En una Venezuela marcada por profundas transformaciones sociales y económicas, Arturo Peraza, sacerdote jesuita, abogado, Doctor en Ciencias Políticas y actual rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), ofrece una visión crítica y reflexiva sobre el estado actual de la educación superior en el país. Durante una entrevista conducida por el reconocido periodista venezolano Hugo Prieto, Peraza dibuja un panorama sombrío de las universidades venezolanas, un sector que, a su juicio, ha perdido en gran medida su esencia: la creación de conocimiento.
La crisis del sector educativo superior en Venezuela se manifiesta en múltiples dimensiones. Según Peraza, las universidades autónomas, tradicionalmente bastiones de pensamiento crítico y libre, languidecen bajo la tutela de un Estado que les proporciona recursos escasos. Mientras tanto, las instituciones privadas, aunque activas en el campo de la investigación, enfrentan limitaciones considerables en su capacidad y recursos.
Arturo Peraza: migración del capital humano
Esta situación se ve exacerbada por una migración masiva de capital humano. Profesionales y académicos, desalentados por salarios insuficientes y condiciones laborales precarias, han optado por buscar oportunidades en el extranjero. Este éxodo no solo debilita la calidad académica de las universidades, sino que también compromete la capacidad del país para generar y retener conocimiento especializado.
Arturo Peraza destaca que la universidad, en su esencia, debería ser un centro de investigación y docencia. Sin embargo, en Venezuela, esta naturaleza se ha visto profundamente comprometida. La falta de recursos y personal calificado, junto con una infraestructura en deterioro, ha llevado a un punto en el que, según Peraza, «la creación de conocimiento prácticamente ha perdido sentido».
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Papel de la sociedad
Más allá de la crisis inmediata, Peraza reflexiona sobre el papel de la sociedad venezolana en este panorama. Subraya la desconexión entre la sociedad y el Estado, así como la falta de un sentido de responsabilidad comunitaria. Esta ruptura, argumenta, ha contribuido a la situación calamitosa de la educación superior, ya que la sociedad, al no cumplir con sus deberes cívicos y desligarse de los problemas nacionales, ha permitido que esta crisis se profundice.
En términos de soluciones, Arturo Peraza aboga por una reestructuración de la relación entre el Estado, la sociedad y las universidades. Sugiere que la sociedad venezolana necesita reaprender a relacionarse y a contribuir de manera efectiva al sostenimiento de los servicios públicos, incluida la educación. En este sentido, propone un modelo en el que tanto el Estado como el sector privado jueguen roles complementarios en el apoyo a la educación superior.
Pérdida de la institucionalidad
La falta de institucionalidad es otro tema crítico que aborda Peraza. Atribuye a la ausencia de instituciones sólidas y confiables un papel significativo en la crisis del capital humano y la educación. Esta ausencia de institucionalidad, argumenta, está intrínsecamente ligada a la falta de un proyecto de país compartido y coherente. Sin una visión y dirección comunes, sostiene Peraza, el desarrollo económico y educativo del país seguirá estancado.
En cuanto a la relación entre universidades y empresas privadas, Arturo Peraza destaca iniciativas en la UCAB que han buscado establecer vínculos con el sector privado. Estos convenios, según él, pueden ser un modelo para generar oportunidades y formar talento que beneficie tanto a las instituciones educativas como al sector empresarial. Sin embargo, recalca que para que estas colaboraciones sean fructíferas, se requiere una mayor apertura y flexibilidad por parte del Estado.
Diáspora de profesionales
Finalmente, Peraza aborda el tema de la migración y su impacto en la sociedad venezolana. La diáspora de profesionales y académicos no solo es un reflejo de las condiciones internas, sino que también representa un desafío para la región latinoamericana. Subraya la importancia de encontrar soluciones políticas y económicas que permitan revertir este éxodo y restaurar el capital humano del país.
Arturo Peraza, con su análisis profundo y su visión crítica, invita a una reflexión seria sobre el estado de la educación superior en Venezuela. Su perspectiva no solo arroja luz sobre los desafíos actuales, sino que también ofrece posibles caminos hacia la recuperación y el fortalecimiento del sector educativo en un país que, a pesar de sus dificultades, sigue luchando por encontrar su rumbo.
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Desarrollo del país
De acuerdo con la perspectiva de Arturo Peraza, otro aspecto crucial en la entrevista con Hugo Prieto es la discusión sobre el impacto de la crisis educativa en el desarrollo social y económico del país. Peraza señala que la situación de las universidades no es un problema aislado, sino que refleja una crisis más amplia que afecta a toda la sociedad venezolana. Esta crisis, subraya, se manifiesta en la incapacidad del sistema educativo para mantenerse al día con las necesidades y desafíos del país. La desconexión entre la educación superior y las demandas del mercado laboral, junto con la ausencia de una política educativa coherente y sostenible, impide que Venezuela aproveche plenamente el potencial de su juventud y su capital intelectual.
Además, Peraza profundiza en el tema de la rendición de cuentas y la asignación de recursos en el sistema educativo. Critica la falta de transparencia y eficiencia en la gestión de los fondos públicos destinados a la educación superior. Esta problemática, explica, va más allá de la mera escasez de recursos; se trata de un problema sistémico en el que la asignación y utilización de recursos no están alineadas con las necesidades reales ni con los objetivos de desarrollo a largo plazo. Esta situación agrava la crisis del sector, limitando aún más su capacidad para ofrecer una educación de calidad, realizar investigaciones significativas y contribuir de manera efectiva al progreso del país.
