Ryan Wesley Routh, de 58 años, se convirtió en un nombre destacado en las noticias tras su arresto en Florida, vinculado con un presunto intento de asesinato del expresidente Donald J. Trump. Su detención por parte del FBI y el Servicio Secreto reveló un historial de acciones y declaraciones que dejaron entrever a un individuo con una inclinación hacia la retórica violenta y una obsesión por los conflictos internacionales. Routh no era un desconocido para las autoridades; su nombre ya había resonado en los titulares mucho antes de su reciente captura, con antecedentes que mezclaban activismo radical, supuestos planes de reclutamiento de soldados afganos, y una disposición alarmante a participar en combates internacionales, específicamente en Ucrania tras la invasión rusa de 2022.
El reportaje sobre Routh fue realizado inicialmente por Adán Goldman, un reportero de The New York Times especializado en seguridad nacional y con sede en Washington, DC. En su artículo titulado “Presunto pistolero dijo que estaba dispuesto a luchar y morir en Ucrania”, Goldman exploró los motivos y las acciones de Routh, quien había sido entrevistado por el periódico en 2023. Goldman destacó cómo Routh, un ex contratista de techado de Greensboro, Carolina del Norte, había manifestado en repetidas ocasiones su deseo de unirse a la lucha en Ucrania, Incluso sin experiencia militar previa. La pieza revelaba un perfil inquietante: un hombre dispuesto a reclutar soldados afganos para un conflicto extranjero y con poco respeto por cualquier autoridad o persona que se interpusiera en su camino.
Perfil de Ryan Wesley Routh
Antes de ser arrestado, Routh era un hombre con una misión propia. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, se sumergió en un activismo fervoroso, reflejado en sus publicaciones en la red social X (anteriormente Twitter), donde repetidamente expresó su voluntad de luchar y morir en el frente de batalla ucraniano. “ESTOY DISPUESTO A VOLAR A CRACOVIA E IR A LA FRONTERA DE UCRANIA PARA OFRECERME VOLUNTARIO, LUCHAR Y MORIR”, escribió en una de sus publicaciones más virales. Este tipo de retórica no solo mostraba su compromiso con la causa, sino que también revelaba un patrón de comportamiento autodestructivo y radical, que parecía guiar cada una de sus decisiones.

Routh no solo se limitaba a expresar sus intenciones en redes sociales; sus actividades incluyeron intentos de organizar y coordinar esfuerzos bélicos. En una entrevista con The New York Times, Ryan Wesley Routh declaró que había viajado a Ucrania con la esperanza de reclutar soldados afganos que habían huido de los talibanes. Sus aviones eran tan audaces como cuestionables: planeaba trasladar a estos hombres desde Pakistán e Irán, a veces utilizando métodos ilegales como la falsificación de documentos, para llevarlos al frente de batalla ucraniano. Aunque no quedó claro si llegó a concretar estos traslados, su disposición a operar en la ilegalidad ya desafiar las normas internacionales reflejaba su carácter impetuoso y la falta de consideración por las leyes.
Un influencer de a guerra
Además, Routh había intentado posicionarse como un influyente en cuestiones de seguridad y política internacional. En otra parte de sus declaraciones, afirmó que había sostenido reuniones en Washington con la Comisión de Seguridad y Cooperación en Europa, también conocida como la Comisión de Helsinki. Este organismo, compuesto por miembros del Congreso de los Estados Unidos, es influyente en temas de democracia y seguridad, y ha apoyado de manera explícita a Ucrania en el contexto de la invasión rusa. Ryan Wesley Routh habló de sus interacciones con la confianza de un diplomático experimentado, aunque sus afirmaciones eran difíciles de verificar y parecían más una construcción de un hombre desesperado por ser escuchado.
Tambièn puedes leer: Elizabeth Warren cree que si eres un “unbreakable” podrías votar por Trump: Sino defiende el ACA
El perfil de Routh se torna aún más complejo al revisar su historial previo de comportamientos erráticos y enfrentamientos con la ley. En 2002, un hombre con su mismo nombre y características fue arrestado en Greensboro, Carolina del Norte, después de atrincherarse en un edificio con una ametralladora totalmente automática. Los cargos incluían la posesión de un arma oculta y una ametralladora ilegal, aunque no está claro cómo se resolvió este caso en particular. Este episodio sugiere que los impulsos de Routh hacia la violencia y la confrontación no eran nuevos, sino que formaban parte de un patrón de conducta que lo había acompañado por años.
Un hombre muy oscuro
Ryan Wesley Routh también utilizó sus perfiles en aplicaciones de mensajería para promover su visión del mundo y sus intenciones de participar activamente en conflictos internacionales. En Signal, su biografía indicaba que “los civiles deben cambiar esta guerra y evitar guerras futuras”, mientras que en WhatsApp abogaba por un enfoque global hacia la defensa de los derechos humanos y la democracia. Este tipo de mensajes sugerían una ideología en la que Routh se veía a sí mismo como un actor crucial en un escenario global, dispuesto a tomar medidas drásticas ya desafiar las normas establecidas.

En su tiempo libre, Routh se dedicaba a expresar opiniones poco convencionales sobre la política internacional. En una serie de publicaciones en 2020, elogió a Tulsi Gabbard, exrepresentante y candidata presidencial demócrata, alabando su supuesta capacidad para negociar acuerdos de paz en zonas de conflicto como Siria y Afganistán. También llegó a invitar públicamente a Kim Jong-un a Hawái, ofreciéndole sus servicios como embajador no oficial para resolver disputas entre Estados Unidos y Corea del Norte. Estos comentarios, que podían parecer descabellados o incluso delirantes, formaban parte de un mosaico que retrataba a un hombre que navegaba entre la realidad y sus propias fantasías de poder y relevancia.
Un hombre calmado
El día de su arresto, Routh fue interceptado en la carretera interestatal 95. A pesar de la tensión del momento, se mostró calmado, no opuso resistencia y no llevaba ninguna arma al momento de ser detenido, según declaraciones del sheriff William D. Snyder del condado de Martín. Sin embargo, su comportamiento anterior, tanto en línea como fuera de ella, ya había dejado una estela de preocupaciones sobre sus verdaderas intenciones y su capacidad para llevar a cabo actos de violencia.
Tambièn puedes leer: ¿Entrelíneas?: En Rositz, Alemania, la mitad de la población descubrió que la otra es fascista
El caso de Ryan Wesley Routh es un recordatorio inquietante de cómo las palabras y las acciones de un individuo pueden escalar hasta convertirse en amenazas reales para la seguridad. Su historia refleja la compleja interacción entre convicciones personales extremas, una profunda desilusión con las estructuras de poder convencionales y una peligrosa disposición a actuar en base a esas creencias. Mientras las autoridades continúan investigando sus movimientos y conexiones, la figura de Routh sigue siendo un ejemplo perturbador de cómo la retórica violenta puede convertirse en una amenaza tangible, incluso para las figuras más protegidas del país.