En el mundo de las criptomonedas, las disputas no solo se libran en los mercados, sino también en los pasillos del poder. La rivalidad entre Circle y Tether ha alcanzado niveles de confrontación que recuerdan más a una guerra corporativa sin reglas que a una simple competencia de mercado. A medida que los gobiernos buscan regular el sector y las grandes fortunas se alinean con uno u otro bando, esta batalla se ha convertido en una lucha por el control del futuro financiero digital. Desde las oficinas de Boston hasta las calles de Lugano, el enfrentamiento entre estas dos compañías es un reflejo del choque entre dos visiones irreconciliables sobre el dinero digital.
El presente reportaje, titulado: “Circle y Tether: una riña de criptomonedas en la que vale todo”, es una adaptación de la investigación original de Angus Berwick, periodista de The Wall Street Journal especializado en criptomonedas y delitos financieros. Berwick, reconocido con prestigiosos premios en el ámbito del periodismo económico, publicó recientemente un artículo titulado: “Los titanes que luchan por el control del futuro de las criptomonedas”, en el que exponen la feroz competencia entre las dos principales compañías emisoras de monedas estables. En su investigación, publicada en el Wall Street Journal, Berwick analiza cómo el aumento de las criptomonedas ha puesto en conflicto a poderosos actores financieros, vinculados incluso con la administración de Donald Trump y los organismos reguladores internacionales.
Distancias entre Circle y Tether
Desde su fundación, Circle y Tether han tenido objetivos muy diferentes, aunque ambos han jugado un papel clave en la industria de las criptomonedas. Tether, controlado por el enigmático multimillonario italiano Giancarlo Devasini, se ha convertido en la piedra angular del ecosistema cripto gracias a su moneda estable USDT, que se utiliza en cuatro de cada cinco transacciones de criptomonedas a nivel mundial. Sin embargo, su éxito ha ido acompañado de constantes acusaciones de opacidad financiera, evasión regulatoria y vínculos con actividades ilícitas. Del otro lado de la tienda está Circle, la empresa fundada por Jeremy Allaire, quien ha apostatado por una estrategia opuesta: trabajar dentro del sistema financiero tradicional para que su USD Coin (USDC) se convierta en la moneda estable preferida de gobiernos y grandes corporaciones.

Las diferencias entre los líderes de Circle y Tether reflejan un contraste casi cinematográfico. Devasini, un ex cirujano plástico que incursionó en la importación de productos electrónicos antes de descubrir el potencial de las criptomonedas, ha construido un imperio basado en la disrupción y el desafío a las reglas establecidas. Con su sudadera con capucha y su estilo austero, se ha convertido en el enemigo declarado de la regulación financiera. Por su parte, Allaire es un empresario de la vieja escuela, con un pasado en Silicon Valley y un enfoque que lo ha llevado a ser un interlocutor frecuente en el Congreso de Estados Unidos y en foros como el Foro Económico Mundial de Davos.
Trump sube las hornallas
Las tensiones entre Circle y Tether han escalado en los últimos años, especialmente a medida que las criptomonedas se han convertido en un tema central en la agenda política de Washington. Con el respaldo de gigantes como BlackRock, Goldman Sachs y Fidelity, Allaire ha presionado para que los reguladores estadounidenses impongan restricciones a Tether, argumentando que su falta de transparencia representa un riesgo para la estabilidad del sistema financiero. Estas presiones han dado frutos: en diciembre, la Unión Europea aprobó una ley que restringe el uso de USDT en sus mercados, y en Estados Unidos se han presentado proyectos de ley con medidas similares.
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Pero Tether no se ha quedado de brazos cruzados. Con una red de aliados que incluye al secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick y otras figuras influyentes en Wall Street, Devasini ha movilizado esfuerzos para frenar la ofensiva de Circle. Lutnick, cuya firma Cantor Fitzgerald gestiona gran parte de las reservas de Tether, ha trabajado en contra de la legislación promovida por Allaire. Además, Tether ha lanzado campañas para desacreditar a sus críticos, acusando a Circle de actuar como un título de los bancos tradicionales para sofocar la innovación en el sector cripto.
¿Regular o flexibilizar?
La administración Trump ha jugado un papel clave en este enfrentamiento. En un intento por consolidar el liderazgo de Estados Unidos en la industria cripto, Trump ha impulsado políticas favorables al sector, incluyendo la creación de una reserva estratégica de criptomonedas. Sin embargo, esta política también ha exacerbado la lucha entre Circle y Tether, ya que, aunque en teoría favorece al sector en su conjunto, las regulaciones resultantes podrían poner en peligro la posición de Tether, cuyo modelo de negocio depende de la flexibilidad legal que le otorgan sus operaciones en el extranjero.
La presión sobre Tether ha aumentado aún más con las investigaciones del Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que analizan si la compañía ha facilitado el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Estas acusaciones, aunque negadas por Tether, han dado más argumentos a los defensores de una regulación estricta del sector. Por su parte, Circle ha aprovechado la situación para reforzar su narrativa de que su moneda estable, USDC, es la alternativa segura y confiable a Tether.

Tether: 1 a 1 con el dólar
A pesar del creciente cerco regulatorio, Tether sigue dominando el mercado. Su moneda estable se ha mantenido como la más utilizada en el ecosistema cripto, generando ingresos que duplican los de gigantes financieros como BlackRock. La empresa ha asegurado que sus reservas respaldan completamente la paridad 1:1 de su moneda con el dólar, aunque sus detractores han cuestionado repetidamente la veracidad de estas afirmaciones. Mientras tanto, Circle ha intentado expandir su presencia en el mercado global, forjando alianzas estratégicas con gobiernos y bancos centrales que buscan digitalizar sus sistemas monetarios.
El choque entre Circle y Tether es, en última instancia, un reflejo de una batalla más grande: la lucha por definir el futuro del dinero digital. ¿Prevalecerá un modelo descentralizado, sin ataduras a los gobiernos y reguladores, como el que representa a Tether? ¿O se impondrá la visión de Circle, que busca integrar las criptomonedas dentro del sistema financiero tradicional? La respuesta a estas preguntas podría determinar el rumbo de una industria que, con un valor de mercado de 3 billones de dólares, se ha convertido en uno de los ejes del debate económico global.
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Por ahora, la guerra entre Circle y Tether continúa sin tregua. Con millones de dólares en juego, el respaldo de poderosos aliados y una batalla regulatoria en pleno desarrollo, el enfrentamiento entre estas dos compañías está lejos de resolverse. Lo único seguro es que, en esta lucha de titanes, no hay reglas claras y todo vale en la pelea por el dominio del futuro financiero digital.