Morir de hambre o matar de hambre a los gazatíes: ¿Hay alguna diferencia?

En el corazón del conflicto que azota la Franja de Gaza, una tragedia humana se desarrolla lejos de los focos de las cámaras y los titulares de prensa internacional. La frase «matar de hambre a los gazatíes» no es solo una metáfora de las adversidades que enfrentan; es una cruda realidad que se vive día a día en este territorio palestino. Detrás de cada estadística y cada informe, hay historias de supervivencia, desesperación y una lucha constante por la dignidad. Esta situación, marcada por restricciones severas a la ayuda humanitaria y una economía devastada por el conflicto, pone de manifiesto una crisis humanitaria que demanda la atención del mundo.

La historia de esta crisis se narra a través de los ojos de Tania Krämer y Hazem Balousha, quienes, desde Jerusalén y Amán respectivamente, construyen un desgarrador reportaje para la Deutsche Welle de Alemania titulado: “Gaza: peligro de hambruna debido a restricciones de ayuda”. En su trabajo, destacan la imposibilidad de acceder de manera independiente a Gaza para los periodistas extranjeros, lo que subraya la dificultad de obtener una narrativa completa y no filtrada de la situación. Las organizaciones de ayuda internacional alertan sobre medio millón de personas en Gaza que enfrentan el hambre y la muerte por falta de alimentos, especialmente crítica en el norte del territorio.

Matar de hambre a los gazatíes

La narrativa de Abu Ahmad, un padre de seis hijos que decidió quedarse en la Ciudad de Gaza con dos de sus hijos tras la orden del Ejército de Israel de trasladarse hacia el sur en octubre de 2023, es emblemática de la lucha por la supervivencia en Gaza. La aparición esporádica de harina en el mercado a precios «accesibles, de algún modo», y la recepción de una pequeña caja de ayuda humanitaria lanzada por aviones el 2 de marzo de 2024, ilustran los esfuerzos desesperados por sostener la vida en condiciones extremas. A pesar de estas ayudas, Ahmad asegura que «está lejos de ser suficiente» y describe el profundo sufrimiento en el norte de Gaza.

Lula da Silva
La destrucción de cultivos e instalaciones ganaderas ha roto completamente la cadena local de producción de alimentos, exacerbando la crisis alimentaria. En el sur de Gaza, la situación es igualmente grave, con 1.4 millones de personas buscando refugio en Rafah. Ilustración MidJourney

El recurso al lanzamiento aéreo de paquetes de alimentos, suministros médicos y comidas preparadas por la Fuerza Aérea de Jordania y otros países, incluidos Estados Unidos, resalta la insuficiencia de la distribución de bienes y ayuda humanitaria por camiones. Mientras tanto, los continuos bombardeos y combates en la Franja de Gaza, junto con los esfuerzos por lograr un nuevo alto al fuego entre Israel y la organización radical islamista Hamás, complican aún más la situación. Los civiles atrapados en la guerra tienen la percepción que morir de hambre o matar de hambre a los gazatíes es una estrategia en se les inflige.

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Hojas de malva silvestre

La descripción de las comidas basadas en khoubiza, un plato hecho con hojas de malva silvestre o cualquier otro vegetal disponible, habla de la precariedad alimentaria que enfrentan los gazatíes. Esta situación se agrava por los informes de disputas por los escasos suministros y recursos, donde incluso el saqueo de casas abandonadas o bombardeadas se ha convertido en una estrategia de supervivencia.

El contexto más amplio del conflicto incluye el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de 1.200 personas en el sur de Israel y el secuestro de más de 240 personas. La respuesta de Israel, con el lanzamiento de un operativo militar de represalia y la promesa de derrotar a Hamás, ha tenido un costo devastador: más de 30.400 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud dirigido por Hamás, y grandes zonas de Gaza han quedado en ruinas. Ahora la posibilidad de morir se incrementa, porque al estrangular el acceso a os alimentos, matar de hambre a los gazatíes podría ser la materialización de una táctica de guerra asimétrica.

Morir frente a la comida

Los informes contradictorios sobre el convoy de camiones que transportaba bienes hacia el norte de Gaza el 29 de febrero y los disparos de las fuerzas israelíes sobre palestinos que esperaban la llegada de la ayuda humanitaria, resaltan la complejidad y los desafíos de proporcionar asistencia en medio del conflicto. La declaración del Consejo de Seguridad de la ONU el 2 de marzo, expresando preocupación por los «alarmantes niveles de inseguridad alimentaria aguda» y urgiendo a facilitar la entrega de asistencia humanitaria, subraya la urgencia de la situación.

Lula da Silva
Los informes contradictorios sobre el convoy de camiones que transportaba bienes hacia el norte de Gaza el 29 de febrero y los disparos de las fuerzas israelíes sobre palestinos que esperaban la llegada de la ayuda humanitaria, resaltan la complejidad y los desafíos de proporcionar asistencia en medio del conflicto. Ilustración MidJourney.

A pesar de los esfuerzos internacionales y las declaraciones de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, sobre la necesidad de que Israel aumente significativamente el flujo de ayuda, la realidad en el terreno es desalentadora. Las acusaciones de Israel de que Hamás saca ventaja de la ayuda humanitaria, y los retos logísticos y de seguridad en la entrega de asistencia, complican aún más el panorama. Frente a toda revisión, matar de hambre a los gazatíes podría estar en e tablero de operaciones israelí, una fuerza militar que ha demostrado que está dispuesta a cumplir con su propósito de destruir a Hamás, a toda costa.

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Operaciones capciosas

La destrucción de cultivos e instalaciones ganaderas ha roto completamente la cadena local de producción de alimentos, exacerbando la crisis alimentaria. En el sur de Gaza, la situación es igualmente grave, con 1.4 millones de personas buscando refugio en Rafah. Las historias de familias desplazadas, como la de Jamil Gherbawi, que sobreviven gracias a la ayuda de la UNRWA y otras agencias, reflejan la magnitud del desastre humano.

Este reportaje, basado en el contexto proporcionado y los testimonios recogidos, ilustra la difícil elección entre morir de hambre o matar de hambre a los gazatíes. Cada palabra y cada historia subrayan la necesidad imperante de encontrar soluciones humanitarias duraderas y justas que pongan fin a este ciclo de violencia y sufrimiento. La pregunta retórica que plantea el título se convierte así en un llamado a la conciencia global: ¿Hay realmente alguna diferencia entre morir de hambre o matar de hambre? La respuesta yace en la capacidad de la comunidad internacional para movilizarse efectivamente en pos de la paz y la justicia para todos los habitantes de Gaza.

 

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