Bloques de presión anti-Trump toman las atalayas de la nación y se ponen a la ofensiva

Una coalición emergente de bloques de presión anti-Trump ha tomado posiciones estratégicas a lo largo de la nación y se prepara para una ofensiva sin precedentes. Estos grupos, temerosos de una posible segunda presidencia de Donald J. Trump, están implementando medidas extraordinarias para contrarrestar lo que perciben como una amenaza directa a la democracia estadounidense. Desde la preparación de demandas hasta la acumulación de medicamentos para el aborto, estas organizaciones están decididas a no ser sorprendidas nuevamente, como ocurrió en 2016.

Charlie Savage, Reid J. Epstein, Maggie Haberman y Jonathan Swan, reporteros deCharlie Savage, han documentado exhaustivamente estos esfuerzos en su reciente artículo titulado: “La resistencia a una nueva administración Trump ya ha comenzado”. Savage, radicado en Washington, cubre temas de seguridad nacional y política legal; Epstein se enfoca en la campaña de reelección de Biden y la política demócrata; Haberman es corresponsal político senior y cubre las elecciones presidenciales de 2024; y Swan sigue la campaña presidencial de Trump, habiéndolo cubierto por más de ocho años. Su trabajo revela una red de funcionarios demócratas, activistas progresistas y ex republicanos que están tomando acciones preventivas para enfrentar una posible administración Trump.

Ánimos anti-Trump

La preocupación por una segunda presidencia de Trump se basa en sus promesas de llevar a cabo deportaciones masivas, utilizar el Departamento de Justicia para vengarse de sus adversarios y enviar tropas federales a ciudades demócratas. Estas intenciones, que muchos consideran con tintes autoritarios, han llevado a la coalición anti-Trump a planificar con anticipación. Joanna Lydgate, directora ejecutiva del Centro de Democracia Unida de Estados Unidos, enfatiza la gravedad de la situación: “Trump ha dejado en claro que ignorará la ley y pondrá a prueba los límites de nuestro sistema”.

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Entre las medidas concretas que se están tomando, el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, ha asegurado un suministro de pastillas de mifepristona, que se almacenan en un lugar seguro para garantizar el acceso al aborto en su estado en caso de que una administración Trump intente prohibir su distribución. Ilustración MidJourney

Entre las medidas concretas que se están tomando, el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, ha asegurado un suministro de pastillas de mifepristona, que se almacenan en un lugar seguro para garantizar el acceso al aborto en su estado en caso de que una administración Trump intente prohibir su distribución. Inslee comentó: “Lo tenemos físicamente en el estado de Washington, lo que podría impedir que él y sus fuerzas anti-aborto prohíban su distribución”.

Estrategias de los detractores

La planificación preventiva de los bloques anti-Trump no se limita a la acumulación de recursos. Organizaciones como Protect Democracy, liderada por Ian Bassin, están delineando estrategias para defender el autogobierno estadounidense. Bassin subraya que este no es un enfrentamiento político ordinario, sino una lucha por proteger aspectos fundamentales de la democracia frente a un aspirante a autócrata. De igual manera, Anthony Romero, director de la ACLU, ha detallado que su organización está preparada para enfrentarse a cualquier política que amenace los derechos individuales y el Estado de derecho bajo una segunda administración Trump.

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La urgencia y la escala de estas preparaciones no tienen precedentes. En contraste con elecciones anteriores, donde la planificación se centraba principalmente en ganar y desarrollar planes de política, ahora la coalición anti-Trump se prepara para una resistencia activa. La experiencia adquirida entre 2017 y 2021, especialmente después del motín del Capitolio el 6 de enero de 2021, ha reforzado su determinación. Los líderes de estos grupos están convencidos de que una segunda Casa Blanca de Trump sería más radical y efectiva, y están decididos a no ser tomados por sorpresa nuevamente.

Resistencia postelectoral

Un ejemplo de la colaboración en curso se vio a principios de esta semana, cuando representantes de 50 organizaciones de derechos de los inmigrantes se reunieron en Phoenix para planificar estrategias de resistencia postelectoral. Kica Matos, presidenta del Centro Nacional de Leyes de Inmigración, describió cómo estas reuniones se centran en prepararse para posibles políticas de deportación masiva y campos de detención propuestos por Trump. La colaboración también se extiende a grupos conservadores anti-Trump, como Principios Primero, que están organizando conferencias para discutir cómo resistir líderes autoritarios en todo el mundo.

Maurice Mitchell, líder del Partido de las Familias Trabajadoras, destaca la importancia de aprender del pasado para enfrentar el futuro. Según Mitchell, los activistas están decididos a estar preparados si Trump retoma el poder, utilizando todas las lecciones aprendidas durante su primera administración para resistir de manera efectiva. Esta determinación se refleja en la preparación de nuevas oleadas de litigios, una táctica que demostró ser eficaz durante la primera administración Trump.

Conflicto en 63 escenarios

Anthony Romero de la ACLU ha revelado que su organización ha identificado 63 escenarios en los que una nueva administración Trump podría amenazar los derechos individuales. La ACLU está redactando posibles demandas en cuatro áreas clave: represión contra inmigrantes no autorizados, acceso al aborto, despidos de funcionarios públicos por razones políticas y el uso de tropas para reprimir protestas. Romero enfatiza que esta preparación anti-Trump no se trata de una simple disputa política, sino de defender los derechos fundamentales y el Estado de derecho.

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Maurice Mitchell, líder del Partido de las Familias Trabajadoras, destaca la importancia de aprender del pasado para enfrentar el futuro. Según Mitchell, los activistas están decididos a estar preparados si Trump retoma el poder, utilizando todas las lecciones aprendidas durante su primera administración para resistir de manera efectiva. Ilustración MidJourney.

La política de inmigración ha sido uno de los focos principales de resistencia. Durante la primera administración Trump, la indignación por la separación de niños de sus padres en detención de inmigrantes y la prohibición de viaje a ciudadanos de países de mayoría musulmana movilizó a grupos de derechos de los inmigrantes. Ahora, con un contexto político cambiado y una oleada post-Covid de inmigrantes que buscan asilo, estos grupos están anticipando políticas aún más draconianas y están planificando en consecuencia.

Modelos de respuesta rápida

El Centro Nacional de Leyes de Inmigración ha estado trabajando en coordinación con otros grupos para replicar modelos de respuesta rápida a nivel nacional. Estos modelos incluyen la movilización de voluntarios para documentar redadas de inmigración y actuar en caso de violaciones de derechos. Matos señala que la planificación también contempla la posibilidad de ataques más intensos contra defensores de los derechos de los inmigrantes, desde amenazas de muerte hasta violencia real.

Otro centro de planificación de resistencia es Democracy Forward, que ha desarrollado una matriz de amenazas de 15 páginas que cubre temas desde el aborto hasta la militarización del gobierno. Skye Perryman, su directora ejecutiva, ha explicado que están redactando posibles demandas y reclutando demandantes que puedan representar legalmente sus casos en los tribunales. Este esfuerzo se complementa con la formación de alianzas estatales para coordinar acciones a nivel local.

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Los gobernadores demócratas han tomado la delantera en esta preparación anti-Trump. Gavin Newsom de California fundó la Reproductive Freedom Alliance para coordinar estrategias de acceso al aborto y otros temas entre 23 gobernadores demócratas. Esta alianza ha sido pionera en modelos de coordinación que podrían replicarse en otras áreas como la inmigración y la seguridad.

Reservas de mifepristona

En el estado de Washington, Inslee ha asegurado reservas de mifepristona para protegerse contra posibles restricciones federales. Sus asistentes argumentan que la FDA carece de autoridad para restringir el uso de estas reservas si no cruzan fronteras estatales. Esta acción es parte de una estrategia más amplia de los estados demócratas para estar preparados ante cualquier eventualidad bajo una posible administración Trump.

En el Centro Brennan para la Justicia, la planificación se centra en los derechos de voto y la Ley de Insurrección. Michael Waldman, presidente del centro, explica que están planificando escenarios tanto para una victoria de Biden como de Trump, con el objetivo de fortalecer la libertad de voto y limitar el abuso de poder.

La coalición anti-Trump está decidida a no ser tomada por sorpresa nuevamente. Con una combinación de litigios, acumulación de recursos y colaboración entre estados y organizaciones, están preparando una resistencia coordinada y eficaz. La posibilidad de una segunda presidencia de Trump ha unificado a diversos grupos en su esfuerzo por proteger la democracia estadounidense y sus valores fundamentales.

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