Michael Phelps, el atleta olímpico más laureado de todos los tiempos, no solo es conocido por su velocidad en el agua, sino por la profundidad con la que ha explorado su mundo interior. A pesar de sus 23 medallas de oro y una carrera marcada por récords imbatibles, uno de sus mayores logros puede no estar en el podio, sino en su capacidad para conocerse a sí mismo. Por intermedio de un método simple pero poderoso, a través de la escritura de un diario, Phelps ha logrado desentrañar las complejidades de su mente, gestionar sus emociones y alcanzar un equilibrio personal que va mucho más allá de las piscinas. Su historia demuestra que el verdadero éxito no siempre se mide en victorias, sino en la habilidad de enfrentar nuestros pensamientos más profundos y entendernos en cada detalle.
Elise Devlin, productora de contenidos para The Athletic, es la autora detrás de un artículo publicado recientemente en The New York Times titulado: “Michael Phelps lleva un diario para encontrar la ‘mejor versión’ de sí mismo. Cuando lo probé, los resultados me sorprendieron”. Con una trayectoria que incluye su experiencia como reportera y presentadora en WSPA 7NEWS, además de su formación en la Universidad de Towson y una maestría en la Escuela de Periodismo Medill de Northwestern, Devlin aporta una perspectiva única a su análisis del hábito de escritura de Phelps. Su experiencia personal como exnadadora competitiva le permitió comprender de manera íntima la disciplina de Phelps y conectarse con la esencia del método que el campeón olímpico utiliza para mantenerse en armonía consigo mismo.
Importancia de conocerse a sí mismo
El diario de Phelps no es una simple colección de pensamientos aleatorios, sino una herramienta profunda que le ha permitido comprender sus emociones, hábitos y patrones de comportamiento. Escribir se convirtió para él en un acto liberador, una forma de vaciar su mente de preocupaciones y aclarar sus sentimientos. Este ejercicio de introspección constante le ha permitido dominar el arte de conocerse a sí mismo, enfrentarse no solo a sus miedos, sino también a sus debilidades cotidianas. Saber, por ejemplo, que si no hace ejercicio durante la semana se transforma en alguien con quien preferiría no convivir, o reconocer que ciertas melodías son más efectivas para motivarse, son detalles que, aunque simples, han moldeado su estabilidad emocional. Phelps ha comprendido que ser la mejor versión de sí mismo no solo se trata de rendir en el agua, sino también de cuidar su bienestar mental y emocional en la vida diaria.

El hábito de llevar un diario surgió en la vida de Phelps en un momento crítico: cuando sentía la presión de buscar ayuda profesional pero aún no estaba listo para acudir a un terapeuta. Criado en un hogar donde las emociones rara vez se expresaban abiertamente, aprendió desde joven a reprimir sus sentimientos. Su madre, Debbie Phelps, apoyó un papel crucial en su crianza, educándolo con fortaleza y disciplina, pero sin mucho espacio para la vulnerabilidad emocional. Fue en ese contexto que la escritura se convirtió en su refugio, una forma de canalizar emociones reprimidas y empezar a enfrentar sus pensamientos sin filtros. Este proceso se transformó en una práctica habitual que, con el tiempo, evolucionó en un mecanismo esencial para su crecimiento personal y profesional.
Capacidad de analizar su propia vida
Cada página escrita se convierte en una pieza clave de un rompecabezas mucho más complejo. Phelps no solo documentaba sus logros o momentos de gloria, sino también sus días malos, sus estados de ánimo cambiantes e incluso las pequeñas rutinas que parecían insignificantes. Pero en ese registro meticuloso encontré patrones que lo ayudaron a entender por qué se sentía de cierta manera en determinados momentos. Fue así como logró conocerse a sí mismo en un nivel mucho más profundo. Identificó, por ejemplo, que sus cambios de humor a menudo coincidían con noches mal dormidas o periodos de estrés acumulado. Esta capacidad de analizar su propia vida con objetividad se convirtió en un recurso invaluable para enfrentar sus batallas internas, incluidas las luchas contra la depresión que enfrentó tras su retiro de la natación profesional.
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Elise Devlin, al intentar replicar el método de Phelps, descubrió que el proceso iba mucho más allá de escribir pensamientos sueltos. Se trataba de documentar cada sensación, cada interacción y cada pequeño detalle del día. Lo que comenzó como un ejercicio sencillo terminó por revelarle aspectos de su vida que había pasado por alto. La práctica de anotar lo aparentemente trivial, como lo que desayunó o un mensaje compartido con amigos, la llevó a reflexionar sobre su propia evolución personal y el distanciamiento que había sentido con seres queridos. Esa capacidad de conectar con emociones olvidadas y experiencias pasadas le permitió entender que conocerse a sí mismo implica mirar hacia atrás y encontrar significado en los momentos cotidianos que muchas veces dejamos pasar desapercibidos.
Espejo para observar el crecimiento
Para Phelps, el diario no es solo un registro de pensamientos, sino un espejo donde puede observar su crecimiento. Sus anotaciones incluyen detalles de los nacimientos de sus cuatro hijos, las emociones vividas en esos momentos y las pequeñas alegrías diarias que encuentra en ser padre. Pero también hay espacio para los días difíciles, esos en los que las emociones negativas parecían dominar. La clave está en entender que cada día, ya sea brillante o gris, es parte de un proceso continuo de autoconocimiento. A través de sus escritos, Phelps ha aprendido que los desafíos emocionales no son obstáculos, sino oportunidades para crecer y comprender sus propias necesidades.
La estructura que Phelps aplica en su vida diaria refleja su compromiso con el equilibrio mental. Desde asegurarse de que sus hijos mantengan sus cosas organizadas hasta encontrar paz en las rutinas familiares, como cocinar para su esposa e hijos, cada acción es una extensión de su proceso de conocerse a sí mismo. Aunque casi no nada actualmente, entiende que regresar al agua sigue siendo su refugio cuando enfrenta momentos difíciles. Su diario no solo le permite expresar sus pensamientos, sino también identificar lo que realmente necesita para mantener su bienestar, ya sea a través del ejercicio, la música o el tiempo en familia.

Importancia de reconectar
Devlin relata cómo escribir de manera constante la ayudó a reconectarse con aspectos olvidados de su propia vida. Reflexionar sobre amistades distantes, viejas tradiciones y sentimientos que creía haber superado le permitió entender que la memoria y las emociones están intrínsecamente conectadas. El acto de llevar un diario, al estilo de Phelps, se convirtió en una forma de reconciliarse con su propio crecimiento. Así como Phelps encuentra patrones en sus registros que le permiten mejorar, Devlin experimentó el poder transformador de la introspección, recordándole la importancia de las pequeñas acciones diarias en la construcción de una vida equilibrada.
Phelps ha convertido su diario en una herramienta esencial no solo para su bienestar mental, sino también para ser un mejor padre, esposo y ser humano. Su capacidad de conocerse a sí mismo le ha permitido reconocer cuándo necesita apoyo y cuándo es momento de hacer una pausa. La autenticidad se ha convertido en su filosofía de vida: ser fiel a quien realmente es, sin esconder sus emociones o debilidades. Para él, no se trata de aparente fortaleza, sino de aceptar su vulnerabilidad como una fuente de crecimiento. Este enfoque lo ha llevado a convertirse en un defensor abierto de la salud mental, utilizando su plataforma para inspirar a otros a buscar apoyo cuando lo necesiten.
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Atención a las señales más sutiles
La experiencia de Devlin probando este método demostró que la escritura no requiere grandes revelaciones para ser significativa. A veces, pequeños descubrimientos, como la necesidad de beber más agua o reducir el tiempo frente a una pantalla, pueden marcar una diferencia sustancial en el bienestar personal. Al registrar estos detalles, descubrió que conocerse a sí mismo también implica prestar atención a las señales más sutiles del cuerpo y la mente. Los pequeños ajustes en la rutina diaria pueden ser la clave para encontrar un equilibrio duradero.
En última instancia, el diario de Phelps se ha convertido en un mapa de su viaje personal, un recurso invaluable para navegar los desafíos de la vida fuera de la piscina. Cada anotación es un recordatorio de que el autoconocimiento no es un destino, sino un proceso continuo. Phelps ha demostrado que el verdadero éxito no radica solo en las medallas o los logros visibles, sino en la capacidad de enfrentar nuestras emociones con honestidad y trabajar constantemente en ser la mejor versión de uno mismo. Su historia, contada a través de la experiencia de Elise Devlin, es un testimonio de que el acto más simple, como escribir un pensamiento, puede tener un impacto profundo en la vida de cualquier persona.