La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) ha solicitado órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y tres dirigentes de Hamás. Esta decisión marca un hito en la respuesta internacional al conflicto en Gaza, iniciada el pasado 7 de octubre. Las órdenes de detención fueron anunciadas este lunes, alegando crímenes de guerra y contra la humanidad por ambas partes en el conflicto.
Este reportaje fue elaborado con insumos tomados de Isabel Ferrer, periodista licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y Máster por el Institut d’études politiques de París —Sciences Po—. Ferrer ha trabajado en medios como Radio Nacional, Radio Barcelona, Antena 3 y El Noticiero Universal, y actualmente colabora con la Cadena SER. El artículo original fue publicado en el periódico EL PAÍS de España bajo el título: «La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional pide a los jueces la detención de Netanyahu y la cúpula de Hamás».
Órdenes de detención
El fiscal jefe del TPI, Karim Khan, considera que hay pruebas suficientes para creer que Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, son responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza. Según Khan, Israel ha privado de forma intencionada y sistemática a la población civil de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia, constituyendo un crimen de guerra poco mencionado en otros casos del TPI: “matar de hambre a civiles”. Desde el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque de Hamás contra civiles israelíes, que causó 1.200 víctimas mortales, el TPI sostiene que las acciones de Israel han llevado a la muerte de al menos 35.000 palestinos, según cifras de las autoridades sanitarias de la Franja de Gaza.
Las órdenes de detención no solo apuntan a Netanyahu y Gallant. La Fiscalía del TPI también ha solicitado la detención de tres dirigentes de Hamás: Yahia Sinwar, jefe en Gaza del movimiento fundamentalista; Mohamed Diab Ibrahim al Marsi, conocido como Deif, comandante en jefe del ala militar de Hamás; e Ismail Haniya, líder político de estas milicias. Estos líderes de Hamás son acusados de crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo el exterminio y asesinato de civiles, la toma de rehenes, y actos inhumanos como la violación y violencia sexual.
Un tribunal sin jurisdicción
Israel no es miembro del TPI, lo que complica la ejecución de estas órdenes de detención. Sin embargo, los 124 países miembros del TPI están obligados a arrestar a las personas buscadas por la Fiscalía. Esto pone presión y aísla a los máximos representantes políticos de Israel, limitando potencialmente sus viajes al extranjero. La autorización para emitir las órdenes de arresto ahora está en manos de los jueces del TPI, quienes tienen varios meses para pronunciarse sobre el caso.
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El conflicto en Gaza ha generado una de las respuestas internacionales más enérgicas hasta la fecha. El fiscal Khan ha advertido que las presiones contra el TPI desde Israel y Estados Unidos podrían constituir actos punibles. Estas presiones surgen ante la posibilidad de una orden de detención contra israelíes por la guerra en Gaza. La investigación del TPI, que ha durado siete meses, busca esclarecer el comportamiento de ambas partes en el conflicto.
Rehenes bajo maltratos
En el caso de las órdenes de detención para Hamás, la Fiscalía del TPI sostiene que los dirigentes Yahia Sinwar, Deif, y Haniya son penalmente responsables de la muerte de cientos de civiles israelíes y la toma de al menos 245 rehenes. Los civiles capturados en Israel han sido mantenidos en condiciones inhumanas y algunos han sufrido violencia sexual, incluyendo la violación. Estas acusaciones agravan aún más la situación en Gaza, donde la población civil sigue enfrentando una crisis humanitaria sin precedentes.
Las pruebas recabadas por la Fiscalía del TPI incluyen entrevistas con supervivientes y testigos presenciales, material de vídeo, fotografías y audio autentificados, e imágenes de satélite. Estas pruebas demuestran que Israel ha privado intencionalmente a la población civil de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana. Los efectos del uso de la inanición como método de guerra, junto con otros castigos colectivos contra civiles, son agudos y visibles. La hambruna está presente en algunas zonas de Gaza y es inminente en otras, según la Fiscalía del TPI.
Violado el derecho internacional humanitario
El TPI, creado en 2002 como única instancia permanente para perseguir crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, genocidio y agresión, no cuenta con una policía propia para efectuar las detenciones. Sin embargo, sus miembros están obligados a arrestar a las personas buscadas. Este tribunal solo juzga a los máximos responsables, y en este caso, tanto Netanyahu como los dirigentes de Hamás enfrentan graves acusaciones que podrían tener implicaciones internacionales significativas.
El Gobierno israelí ha reiterado que su objetivo en este conflicto es acabar con Hamás y proteger a los gazatíes. Sin embargo, la Fiscalía del TPI presenta una versión completamente distinta que justifica las órdenes de detención. Según el fiscal Khan, Israel ha violado el derecho internacional humanitario y ha cometido crímenes de guerra y contra la humanidad. Entre estos crímenes se incluyen causar deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física y la salud, homicidio intencional o asesinato, y dirigir intencionadamente ataques contra una población civil.
Exterminio, asesinato y otros actos inhumanos
Por otro lado, los crímenes contra la humanidad atribuidos a Netanyahu y Gallant incluyen exterminio, asesinato y otros actos inhumanos. El fiscal Khan diferencia entre los crímenes de guerra, cometidos en el contexto de un conflicto armado internacional y un conflicto armado no internacional, y los crímenes contra la humanidad, perpetrados como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil palestina en aplicación de una política de Estado.
En el caso de los dirigentes de Hamás, la Fiscalía del TPI argumenta que sus crímenes también fueron parte de un ataque sistemático y generalizado contra civiles de Israel. Las acusaciones incluyen la toma de rehenes, trato cruel, ultrajes a la dignidad, violación y violencia sexual, y tortura. Estas acciones son consideradas tanto crímenes de guerra como crímenes contra la humanidad.
El contexto del conflicto es complejo y las consecuencias de estas órdenes de detención podrían ser significativas. El TPI ha demostrado que está dispuesto a perseguir la justicia, independientemente de la nacionalidad de los acusados. La emisión de estas órdenes de detención marca un paso importante en la lucha contra la impunidad y en la búsqueda de justicia para las víctimas del conflicto en Gaza.
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Castigo a los crímenes de guerra
Las órdenes de detención emitidas por la Fiscalía del TPI contra Benjamín Netanyahu y los dirigentes de Hamás subrayan la gravedad de los crímenes cometidos en el conflicto de Gaza. Esta acción refleja la determinación de la comunidad internacional de responsabilizar a los máximos responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad. A medida que el TPI continúa su labor, el mundo observa de cerca, esperando que se haga justicia para las víctimas de este conflicto devastador.
La respuesta internacional a estas órdenes de detención será crucial para determinar su impacto y efectividad. Mientras el TPI espera la autorización de los jueces para proceder con los arrestos, la comunidad internacional enfrenta un desafío significativo para garantizar que se respete el derecho internacional y se haga justicia en uno de los conflictos más complejos y prolongados de nuestro tiempo.
