El petróleo, su industria y la academia en Venezuela han comenzado a incorporar la Inteligencia Artificial (IA) en sus procesos, reconociéndola como una herramienta clave para la optimización y modernización de uno de los sectores más estratégicos del país. Desde el ámbito académico hasta las empresas petroleras estatales y privadas, la revolución tecnológica ha despertado un interés creciente en la implementación de algoritmos avanzados, aprendizaje automático y modelos predictivos que buscan mejorar la eficiencia en exploración, extracción y comercialización de los hidrocarburos. Esta tendencia ha cobrado mayor relevancia tras el simposio “Inteligencia Artificial: herramienta de impulso en la transformación del sector hidrocarburos venezolanos”, organizado recientemente por la Universidad Venezolana de los Hidrocarburos (UVH), donde expertos coincidieron en que la IA representa no solo un avance en términos operativos, sino un punto de inflexión en la geopolítica energética del país.
El diplomático y analista internacional Julio César Pineda, articulista del diario El Universal , ha abordado este fenómeno en su reciente publicación titulada: “Inteligencia Artificial, petróleo y su incidencia en la diplomacia” . Con una trayectoria destacada en relaciones internacionales y energía, Pineda sostiene que la IA es la revolución tecnológica más importante de la era moderna y que su aplicación en el sector petrolero venezolano resulta ineludible. Su artículo enfatiza que la implementación de IA en los hidrocarburos debe ir más allá de lo técnico y considerar aspectos geopolíticos, jurídicos y éticos que impactarán el futuro de la industria.
Petróleo, su industria y la academia
El petróleo, su industria y la academia enfrentan una transición crucial que exige adaptación a las nuevas tecnologías. En la cadena de valor de los hidrocarburos, la IA ya se aplica en diversas áreas: desde el procesamiento de datos geológicos para mejorar la perforación de pozos hasta la optimización en la refinación y el transporte del crudo. Empresas en países productores han demostrado que los algoritmos de aprendizaje automático pueden predecir fallas en equipos, evitar accidentes y reducir costos operativos. Para Venezuela, donde la industria ha sido golpeada por sanciones y una disminución en la producción, estas tecnologías podrían representar una oportunidad para recuperar la competitividad y mejorar la rentabilidad del negocio petrolero.

A pesar del avance global en la integración de la IA en el sector energético, Venezuela aún enfrenta desafíos en la adopción de estas herramientas. La formación de profesionales capacitados es una de las principales barreras, razón por la cual el ámbito académico ha intensificado su papel en la difusión y enseñanza de estos conocimientos. En este contexto, la Universidad Venezolana de los Hidrocarburos se ha propuesto desarrollar programas especializados para entrenar a las futuras generaciones de ingenieros, geólogos y economistas en el uso de IA aplicada a la energía. De manera similar, otras universidades nacionales han comenzado a incluir en sus currículos cursos de inteligencia artificial con enfoques en la industria petrolera.
Evaluaciones en tiempo real
El petróleo, su industria y la academia también se han visto influenciados por la creciente digitalización del comercio energético. Las plataformas de IA permiten a las empresas evaluar en tiempo real las fluctuaciones del mercado y tomar decisiones estratégicas basadas en datos precisos. Con la IA, se pueden analizar factores geopolíticos, climáticos y económicos que afectan el precio del crudo, brindando mayor capacidad de respuesta ante cambios en la oferta y demanda global. Esta capacidad predictiva podría ayudar a Venezuela a posicionarse de manera más efectiva en el mercado internacional, maximizando su rentabilidad en un contexto donde la transición energética y las regulaciones ambientales están redefiniendo las reglas del juego.
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El reto no es solo tecnológico, sino también normativo. El petróleo, su industria y la academia deben afrontar la necesidad de marcos legales que regule el uso de la IA en la industria. La ausencia de una legislación clara en Venezuela sobre la automatización y la toma de decisiones basada en algoritmos plantea interrogantes sobre la responsabilidad y la ética en la aplicación de estas herramientas. En este sentido, los expertos han propuesto la creación de un marco normativo que garantice la transparencia en el uso de IA en el sector energético, evitando su posible mal uso o manipulación.
Interacciones con la Opep+
El impacto de la IA en la diplomacia energética también ha sido un tema de discusión en foros académicos y empresariales. La IA está revolucionando la forma en que los países negocian acuerdos comerciales, establecen alianzas estratégicas y gestionan conflictos en el ámbito petrolero. Julio César Pineda resalta que, en el futuro cercano, la diplomacia energética dependerá en gran medida del uso de herramientas digitales para modelar escenarios, analizar riesgos y proponer soluciones en el marco de negociaciones internacionales. La aparición de modelos de IA diseñados para asistir en tratados y acuerdos multilaterales podría transformar la manera en que Venezuela interactúa con organismos como la OPEP y la OPEP+.
Si bien la IA ofrece múltiples beneficios para la industria petrolera, no está exenta de riesgos. La dependencia excesiva en los algoritmos puede generar vulnerabilidades, como la manipulación de datos, ataques cibernéticos y la pérdida de empleos en ciertos sectores. Por ello, el petróleo, su industria y la academia deben garantizar un enfoque equilibrado, donde la IA complemente las capacidades humanas en lugar de sustituirlas. La implementación de programas de formación y la actualización constante de los profesionales en la materia serán claves para minimizar estos riesgos y maximizar los beneficios de la tecnología.

Diplomado en Inteligencia Artificial Aplicada
La Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC), en colaboración con la Academia Diplomática Euroamericana (ADEA) y el Consejo Venezolano de la Energía, ha anunciado el lanzamiento de un Diplomado en Inteligencia Artificial Aplicada al Derecho y las Relaciones Internacionales. Este programa busca formar a expertos en la intersección entre tecnología, diplomacia y geopolítica, proporcionando herramientas para analizar los impactos de la AI en los conflictos energéticos y en las estrategias de negociación internacional.
El petróleo, su industria y la academia han iniciado un camino de transformación en Venezuela, donde la Inteligencia Artificial se erige como un pilar clave en la modernización del sector. La convergencia entre la tecnología y la energía no solo redefinirá la forma en que el país produce y comercializa hidrocarburos, sino que también impactará en la política, la educación y la diplomacia. En un mundo donde la información y la automatización son esenciales para la competitividad, Venezuela tiene la oportunidad de aprovechar estas herramientas para mejorar su posición en el escenario global.
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A medida que el país avance en la integración de la IA en la industria petrolera, será fundamental garantizar un enfoque inclusivo, que considere tanto las oportunidades como los desafíos que implica esta revolución tecnológica. La colaboración entre el sector privado, la academia y el Estado será determinante para consolidar este proceso de modernización y lograr que Venezuela no solo se mantenga vigente en el mercado energético, sino que también lidere la innovación en la región.