EE.UU. gestiona una Alianza de Seguridad del Pacífico para influir en el Mar Meridional de China

En un movimiento estratégico sin precedentes, Estados Unidos está liderando la formación de la «Alianza de Seguridad del Pacífico», un esfuerzo conjunto con naciones asiáticas clave como Japón y Filipinas, destinado a fortalecer la influencia y la estabilidad en el Mar Meridional de China. Este desarrollo esencial busca reconfigurar la arquitectura de seguridad en la región, tradicionalmente dominada por acuerdos bilaterales, hacia un enfoque más colectivo y multilateral.

Ariel Cohen, miembro senior no residente del Centro Eurasia del Atlantic Council y parte del Consejo de Relaciones Exteriores, junto con Wesley Alexander Hill, analista principal y gerente de programas internacionales para el Programa de Energía, Crecimiento y Seguridad del Centro Internacional de Impuestos e Inversiones, han explorado este tema en un artículo publicado en The Hill, titulado: “Se está formando una ‘OTAN de Asia Oriental’”.

Alianza de Seguridad del Pacífico

El pasado 11 de abril, Washington acogió una cumbre trilateral que marcó un punto de inflexión en la seguridad de Asia Oriental. La reunión no solo simbolizó un cambio en la estrategia estadounidense, sino que también puso las bases para lo que podría ser un cambio dramático en el equilibrio de poder entre China y Estados Unidos en la región. Anteriormente, la seguridad en Asia Oriental se mantenía principalmente a través de una serie de pactos bilaterales. Ahora, se está gestando un enfoque de «red», buscando la cooperación intrarregional además de los lazos bilaterales.

Alianza de Seguridad del Pacífico
La «Alianza de Seguridad del Pacífico» es un concepto emergente que va más allá de la simple cooperación bilateral. Este nuevo enfoque busca integrar a múltiples naciones en un marco cohesivo de seguridad que podría compararse con una “OTAN de Asia Oriental”. Ilustración MidJourney

La «Alianza de Seguridad del Pacífico» es un concepto emergente que va más allá de la simple cooperación bilateral. Este nuevo enfoque busca integrar a múltiples naciones en un marco cohesivo de seguridad que podría compararse con una “OTAN de Asia Oriental”. La alianza no solo incluiría a los jugadores tradicionales como Japón y Filipinas, sino que también se extendería a otros actores regionales como Vietnam, que recientemente ha mejorado sus lazos de seguridad con Estados Unidos, superando su previa reluctancia debido a las preocupaciones de provocar a China, su principal socio comercial.

Los desafíos que enfrenta la región son numerosos y variados. Desde la agresiva postura de China en el Mar Meridional de China hasta las incursiones aéreas sin previo aviso en zonas de identificación de defensa aérea, la región ha estado bajo una constante presión. La necesidad de una respuesta coordinada y robusta es más crítica que nunca. Este creciente alineamiento entre Japón y Corea del Sur, que históricamente han tenido dificultades para colaborar, subraya el cambio de actitud hacia un enfoque más unificado frente a las amenazas comunes.

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Vigilancia aérea e Inteligencia

Además, las recientes iniciativas como la cooperación aérea trilateral y el intercambio de información en tiempo real sobre actividades militares son indicativos de una integración militar más profunda. Estos esfuerzos son esenciales para construir una plataforma de defensa colectiva capaz de contrarrestar las tácticas cada vez más agresivas de China, como el uso de cañones de agua contra buques filipinos y la expansión militar en territorios disputados.

Mirando hacia el futuro, es crucial que la próxima administración estadounidense, independientemente de su orientación política, continúe apoyando y expandiendo esta Alianza de Seguridad del Pacífico. La cooperación no debe ser solo militar, sino también económica y política, asegurando que todos los miembros contribuyan equitativamente a la seguridad regional. La creación de una alianza robusta que pueda compartir eficazmente la carga económica, logística y de defensa cambiará el paradigma de seguridad en Asia Oriental y más allá.

Seguridad en toda Asia Oriental

Este audaz giro en la política exterior de Estados Unidos representa un reconocimiento de los desafíos emergentes y un compromiso renovado con la estabilidad regional. La «Alianza de Seguridad del Pacífico» no solo es una herramienta para influir en el Mar Meridional de China, sino una piedra angular para la paz y la seguridad en toda Asia Oriental. Con el apoyo adecuado y una visión clara, esta alianza tiene el potencial de transformar radicalmente las dinámicas de poder y ofrecer una disuasión más efectiva contra las ambiciones expansionistas en la región.

Es imperativo que las naciones involucradas en la «Alianza de Seguridad del Pacífico» sigan avanzando en esta dirección, consolidando una estructura que no solo se enfoque en la capacidad militar, sino también en la diplomacia activa y en la construcción de una comunidad política más integrada. La colaboración en áreas como inteligencia, logística y reconocimiento espacial deberá ser profundizada, utilizando la avanzada tecnología y la capacidad operativa de Estados Unidos para apoyar a sus aliados.

A medida que la alianza se fortalece, también lo hace la posición de Estados Unidos como un líder comprometido con la estabilidad y la paz en Asia. Este cambio de enfoque de una política de «eje y radios» a una más integrada y colaborativa podría ser la clave para una seguridad sostenible y de largo plazo en la región.

Vietnam está en la lista

En este sentido, la Alianza de Seguridad del Pacífico está en una posición única para contrarrestar las tácticas agresivas y a menudo provocativas de China. Con el Mar Meridional de China siendo un punto crítico, la alianza puede desempeñar un papel vital en la promoción de una navegación segura y abierta, protegiendo los derechos de todos los estados conforme al derecho internacional.

Alianza de Seguridad del Pacífico
Es imperativo que las naciones involucradas en la «Alianza de Seguridad del Pacífico» sigan avanzando en esta dirección, consolidando una estructura que no solo se enfoque en la capacidad militar, sino también en la diplomacia activa y en la construcción de una comunidad política más integrada. Ilustración MidJourney.

La inclusión de naciones como Vietnam, que históricamente ha mantenido una relación compleja con China, señala un cambio notable en la estrategia regional. Esta evolución refleja una mayor disposición de los países del Sudeste Asiático para enfrentar colectivamente los desafíos regionales, minimizando el riesgo de dominación unilateral por parte de cualquier actor estatal, en particular China.

Además, la alianza tiene el potencial de fomentar una mayor cooperación económica entre sus miembros, desafiando las iniciativas de influencia económica de China, como la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. El fortalecimiento de los lazos económicos dentro de la alianza podría ser una respuesta eficaz para asegurar que las economías de los países miembros sean robustas y menos dependientes de Beijing.

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Indo-Pacífico libre de coerción

Finalmente, es crucial que la comunidad internacional, y en particular las naciones que forman parte de la «Alianza de Seguridad del Pacífico», mantengan un compromiso firme y constante para garantizar que la región del Indo-Pacífico permanezca libre de coerción y abierta a todas las naciones. El liderazgo de Estados Unidos en este esfuerzo no solo es fundamental para los intereses de seguridad nacional, sino también para el mantenimiento de un equilibrio de poder que favorezca la libertad y la estabilidad global.

El establecimiento de la «Alianza de Seguridad del Pacífico» es, por lo tanto, no solo una respuesta a los desafíos inmediatos, sino también una inversión estratégica en un futuro de paz y prosperidad para Asia Oriental y el mundo. Este enfoque multilateral hacia la seguridad regional garantiza que ninguna nación pueda dictar los términos de la paz y la estabilidad en la región, promoviendo un ambiente de cooperación y respeto mutuo entre las naciones.

Así, con su creación y evolución continua, la «Alianza de Seguridad del Pacífico» está configurada para ser una piedra angular de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos en Asia, y un modelo para otros esfuerzos de cooperación regional en todo el mundo.

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