Arabia Saudita y sus vecinos del golfo invierten fuerte en Occidente

La gran capacidad financiera de Arabia Saudita es innegable. A través del Fondo Saudí de Inversión Pública (FPI), el país ha desempeñado un papel esencial en respaldar a empresas occidentales en crisis. Y no están solos en esta empresa. Sus vecinos, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar, también han seguido una trayectoria similar, mostrando la cohesión estratégica de los estados del Golfo en el ámbito económico.

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La economía global, siempre interconectada y compleja, ha sido testigo de una serie de movimientos financieros y políticos que demuestran la influencia en constante crecimiento de los estados árabes del Golfo en el panorama financiero occidental. Arabia Saudí, con su vasta riqueza proveniente de los hidrocarburos, ha estado buscando oportunidades de inversión en el occidente, especialmente en momentos de crisis.

Arabia Saudita
Muvhas empresas en crisis han sido rescatadas por estas naciones y sus fondos de inversión. Ilustración MidJourney

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La sorpresa no radica en el hecho de que estos países inviertan en el exterior, sino en el tipo y momento de sus inversiones. En el apogeo de la crisis financiera de 2008/9, cuando muchas economías occidentales estaban en picada y las empresas buscaban desesperadamente apoyo financiero, estos fondos soberanos del Golfo intervinieron. No se dejaron intimidar ni por la magnitud de la crisis ni por la caída de los precios del petróleo que afectaba sus propias economías.

Eckart Woertz, director del Instituto GIGA de Estudios sobre Oriente Medio, comenta a DW: «Los fondos soberanos del Golfo pueden invertir grandes sumas de manera poco burocrática, sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles. A menudo han demostrado ser los salvadores de muchas empresas». Esto demuestra que, más allá de ser meros actores pasivos en el escenario económico mundial, estos estados del Golfo, como Arabia Saudita, han evolucionado para convertirse en importantes protagonistas en la economía global.

El dinero va a donde quieren

Al observar el tipo de inversiones realizadas, es evidente que estos fondos no están limitando su alcance a un sector particular. Desde la tecnología hasta el entretenimiento, las inversiones del Golfo se han diversificado enormemente. Arabia Saudita, por ejemplo, ahora tiene participaciones en empresas tan variadas como Nintendo, Uber y Boeing. Además, su influencia ha llegado al deporte, con inversiones en el Newcastle United Football Club y, más recientemente, en el PGA Tour de golf a través de una polémica fusión con el LIV Golf.

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Sin embargo, estas inversiones no han estado exentas de críticas. Grupos de derechos humanos han expresado su preocupación, especialmente en relación con la reciente fusión en el PGA Tour. Estos críticos argumentan que el capital del Golfo a menudo viene con condiciones y puede ser utilizado como un medio para lavar la imagen de estos países en el escenario mundial, desviando la atención de cuestiones internas relacionadas con los derechos humanos.

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Las acciones se han transformado en oportunidades de crecimiento. Ilustración MidJourney

Una visión a largo plazo

Dr. Leila Benali, experta en energía y política del Medio Oriente, opina que «aunque estas inversiones pueden ser vistas con escepticismo por algunos, no podemos ignorar que son una manifestación de la visión a largo plazo de estos estados. Están diversificando sus economías y asegurando su posición en el tablero global».

A nivel gubernamental, las reacciones han sido mixtas. Mientras que algunos gobiernos occidentales han acogido con satisfacción la inyección de capital, otros han expresado preocupaciones sobre la seguridad nacional y la posibilidad de que estos fondos ejerzan una influencia indebida en la política y economía locales.

Según Amir Khoury, historiador especializado en la interacción entre el Medio Oriente y Occidente, «esta no es la primera vez que vemos a potencias externas invirtiendo en economías en crisis. Lo que es único en este caso es la magnitud de la inversión y el cambio de poder que representa. Los estados del Golfo, como Arabia Saudita, ya no son solo vendedores de petróleo; son inversores y actores clave en la economía global».

Diversificación

Estos movimientos financieros tienen un peso relevante en el ámbito global. Los datos estadísticos revelan que las inversiones realizadas por estos estados en Occidente suman varios miles de millones de dólares.

Las participaciones abarcan una variedad de sectores: desde el entretenimiento con inversiones en Nintendo, hasta la movilidad con apuestas en Uber; de la aeronáutica con acciones en Boeing, hasta el deporte, donde el Reino de Arabia Saudita ha adquirido participaciones en el Newcastle United Football Club.

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