Save the Children: Salud mental de los niños tras guerra y sismo borrará a Siria como nación

En un mundo donde las tragedias se suceden con una frecuencia abrumadora, la situación en Siria destaca por su complejidad y la profundidad de su impacto humano. La combinación letal de una guerra civil prolongada, un devastador terremoto y una crisis económica en espiral ha creado un panorama desolador, especialmente para los más vulnerables: los niños. La salud mental de los niños en Siria, ya gravemente afectada por años de conflicto, se ha visto aún más comprometida por las secuelas del sismo, marcando una crisis dentro de otra crisis que amenaza con barrer el futuro de Siria como nación.

El reportaje se inspira en el trabajo de Rasha Muhrez, directora de Respuesta a Siria en Save the Children, quien ha dedicado gran parte de su carrera a trabajar en emergencias complejas y países en transición. En su artículo de opinión para Al Jazeera: «Ha pasado un año desde el terremoto y los sirios se sienten olvidados una vez más», Muhrez dibuja un cuadro sombrío de la realidad en Siria, basándose en su experiencia personal y profesional. El terremoto del año pasado no solo devastó partes de Siria ya arruinadas por la guerra, sino que también marcó un punto de inflexión en la percepción de muchos sirios sobre su lugar en el mundo y su futuro.

Salud mental de los niños en Siria se agrava

La salud mental de los niños en Siria se ha visto profundamente afectada por la cadena de eventos catastróficos que han azotado al país. La pérdida de seres queridos, hogares y una sensación de normalidad ha sumido a muchos en un estado de duelo y desesperación que es difícil de comprender para quienes no lo han vivido. Las historias de niños como Naya, que lucha por superar la pérdida de su hermana en el terremoto, ilustran el profundo impacto emocional y psicológico que estos eventos han tenido en los jóvenes.

Salud mental de los niños
Casi el 70 por ciento de los niños en Siria luchan contra la tristeza y el trauma, una estadística alarmante que subraya la magnitud del problema. Ilustración MidJourney

El terremoto y la guerra han desencadenado una crisis de salud mental entre los niños sirios, con pocos recursos disponibles para su apoyo. Casi el 70 por ciento de los niños en Siria luchan contra la tristeza y el trauma, una estadística alarmante que subraya la magnitud del problema. La falta de profesionales calificados en salud mental, debido a que más de la mitad han abandonado el país, deja a muchas familias sin acceso a la ayuda que desesperadamente necesitan.

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Vivir en Siria ya no es vida

Además de los desafíos emocionales y psicológicos, los niños en Siria también enfrentan obstáculos físicos y económicos que complican aún más su recuperación. La crisis económica, exacerbada por las sanciones y la inflación vertiginosa, ha hecho que las necesidades básicas se conviertan en lujos inalcanzables para la mayoría. Familias como la de Zaina, que vive en un campamento informal en Raqqa, se enfrentan a decisiones desgarradoras entre mantener a sus hijos calientes o proteger su salud del humo de las brasas que utilizan para calefacción.

La escalada del conflicto en los últimos meses ha añadido una capa adicional de desesperación a la ya difícil situación de los sirios. Los ataques aéreos y el desplazamiento de miles de personas han exacerbado los desafíos existentes, empujando a muchos al borde del abismo. El impacto en la educación ha sido particularmente devastador, con más de 7.000 escuelas dañadas o destruidas y millones de niños en riesgo de abandonar sus estudios. Este particular hecho deteriora aún más la salud mental de los niños de Siria.

La ayuda humanitaria ha disminuido

A pesar del aumento en las necesidades humanitarias, la ayuda internacional ha disminuido, dejando a muchas organizaciones luchando por proporcionar el apoyo necesario. El plan de respuesta humanitaria de la ONU solo recibió financiación en un 37,8 por ciento en 2023, un reflejo sombrío de la disminución del interés y la atención internacional hacia la crisis en Siria. La situación se agrava por la decisión del Programa Mundial de Alimentos de suspender gran parte de su asistencia alimentaria en el país debido a la falta de financiación.

Salud mental de los niños
Más allá de la asistencia humanitaria, es crucial invertir en la reconstrucción de la infraestructura, el apoyo a la educación y la salud, y el fortalecimiento de los sistemas de apoyo a la salud mental. Ilustración MidJourney

En este contexto, la salud mental de los niños en Siria emerge no solo como una crisis inmediata, sino como una bomba de tiempo para el futuro del país. Sin acceso a apoyo psicológico adecuado y oportunidades para superar sus traumas, la próxima generación de sirios enfrenta un camino incierto. La comunidad internacional, aunque abrumada por las crisis globales, tiene la responsabilidad de no olvidar a Siria y de trabajar hacia soluciones sostenibles que aborden tanto las necesidades inmediatas como las causas subyacentes de la crisis.

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Repensar la ayuda a Siria

Rasha Muhrez advierte sobre las consecuencias catastróficas de la inacción y la necesidad de un enfoque diferente para abordar la crisis en Siria. Más allá de la asistencia humanitaria, es crucial invertir en la reconstrucción de la infraestructura, el apoyo a la educación y la salud, y el fortalecimiento de los sistemas de apoyo a la salud mental. Solo a través de un compromiso sostenido y una acción colectiva, Siria podrá esperar construir un futuro mejor para sus niños y, con ellos, para la nación entera.

El reportaje de Muhrez concluye con un llamado a la acción para no solo mantener con vida a los niños sirios, sino para asegurar que puedan crecer en condiciones de seguridad, dignidad y esperanza. Recordando los terremotos que sacudieron a Siria, no debemos olvidar la lucha continua de su pueblo y la necesidad urgente de cambiar el curso de su futuro. La salud mental de los niños en Siria no es solo una cuestión de bienestar individual, sino un indicador crítico del potencial de recuperación y resiliencia de una nación desgarrada por la guerra y la catástrofe.

 

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