Un 90% de los bancos centrales del mundo consideran introducir una moneda digital propia

En un giro significativo hacia la modernización de los sistemas financieros globales, más del 90% de los bancos centrales del mundo están considerando la introducción de una moneda digital propia, también conocida como moneda digital del banco central (CBDC). Esta iniciativa, que busca complementar los billetes y monedas tradicionales, promete revolucionar la manera en que se realizan las transacciones y se maneja el dinero en la economía mundial.

El profesor John Hawkins, titular de la Facultad de Política, Economía y Sociedad de Canberra de la Universidad de Canberra, exploró esta tendencia en un reciente artículo para el portal The Conversation, titulado: «¿Se convertirán las monedas digitales en la norma a medida que ¿El mundo avanza hacia una sociedad sin efectivo?». Según Hawkins, la adopción de las CBDC no implica la creación de nuevas monedas, sino una representación digital de las monedas nacionales existentes, facilitando transacciones más seguras y eficientes.

La idea de una moneda digital CBDC

Una moneda digital del banco central, como explicó Hawkins, tendría el mismo valor que su contraparte física. Por ejemplo, una CBDC australiana equivaldría exactamente a un dólar australiano y sería, por supuesto, legal. Estas monedas digitales podrían estar disponibles tanto para el público general (formato minorista) como para instituciones financieras (formato mayorista). En el caso de los CBDC minoristas, estas permitirían compras en puntos de venta, pagos gubernamentales y transferencias entre particulares, todo sin reemplazar el efectivo físico, sino complementándolo.

moneda digital
La economía más avanzada en este ámbito es China, cuyo yuan digital, o e-CNY, ha sido ampliamente probado y utilizado. Es acertado decir que el Banco Central de las Bahamas lanzó en 2020 el «dólar de arena», convirtiéndose en la primera CBDC del mundo. Ilustración MidJourney

El interés global en las CBDC se ha reflejado en un informe del Banco de Pagos Internacionales (BPI), que encuestó a 86 bancos centrales y descubrió que el 94% está considerando la implementación de una moneda digital. Aunque aproximadamente un tercio de estos bancos está ejecutando proyectos piloto, la mayoría se muestra cautelosa y no espera emitir su propia CBDC en los próximos años. Sin embargo, algunos países ya han dado el paso hacia la adopción de esta tecnología.

China está a la cabeza

Por ejemplo, el Banco Central de las Bahamas lanzó en 2020 el «dólar de arena», convirtiéndose en la primera CBDC del mundo. Este fue seguido por el Banco Central del Caribe Oriental con su DCash en 2021, y naciones como Nigeria y Jamaica también han implementado sus propias versiones. La economía más avanzada en este ámbito es China, cuyo yuan digital, o e-CNY, ha sido ampliamente probado y utilizado.

Tambièn puedes leer: Partidismo católico: no se da ni puede darse divorcio entre Iglesia y política, fe y política

La implementación de una moneda digital presenta múltiples usos y beneficios, pero también desafíos y riesgos. Los bancos centrales venden en las CBDC una herramienta para preservar el papel del dinero emitido por el banco central en la economía, asegurando que la política monetaria siga siendo efectiva. Además, las CBDC pueden agilizar y abaratar los pagos transfronterizos, lo cual es especialmente valioso en países donde muchas familias dependen de las remesas. En lugares con baja inclusión financiera, una CBDC podría mejorar el acceso a servicios financieros.

Desafíos a la vista

No obstante, existen preocupaciones sobre el impacto de las CBDC en los bancos comerciales. Si los clientes transfieren sus fondos a una CBDC, podrían reducirse los depósitos en los bancos comerciales, afectando su capacidad de prestar dinero. Además, las CBDC podrían facilitar actividades ilegales si permiten el anonimato completo, aunque también podría haber problemas de privacidad si se requiere registro para su uso.

Uno de los aspectos más innovadores de las CBDC es su potencial para habilitar «contratos inteligentes». Un contrato inteligente permite la ejecución automática y simultánea de pagos y transferencias de propiedad, facilitando transacciones sofisticadas y seguras. Actualmente, los contratos inteligentes se usan principalmente para la compra de activos digitales como los NFT, pero podrían extenderse a transacciones más tradicionales como la compra de acciones o bienes raíces, siempre y cuando el medio de pago mantenga un valor estable.

Las monedas estables, como Tether y USDC, han sido propuestas como base para los contratos inteligentes, pero estas criptomonedas aún no se utilizan ampliamente fuera del ecosistema criptográfico. Sin embargo, una moneda digital CBDC podría proporcionar una base confiable para estos contratos, ofreciendo una alternativa segura y regulada a las criptomonedas tradicionales. El economista jefe del BIS, Hyun Song Shin, ha afirmado que «todo lo que las criptomonedas pueden hacer, las CBDC lo pueden hacer mejor».

moneda digital
La implementación de las CBDC representa un paso significativo hacia una economía más digital y conectada. A medida que los bancos centrales continúan explorando esta tecnología, queda claro que las monedas digitales están destinadas a desempeñar un papel crucial en el futuro del dinero. Ilustración MidJourney.

Cautela en Camberra

A pesar del entusiasmo global, algunos bancos centrales, como el Banco de la Reserva de Australia, se han mostrado cautelosos. En 2021, el entonces gobernador Philip Lowe expresó que no había una justificación política pública sólida para avanzar en esta dirección, dado el eficiente y conveniente sistema de pagos electrónicos de Australia. Sin embargo, el interés ha crecido, y un estudio conjunto del Banco de la Reserva y el Centro de Investigación Cooperativa de Finanzas Digitales ha identificado posibles usos para una CBDC, incluyendo contratos inteligentes, liquidación más rápida de transacciones y un sistema de pagos de respaldo.

El Banco de la Reserva de Australia publicará próximamente un documento que establecerá una «hoja de ruta para el trabajo futuro» en relación con una  moneda digital CBDC, indicando un creciente interés en esta tecnología. Mientras tanto, el mundo observa cómo las monedas digitales del banco central podrían transformar la economía global, proporcionando una alternativa moderna y eficiente al dinero físico y electrónico actual.

Tambièn puedes leer: Bolivia: Narrativa de un autogolpe o la caída de un general rebelde en su propia trampa

Economía más conectada

La implementación de las CBDC representa un paso significativo hacia una economía más digital y conectada. A medida que los bancos centrales continúan explorando esta tecnología, queda claro que las monedas digitales están destinadas a desempeñar un papel crucial en el futuro del dinero. La transición hacia una sociedad sin efectivo, impulsada por la adopción de las CBDC, promete no solo mayor eficiencia y seguridad en las transacciones, sino también la posibilidad de innovaciones financieras que hasta ahora solo hemos comenzado a imaginar.

La adopción de una moneda digital por parte de los bancos centrales podría marcar el comienzo de una nueva era en las finanzas globales, ofreciendo ventajas significativas, aunque también desafíos que deberán ser abordados con cuidado y consideración. Con más del 90% de los bancos centrales del mundo considerando esta posibilidad, el futuro de las CBDC parece prometedor y lleno de potencial para redefinir la economía mundial.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí