Nivelan el terreno para consolidar la Cumbre de Joe Biden y Xi Jinping

La antesala a una cumbre Joe Biden y Xi Jinping está en baño de María. En los recintos bien iluminados y con decoración sosegada de la misión china ante las Naciones Unidas, en Nueva York, el tono fue diplomático y matizado. Las palabras, cuidadosamente medidas, reflejaban un deseo mutuo de redirigir una de las relaciones bilaterales más esenciales y complejas del mundo. El anhelo de una relación madura entre Washington y Pekín ha sido una constante en las narrativas diplomáticas recientes. Y ahora, parece que ambos gigantes buscan volver a las raíces de una amistad que ha resistido muchos altibajos a lo largo de las décadas.

Los datos estadísticos muestran que China y Estados Unidos son las dos economías más grandes del mundo, con un PIB combinado de más de 30 billones de dólares. Según la Organización Mundial del Comercio, entre ambos, representan el 40% del comercio mundial. Una relación tensa, por tanto, no solo es problemática para ambos países sino para el equilibrio económico y político global.

Joe Biden y Xi Jinping
China y los Estados Unidos están llamados a tener unas relaciones maduras. Ilustración MidJourney

Joe Biden y Xi Jinping

La reunión entre Antony Blinken, el Secretario de Estado de Estados Unidos, y Han Zheng, el Vicepresidente de China, podría simbolizar un inicio hacia la restauración de ese equilibrio. El Consejo de Relaciones Exteriores, un organismo de expertos en política internacional, ha señalado que «la cooperación entre estas dos potencias es esencial para abordar desafíos globales, desde el cambio climático hasta la seguridad internacional».

También puedes leer: Confesiones desde un Starbucks: ¿A quién le preocupan los países en desarrollo?

La historia muestra que las relaciones sino-americanas han experimentado momentos de cercanía y alejamiento. Según el historiador Dr. Yue Li de la Universidad de Harvard, «desde los días del presidente Nixon y el líder chino Mao Zedong, hemos visto cómo la cooperación puede llevar a periodos de estabilidad global. Sin embargo, desacuerdos en áreas clave, como derechos humanos o territoriales, han llevado a momentos de fricción».

El énfasis actual en el diálogo es un intento de ambas naciones de evitar un nuevo «descenso» en sus relaciones. La serie de reuniones entre altos funcionarios de ambas naciones, que culminaría en una posible cumbre entre Joe Biden y Xi Jinping, busca redirigir la conversación a temas de mutuo interés y alejarse de las confrontaciones.

Socios que están en diálogo

En un comentario reciente, el Instituto de Estudios Internacionales de Pekín destacó que «China ve a Estados Unidos no como un adversario, sino como un socio con el que se pueden resolver diferencias a través del diálogo». La reciente reunión en Malta sobre Taiwán y Ucrania y las visitas de altos funcionarios estadounidenses a Pekín son indicativos de esta postura.

Si bien las áreas de tensión persisten, como los recientes hallazgos de globos espías y la contienda en torno a Taiwán, el tono actual sugiere un deseo de encontrar puntos de convergencia antes que de exacerbación. La cumbre del APEC en San Francisco podría ser el escenario para consolidar esta tendencia. Todo esto se muestra como un avance y da forma a un cara a cara entre Joe Biden y Xi Jinping.

Joe Biden y Xi Jinping
Una cumbre entre Joe Biden y Xi Jinping, sería un gesto de templanza para el mundo. Ilustración MidJourney

Libres de micrófonos

La diplomacia, en palabras de Blinken, cara a cara, ofrece la oportunidad de trabajar juntos en temas controvertidos y explorar áreas de colaboración. Con el mundo mirando atentamente, la estabilidad de la relación sino-americana no es solo una cuestión bilateral, sino un imperativo global. Y, a medida que las dos superpotencias buscan redefinir su amistad, la esperanza es que el resultado beneficie a todos en el escenario mundial.

También puedes leer: Detrás del telón: Asuntos clandestinos en a Amazonia que poco se saben

El ambiente global actual requiere más que nunca un acercamiento entre Washington y Pekín. Ante la amenaza constante del cambio climático, la recuperación económica post-pandemia y los desafíos tecnológicos, la colaboración se convierte no solo en un lujo sino en una necesidad. Anna Shao, analista política del Centro de Estudios Asiáticos en San Francisco, menciona: “La historia ha mostrado que cuando Estados Unidos y China trabajan juntos, los resultados pueden ser beneficiosos no solo para ellos sino para la comunidad internacional. Ahora, enfrentamos retos globales que requieren respuestas globales y un encuentro entre Joe Biden y Xi Jinping sería el lauro de esta justa».

Adicionalmente, el reciente auge de naciones emergentes y la reconfiguración del orden mundial requieren una alianza firme entre estos dos gigantes. Según el Dr. Marcus Tan, experto en geopolítica del Instituto de Relaciones Internacionales de Sydney, «China y Estados Unidos tienen la capacidad de establecer normas y estándares en muchas áreas, desde comercio hasta tecnología. Si estos dos países pueden encontrar un terreno común y colaborar, la probabilidad de un mundo más estable y predecible aumenta considerablemente». En este entramado de intereses y desafíos, la dirección que tomen las relaciones sino-americanas determinará en gran medida el curso del siglo XXI.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí