Luis Vicente León felicitó a los radicales de oposición por negociar con el gobierno de Venezuela

En un giro inesperado en la política venezolana, Luis Vicente León, el respetado director de Datanálisis, ha expresado su apoyo a los radicales de oposición por su decisión de negociar con el gobierno de Venezuela.

A través de su cuenta la plataforma social X, León destacó la ironía inherente a esta situación: aquellos que históricamente rechazaron cualquier forma de diálogo con el gobierno, considerándolo un acto de reconocimiento y una cesión de terreno ético, se encuentran ahora en la posición más necesitada e interesada en negociar. Según León, sin este proceso de intercambio y sin «tragarse varios sapos», las posibilidades reales de avance y permanencia para estos actores son nulas.

Negociar con el gobierno de Venezuela

El comentario de León no sólo refleja la volatilidad y las contradicciones inherentes a la política, sino que también señala un cambio potencialmente positivo en la estrategia de la oposición. La necesidad de supervivencia política ha llevado a los líderes radicales a adoptar una postura más flexible. Negociar con el gobierno de Venezuela es un cambio de táctica, que antes era etiquetado como una «traición a la patria», se ha transformado en una «acción heroica, indispensable para resolver la crisis y ganar oportunidades de cambio que el pueblo desea y merece», según palabras de León.

negociar con el gobierno de Venezuela
Según León, sin este proceso de intercambio y sin «tragarse varios sapos», las posibilidades reales de avance y permanencia para estos actores son nulas. Ilustración MidJourney

Este reconocimiento de la necesidad de negociar con el gobierno, aunque tardío, es una bienvenida adición al panorama político de Venezuela, según León. Argumenta que, si esta disposición a la negociación se hubiera adoptado antes, el país estaría en una mejor posición actualmente. No obstante, recalca que “es mejor tarde que nunca” y felicitó a los líderes radicales por llegar al punto donde muchos moderados y racionales comenzaron hace años: promoviendo soluciones negociadas, tanto públicamente como en privado.

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Bemol del mismo tema

En términos de estrategia electoral, León advierte que el gran riesgo para la oposición radica en una posible fractura interna en respuesta a acciones limitantes del gobierno. Esto podría llevar a la oposición a una estrategia abstencionista, que históricamente ha beneficiado al chavismo. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la oposición adopte una postura más estratégica y racional, buscando mecanismos creativos de unificación alrededor de otra figura habilitada y de relativo consenso, como sucedió en Barinas.

negociar con el gobierno de Venezuela
La necesidad de supervivencia política ha llevado a los líderes radicales a adoptar una postura más flexible. Negociar con el gobierno de Venezuela es un cambio de táctica, que antes era etiquetado como una «traición a la patria». Ilustración MidJourney

León también aborda la posibilidad de que la conflictividad internacional, vinculada a las sanciones y al tema fronterizo con Guyana, genere un ambiente convulso que podría «justificar» la suspensión o retraso de la elección. Esta ruta, aunque radical, es factible en ausencia de una amenaza internacional creíble más allá de las sanciones que Nicolás Maduro ya ha enfrentado con éxito, de allí la importancia de los puentes, lo vital de negociar con el gobierno de Venezuela.

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Dinero en año electoral

Desde el punto de vista económico, León señala que habrá un aumento significativo del gasto público debido a las demandas del año electoral. Maduro ya ha reservado fondos para esta eventualidad, y además, se beneficia de la flexibilización de sanciones petroleras. Esto le permite aumentar el presupuesto de divisas para el 2024, lo que se traducirá en un mayor consumo y un aumento del PIB. La incertidumbre no radica en si habrá crecimiento económico en 2024, sino en la magnitud del mismo, con proyecciones que varían entre un 3% en el escenario pesimista y un 12% en el optimista.

En su análisis, León sugiere que el 2024 será un año de mucho «ruido», pero también de oportunidades significativas. Una de ellas es precisamente negociar con el gobierno de Venezuela La clave estará en cómo los distintos actores políticos y económicos manejen este ambiente volátil y complejo. En conclusión, León ve con buenos ojos la nueva disposición de los radicales a negociar con el gobierno, considerándola un paso necesario y tardío hacia una solución más integral y duradera para Venezuela. Su mensaje implícito es claro: en política, no se negocia con amigos, sino con adversarios, y en ello radica la esencia de la negociación política.

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