Donald Trump esquivó dos balas en su ruta a la Casa Blanca. Así lo afirmó el fiscal especial Jack Smith, en un informe que detalla las razones por las cuales el expresidente no fue procesado por varios cargos graves relacionados con su presunta participación en un esfuerzo por subvertir las elecciones de 2020. Según el informe, publicado la semana Pasada, Trump no se enfrentó a un juicio penal debido a su victoria electoral en noviembre de 2024, que lo llevó de vuelta a la presidencia. Smith sostiene que, de no haber sido elegido, las pruebas reunidas habrían bastado para condenarlo. La frase “Trump esquivó dos balas” no solo describe una realidad judicial sino también un episodio literal ocurrido en la campaña, cuando una bala rozó su oreja durante un evento en Pensilvania.
El informe de Jack Smith fue presentado tras su dimisión como fiscal especial del Departamento de Justicia. Smith, quien lideró investigaciones de alto perfil sobre las acciones de Trump después de las elecciones de 2020, es reconocido por su independencia y su habilidad para manejar casos complejos. Según publicó Miguel Jiménez, corresponsal jefe de El País en Estados Unidos, en su reportaje titulado: “El fiscal especial sostiene que había pruebas para condenar a Trump por tratar de subvertir las elecciones de 2020”, el fiscal describió un «esfuerzo criminal sin precedentes» por parte de Trump para anular los resultados de los cómicos. Jiménez destaca en su análisis el delicado equilibrio entre la política y la justicia en un caso sin precedentes en la historia moderna de Estados Unidos.
Trump esquivó dos balas
El primero de los “dos balazos” que Trump esquivó, según el informe, ocurrió en noviembre de 2024, cuando un asaltante armado disparó cerca de él en un mitin en Butler, Pensilvania. Aunque el proyectil alcanzó al entonces candidato solo en la oreja, el incidente marcó un punto de inflexión en su campaña electoral. El segundo, de carácter judicial, fue la imposibilidad de procesarlo por su rol en los disturbios del Capitolio en enero de 2021. Smith argumenta que la lentitud de las investigaciones, junto con la política del Departamento de Justicia que prohíbe enjuiciar a un presidente en funciones, permitió a Trump evadir la justicia. La evidencia reunida incluía testimonios de más de 250 personas y pruebas documentales, como registros electrónicos de su cuenta en la antigua Twitter.

El informe también subraya cómo Trump utilizó tácticas de intimidación durante las investigaciones. Según Smith, estas estrategias incluyen ataques a fiscales y testigos a través de sus plataformas de redes sociales, lo que obligó a los fiscales a solicitar medidas de protección. A pesar de estas dificultades, Smith afirmó que las pruebas reunidas eran contundentes. “Trump esquivó dos balas, pero el sistema judicial no falló, solo fue víctima de limitaciones estructurales y temporales”, comentó en su carta de renuncia adjunta al informe.
Inmunidad presidencial
La victoria electoral de Trump en 2024 fue un punto de inflexión en las investigaciones. De acuerdo con el documento, su regreso al poder paralizó el progreso de los casos judiciales. Smith detalló que el núcleo de los delitos imputados a Trump estaba basado en un patrón de engaño, afirmaciones falsas de fraude electoral y un intento de manipular a las instituciones gubernamentales para su beneficio político. Estas acusaciones incluyeron la presión a funcionarios estatales y federales, y el intento de certificar electores fraudulentos en estados ganados legítimamente por Joe Biden.
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El informe también aborda el impacto de las decisiones judiciales en el caso. El Tribunal Supremo, con mayoría conservadora, otorgó a los expresidentes una inmunidad amplia frente al procesamiento penal, lo que complicó aún más el trabajo de los fiscales. “Trump esquivó dos balas, pero esas balas no deberían haber estado cargadas de privilegios que lo colocando por encima de la ley”, escribió Smith en una sección crítica del documento, aludiendo a las barreras legales que enfrentó su equipo.
La marca personal de un convicto
En el ámbito político, Trump utilizó estas investigaciones como una herramienta para fortalecer su narrativa de persecución. En su plataforma Truth Social, describió a Smith como un “patán fiscal” y acusó al Departamento de Justicia de estar controlado por la administración Biden. “Trump esquivó dos balas y transformó esas experiencias en munición política, fortaleciendo su base de apoyo”, señaló Jiménez en su análisis, destacando la habilidad del expresidente para convertir sus controversias en victorias políticas.

La segunda parte del informe de Smith, que se centra en la retención ilegal de documentos confidenciales por parte de Trump, también enfrenta obstáculos judiciales. La jueza Aileen Cannon, nombrada por el propio Trump, bloqueó su difusión, argumentando que podría interferir con otros procedimientos legales. Smith lamentó esta decisión y advirtió sobre las consecuencias de permitir que figuras públicas utilicen su poder para evadir la rendición de cuentas.
Amenaza para la democracia estadounidense
El impacto de estas investigaciones en la opinión pública ha sido polarizante. Mientras algunos ven a Trump como un líder perseguido injustamente, otros consideran que representa una amenaza para la democracia estadounidense. Para Smith, la importancia de su trabajo no radica únicamente en los resultados inmediatos, sino en el ejemplo que deja para futuras investigaciones. “Luchamos por la justicia sin importar los costos personales”, concluyó en su carta, subrayando el compromiso de su equipo frente a los desafíos.
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Con Trump de vuelta en la Casa Blanca, las posibilidades de que estos casos lleguen a juicio son remotas. Su nueva administración ha nombrado a una fiscal general leal a su causa, dificultando cualquier intento de reabrir las investigaciones. Aun así, el informe de Smith permanece como un testimonio de los peligros de permitir que el poder político interfiera en el sistema judicial. “Trump esquivó dos balas, pero la pregunta es cuántas más podrá esquivar antes de que el sistema falle definitivamente”, reflexionó Jiménez al final de su artículo en EL PAÍS.
El caso de Trump plantea interrogantes fundamentales sobre la salud de la democracia estadounidense. Si bien su victoria electoral cerró la puerta a los procesos judiciales, el informe de Jack Smith deja claro que las pruebas estaban ahí. La historia de cómo un expresidente esquivó dos balas en su camino de regreso al poder es un recordatorio de que la justicia, aunque lenta, no debería detenerse ante ningún obstáculo.