La empresa Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas para Venezuela en 2025, pero la pregunta que surge es si estas realmente son viables en el contexto actual del país. Según el reportaje elaborado por Joshua De Freitas Hernández, periodista independiente de PRODAVINCI, las previsiones de esta institución, presentadas en el Foro de Perspectivas Económicas 2025, dejan claro que el panorama económico está marcado por incertidumbre política, volatilidad cambiaria y desigualdades estructurales. Estas proyecciones generan debate sobre las posibilidades reales de estabilización económica y crecimiento en el próximo año.
El análisis de Joshua De Freitas Hernández, titulado: «Seis claves sobre las perspectivas económicas de Venezuela para el 2025″, aborda las principales conclusiones expuestas en el foro por Asdrúbal Oliveros y un grupo de destacados economistas, incluyendo a Graciela Urdaneta, Pedro Palma y Jesús Palacios. Chacín. Según este informe, Ecoanálítica prevé una inflación del 60% para finales de 2025, un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) limitado al 2,4% y una producción petrolera que podría rondar los 900 mil barriles diarios. Además, enfatiza la incertidumbre política como un factor determinante, dado que Venezuela enfrentará un nuevo período presidencial sin reconocimiento internacional mayoritario y con posibles cambios en la política exterior estadounidense tras la reciente elección de Donald Trump.
¿Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas?
El escritorio de especialistas de Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas, pero estas están condicionadas por factores como la volatilidad cambiante y los desafíos fiscales. Según los análisis presentados, la brecha entre la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) y el mercado paralelo seguirá ampliándose. Graciela Urdaneta señaló que esta disparidad refleja las dificultades del gobierno para intervenir de manera efectiva en el mercado cambiario, debido a la creciente demanda de divisas y un flujo de ingresos comprometido. Para 2025, se estima que la tasa de cambio oficial alcanzará los 91,9 bolívares por dólar, mientras que el mercado paralelo podría situarse hasta un 18,7% por encima de esta cifra. Este fenómeno, combinado con un incremento en los gastos de deuda y problemas en el cobro de exportaciones petroleras, configura un escenario de presión constante sobre las reservas nacionales.

El sector petrolero, aunque muestra signos de recuperación, enfrenta limitaciones significativas. Según Urdaneta, la producción podría alcanzar los 910 mil barriles diarios en 2025, un nivel de aumento respecto a los niveles actuales. Sin embargo, esta mejora está condicionada por las licencias otorgadas a empresas extranjeras, como Chevron, bajo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos. Estas licencias permiten operar sin restricciones severas, pero no contemplan inversiones en infraestructura, lo que frena el potencial de crecimiento a largo plazo. La incertidumbre política internacional, especialmente con la administración Trump, plantea el riesgo de una revocación de estas licencias, lo que podría reducir excesivamente la producción.
El crédito no despega
Además, Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas que contemplan un crecimiento del PIB del 2,4%, significativamente menor al 4,4% proyectado para 2024. Luis Arturo Bárcenas explicó que, aunque ha habido una recuperación del crédito en años recientes, el acceso sigue siendo limitado y costoso para muchas empresas. Esto indica que, aunque el sector privado muestra capacidad de adaptación, enfrenta altos costos financieros que restringen su capacidad de expansión. Asimismo, el crecimiento económico está estrechamente vinculado al contexto político, ya que el levantamiento de sanciones o acuerdos internacionales podrían impulsar el PIB hasta un 7%.
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El clima fiscal voraz también representa un desafío para el sector privado. Jesús Palacios Chacín destacó que Venezuela tiene una de las tasas impositivas más altas de América Latina, con una carga tributaria efectiva del 60% sobre los ingresos operativos. Este enfoque fiscal, aunque permite al gobierno generar ingresos y reducir el déficit, limita la capacidad de inversión y expansión de las empresas. Además, la posible aprobación de la Ley de Contribuciones Especiales en la Asamblea Nacional podría aumentar aún más la presión fiscal, lo que afectaría negativamente al sector privado y a la economía en general.
El costo de los servicios
La empresa Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas, pero estas también reflejan las desigualdades en el acceso a servicios básicos. Los costos adicionales para garantizar servicios como electricidad y agua representan una carga significativa para las empresas y los hogares. Según los datos presentados, los comercios en estados como Zulia y Nueva Esparta enfrentan los mayores costos asociados a la falta de suministro regular de estos servicios. Por ejemplo, el gasto promedio adicional en agua en Nueva Esparta alcanza los 100,4 dólares mensuales, mientras que en Zulia, las interrupciones eléctricas obligan a los comercios a incurrir en gastos adicionales que superan los 79 dólares. Estas cifras revelan que, aunque los servicios públicos tienen tarifas bajas, los costos reales de garantizar su acceso son significativamente altos.

La dinámica económica también está marcada por el bajo poder adquisitivo de la población y las limitaciones del sistema financiero. Pedro Palma explicó que la dolarización transaccional de la economía ha traído cierta estabilidad, pero también ha aumentado la vulnerabilidad del sistema financiero ante las devaluaciones. Aunque el bolívar ha dejado de ser una unidad de cuenta relevante, el gobierno mantiene restricciones para evitar la dolarización plena, lo que dificulta la disponibilidad de créditos en divisas y limita las opciones de financiamiento para el sector privado. Este panorama, junto con una inflación proyectada del 60% para 2025, afecta directamente el poder de compra de los venezolanos y, en consecuencia, la demanda interna.
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En conclusión, aunque la Ecoanálítica puede ofrecer perspectivas económicas basadas en análisis detallados y proyecciones macroeconómicas, estas se encuentran profundamente influenciadas por la incertidumbre política y los desafíos estructurales que enfrenta Venezuela. La recuperación económica requiere no solo de estabilidad política y apertura internacional, sino también de reformas que permitan un crecimiento más inclusivo y sostenible. Por ahora, el panorama para 2025 sigue siendo incierto, con mejoras limitadas y riesgos significativos que afectan tanto al sector privado como al bienestar de la población en general.

