En la foto del político ideal de Eduardo Fernández casi nadie aparece: ¿Tú si encajas?

El político ideal, según Eduardo Fernández, no es alguien que esté buscando fama, poder o riquezas. En su artículo titulado «El Político», publicado en el diario El Nacional, Fernández trazó una línea clara entre quienes participan en la política por ambición y aquellos que lo hacen por servicio. Pero, ¿quién encaja en esa visión casi utópica del ideal político? Al observar la realidad política venezolana y mundial, parece que pocos caben en esa foto. La reflexión de Fernández sobre el «político ideal» plantea una interrogante incómoda: ¿existen aún esos servidores públicos auténticos? Y si los hay, ¿cómo los distinguimos de aquellos que solo buscan poder y protagonismo?

Eduardo Fernández, conocido como «El Tigre», es un político venezolano con una trayectoria que abarca décadas. Abogado de la Universidad Católica Andrés Bello, con dos maestrías en desarrollo económico y ciencias políticas, Fernández ha ocupado diversos cargos tanto en el ámbito nacional como internacional. Entre sus posiciones más destacadas se encuentran su rol como secretario general de Copei y presidente de la Internacional Demócrata de Centro. En su artículo «El Político», publicado en El Nacional, Fernández se expresa sobre lo que él considera la crisis de valores en la política, una crisis que, en su opinión, se refleja en la falta de líderes comprometidos con el verdadero propósito de la política: servir a los demás.

Dónde está el político ideal

La descripción de Fernández del político ideal contrasta fuertemente con la imagen que la mayoría de la sociedad tiene de los políticos de hoy en día. La política ha sido, y sigue siendo, un terreno donde la ambición personal muchas veces supera el deseo de servicio. Fernández no niega esta realidad, pero señala que dentro de la política aún existen figuras que encarnan esa vocación genuina por el bien común. Estas son personas que, lejos de buscar el aplauso o los privilegios, están comprometidas con el sacrificio y el trabajo duro, todo en nombre de un ideal superior.

El político ideal, tal como lo describe Fernández, es una figura rara y escasa. En su artículo, menciona que muchos políticos se involucran en la vida pública por el deseo de tener. Ilustración MidJourney

El político ideal, tal como lo describe Fernández, es una figura rara y escasa. En su artículo, menciona que muchos políticos se involucran en la vida pública por el deseo de tener. Tener poder, tener riqueza, tener influencia. Este afán materialista es lo que ha dañado la imagen de la política como una profesión noble. Sin embargo, Fernández también habla de un tercer tipo de político: el que entra en la política por el afán de servir. Este es el político ideal, aquel que, en lugar de buscar lo que la política puede ofrecerle a él, se pregunta qué puede ofrecerle él a la política y, en última instancia, a la sociedad.

La mirada socialcristiana

La reflexión de Fernández sobre el ideal político se enmarca en una visión cristiana de la política, donde el servicio al prójimo es el principal motor de la acción política. Citando al Papa Pío XI, quien dijo que la política es la forma más excelsa de caridad, después de la religión, Fernández enfatizó que la verdadera vocación política no es otra cosa que un apostolado, una forma de vida consagrada al bien de los demás. En este sentido, el político ideal no es solo un servidor público, sino también un testigo del amor al prójimo, comprometido con la justicia, la libertad y la dignidad humana.

Tambièn puedes leer: Gustavo Petro es “invitado” a denunciar a quienes dicen quieren defenderlo a punta de dinamita

El político ideal no busca reconocimiento, ni aplausos, ni aparecer en los medios. De hecho, Fernández sugiere que estos políticos son los menos comprendidos y los que más luchan por ser reconocidos en un mundo que valora más el espectáculo que el sacrificio. En el evangelio, Jesús reprende a sus discípulos por discutir sobre quién sería el más importante, y les recuerda que «el que quiera ser el primero debe ser el último de todos y el servidor de todos». Este es el tipo de político que Fernández considera ideal: aquel que, lejos de buscar ser el más importante, se dedica a ser el más humilde y servicial.

Difíciles de encontrar

Lamentablemente, Eduardo Fernández reconoce que el político ideal es una especie rara, y que aquellos que realmente tienen la vocación de servir son pocos y están lejos de ser comprendidos por la mayoría. La política, dice, ha perdido su prestigio precisamente porque los que buscan el poder por razones egoístas han dominado el escenario durante demasiado tiempo. No obstante, sigue creyendo que la política puede recuperar su honorabilidad, pero para eso es necesario que haya más políticos que actúen como verdaderos servidores del pueblo.

El desafío que plantea Fernández es claro: si queremos un cambio en la política, debemos buscar y apoyar a esos pocos que realmente encajan en el perfil del político ideal. No es fácil, porque estos individuos rara vez están en los titulares o en las fotos. Su trabajo muchas veces pasa desapercibido, pero es esencial para reconstruir el tejido social y político de un país como Venezuela, que ha sufrido tantas heridas en las últimas décadas. ¿Quiénes son, entonces, esos políticos ideales que describe Fernández? ¿Existen en la Venezuela de hoy, o en cualquier otro lugar del mundo?

La política, cuando se ejerce correctamente, es una forma de caridad, de amor al prójimo. El ideal político es aquel que no solo busca el bien común, sino que también se compromete con los valores de justicia, libertad y dignidad. Ilustración MidJourney.

La respuesta no es sencilla, pero la reflexión de Fernández ofrece una guía. El político ideal no es aquel que está buscando figurar o mantenerse en el poder. Es alguien que entiende la política como una vocación de servicio, como un llamado a contribuir al bienestar de la sociedad. Estos políticos son los que, en palabras de Fernández, pueden contribuir a levantar el malogrado prestigio de la política. No es una tarea fácil, pero es una tarea necesaria si queremos que la política recupere su sentido original de servicio y solidaridad.

Búsqueda del bien común

En última instancia, la visión de Fernández sobre el ideal político es más que una reflexión sobre la política venezolana; es un llamado universal. La política, cuando se ejerce correctamente, es una forma de caridad, de amor al prójimo. El ideal político es aquel que no solo busca el bien común, sino que también se compromete con los valores de justicia, libertad y dignidad. Si bien estos líderes son raros, Fernández nos recuerda que ellos son la clave para restaurar la fe en la política y en la capacidad de los líderes para hacer el bien.

Tambièn puedes leer: Asilados venezolanos en la Embajada de Argentina siguen activos con planes contra el Estado

¿Encajas tú en esa foto del político ideal que describe Fernández? Quizás no se trate solo de los políticos profesionales, sino también de los ciudadanos que participan en la vida pública, desde cualquier rincón del país, con el mismo afán de servicio. Este ideal político se manifiesta en pequeñas acciones cotidianas, en la disposición de ayudar, de escuchar y de trabajar por un bien común, demostrando que la verdadera política empieza desde lo más cercano y lo más humano.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí