para muchos emigrantes.

El pueblo merece transparencia
En este contexto, es crucial que el gobierno de Nicolás Maduro muestre todas las actas electorales. Igualmente, es vital que ambas partes actúen con responsabilidad y, en un escenario de movilizaciones masivas, se comprometan a garantizar el derecho a la protesta y evitar la violencia. El pueblo venezolano votó pacíficamente y merece un escrutinio transparente y riguroso.
El llamado del Consejo Editorial de El PAÍS a mostrar las actas refleja una demanda global por claridad y justicia. Venezuela está en un punto crítico donde la transparencia puede ser el único camino para restaurar la confianza y evitar una crisis mayor. Las próximas semanas serán determinantes para el futuro político del país, y el mundo observa atentamente en espera de que tanto el gobierno como la oposición presenten las pruebas que sustenten sus reclamos.
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El mensaje es claro: todos tienen que mostrar las actas. Maduro debe publicar las suyas y Machado las de ellas para que se puedan contrastar. Solo así se podrá verificar quién realmente ganó las elecciones y se podrá restaurar la confianza en el sistema electoral venezolano. La comunidad internacional y el pueblo venezolano merecen y exigen transparencia.