En el tejido social y sanitario de Venezuela, una voz resuena con claridad y precisión: la de Luisa Salomón, periodista con una trayectoria que se extiende desde 2011, cubriendo con agudeza la política, la salud y las protestas en su nación. Desde el estallido de la pandemia de covid-19 en 2020, Salomón ha dedicado su lente periodístico a escrutar el impacto de esta crisis sanitaria global en su país. Su más reciente aporte, publicado en el portal PRODAVINCI, lleva por título “Dengue, influenza y el Covid que nunca se fue: 5 claves sobre la situación en Venezuela”, y se adentra en un tema que, desde finales del año pasado, se ha convertido en un punto focal de discusión entre los venezolanos: “la gripe que está dando”.
La expresión “la gripe que está dando” no se refiere a una simple influenza estacional, sino que engloba una realidad más compleja y alarmante. En el corazón de esta situación, encontramos la coexistencia de varios virus respiratorios que actualmente azotan a Venezuela. Estos incluyen el SARS-CoV-2, causante del covid-19, junto a las cepas de influenza A y B y el virus sincitial respiratorio. Este fenómeno no es exclusivo de Venezuela; a nivel regional, la Organización Panamericana de la Salud ha reportado un aumento en las enfermedades respiratorias agudas en las Américas, evidenciando un desafío sanitario de gran envergadura.
A gripe que esta dando en Venezuela
Para desentrañar las capas de “la gripe que está dando” y ofrecer un análisis detallado de sus implicaciones, Salomón se sumergió en consultas con expertos en la materia. Entre ellos, Patricia Valenzuela, presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, y Julio Castro, médico infectólogo del Instituto de Medicina Tropical, quienes proporcionaron una visión exhaustiva y crítica de la situación epidemiológica en Venezuela y las estrategias de protección necesarias para la población.
La problemática de esa gripe que está dando se extiende más allá de un simple aumento en los casos de enfermedades respiratorias. Según Valenzuela, en Venezuela se observa la circulación simultánea de varios virus respiratorios, lo que complica significativamente el panorama de la salud pública. Esta situación se ve agravada por la falta de datos oficiales y boletines epidemiológicos públicos, lo que dificulta una respuesta efectiva y coordinada. Además, la temporada de influenza en el hemisferio norte, que se extiende desde septiembre hasta el primer trimestre del año siguiente, contribuye a la complejidad de este escenario.
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Se requiere monitorización
Julio Castro, por su parte, enfatiza la importancia de monitorear y entender esta realidad para poder abordarla adecuadamente. Aunque existen esfuerzos de monitoreo privado, como el que se lleva a cabo en la Policlínica Metropolitana de Caracas, donde se realiza un seguimiento semanal de casos respiratorios, la falta de un panorama nacional claro impide una respuesta integral. En esta clínica, por ejemplo, se ha observado que un 70% de los casos atendidos corresponden a covid-19, un 20% a influenza A, y el resto se reparte entre influenza B y el virus sincitial respiratorio.
Además de la variedad de virus en circulación, otro aspecto crucial es el tratamiento de los casos y la identificación de las señales de alarma. Muchos de estos casos, según Valenzuela, pueden ser manejados en casa con reposo y tratamientos adecuados. Sin embargo, para la gripe que está dando es fundamental reconocer los síntomas que requieren atención médica especializada, como la fiebre persistente, la dificultad respiratoria, o el empeoramiento de los síntomas respiratorios. Estos indicadores son esenciales para evitar complicaciones graves y garantizar una recuperación efectiva.
El desafío de la automeicación
La automedicación es otro tema de preocupación destacado por los expertos. En un contexto donde el acceso a la atención médica puede ser limitado debido a diversos factores, incluyendo un sistema público de salud deteriorado y una crisis económica, muchas personas optan por automedicarse. Sin embargo, esta práctica puede ser peligrosa y agravar la condición del paciente. Castro y Valenzuela advierten sobre los riesgos de usar medicamentos sin prescripción médica, especialmente antibióticos y aspirinas, que pueden ser contraproducentes en el tratamiento de estas enfermedades virales.
En relación con el covid-19, Castro abordó la cuestión de la nueva variante de interés JN.1, también llamada Pirola, que a finales de 2023 ya era responsable de la mayoría de los casos de covid-19 en Estados Unidos y cuya presencia en Venezuela es inevitable. Esta variante, aunque no presenta un cambio significativo en los síntomas o en la gravedad de la enfermedad, requiere la misma atención y medidas preventivas que las variantes anteriores. La transmisión sigue siendo a través de gotitas de saliva y microgotitas que conforman los aerosoles, y las medidas preventivas como el uso de mascarillas, el lavado de manos, la ventilación adecuada, evitar aglomeraciones y la vacunación siguen siendo efectivas para controlar la gripe que está dando.
Acceso imitado a vacunas
En el tema de las vacunas, Venezuela enfrenta un desafío particular. A pesar de los avances en el desarrollo de nuevas vacunas contra covid-19, incluyendo inmunizaciones que incorporan la variante ómicron y otras subvariantes, el país ha tenido acceso limitado a estas nuevas opciones. Las únicas vacunas contra covid-19 recibidas y administradas en Venezuela han sido Sinopharm, Sinovac y Sputnik V, y no hay información disponible sobre la disponibilidad o procura de nuevas inmunizaciones. Esto contrasta con otros países de la región, como Argentina, Perú, Colombia, Ecuador y Chile, que ya han iniciado o planean iniciar la administración de las nuevas inmunizaciones bivalentes o monovalentes.
Tanto Castro como Valenzuela coinciden en que es crucial que Venezuela tenga acceso a las nuevas vacunas contra covid-19, considerando las necesidades particulares de la cadena de frío y la distribución en el país. Además, recomiendan que todos los venezolanos completen el esquema completo de vacunación con al menos 3 dosis y respeten las medidas preventivas.
La influenza también presenta desafíos similares en cuanto a la disponibilidad de vacunas y la cobertura vacunal. Aunque la vacuna contra la influenza está incluida en el esquema oficial de vacunación y se recomienda actualizarla anualmente, no siempre hay disponibilidad de estas inmunizaciones en los centros regulares. Además, no hay datos disponibles sobre la procura, el inventario o la cobertura vacunal que tiene la población. De allí que controlar epidemiológicamente “la gripe que está dando” resulte todo un reto.
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Se requieren datos epidemiológicos
Ante esta situación, tanto la Sociedad Venezolana de Infectología como la Academia Nacional de Medicina han instado a las autoridades a proporcionar datos epidemiológicos actualizados, informar adecuadamente a la población sobre la situación y procurar nuevas vacunas para reforzar la protección de la población. Además, siguen recomendando las medidas de prevención conocidas para covid-19, que también son útiles para prevenir la influenza y otros virus respiratorios, como el distanciamiento físico, el lavado de manos, la etiqueta respiratoria y el uso de tapabocas en centros hospitalarios.
El reportaje de Luisa Salomón no solo pone de relieve la situación actual de “la gripe que está dando” en Venezuela, sino que también subraya la importancia de una respuesta coordinada y basada en la evidencia para abordar esta compleja situación sanitaria. Su trabajo ilustra la necesidad de acceso a información fiable, atención médica adecuada y recursos de prevención, así como la urgencia de un enfoque integral que incluya la actualización de las estrategias de vacunación y las medidas de salud pública para proteger a la población venezolana.
