Luis Abinader promete erigir un muro que al parecer lo reelegiría hoy presidente de República Dominicana

Luis Abinader, actual presidente de la República Dominicana, ha prometido culminar la construcción de un muro en la frontera con Haití, un proyecto emblemático que parece ser la clave para su reelección en el cargo. La promesa de Abinader ha resonado profundamente entre los votantes dominicanos, quienes ven en este muro una solución a los problemas de inmigración y seguridad que afectan a su país.

Bárbara Agelvis, periodista para el medio Barron’s, una revista/periódico semanal estadounidense publicado por Dow Jones & Company desde 1921, recientemente escribió un artículo titulado “Muro antihaitiano: la carta de triunfo del presidente dominicano para la reelección”. En su reportaje, Agelvis describe cómo una torre de vigilancia que parece una prisión arroja un manto sobre una idílica playa tropical en el extremo suroeste de la República Dominicana. Este es el punto de partida de un muro de 164 kilómetros (102 millas) que la nación caribeña está construyendo entre ella y Haití, su único vecino en la isla compartida de La Española.

La reelección de Luis Abinader

Luis Abinader ha utilizado el proyecto del muro como una plataforma central en su campaña para la reelección. El muro se ha convertido en un símbolo de su postura dura y popular sobre la migración, una postura que ha encontrado un fuerte respaldo entre los dominicanos. Bajo el gobierno de Abinader, el país ha intensificado las redadas de inmigración y ha deportado a cientos de miles de haitianos, muchos de los cuales habían vivido allí durante décadas. El presidente cerró la frontera de 340 kilómetros en septiembre pasado en una disputa por un río compartido y la reabrió parcialmente en octubre, aunque solo para mercancías, no para personas.

La construcción del muro comenzó en 2022 y Luis Abinader se jacta de que «cambiará para siempre la República Dominicana», un paraíso turístico con una economía de rápido crecimiento. Haití, por el contrario, es uno de los países más pobres y violentos del mundo. Abinader ha prometido acelerar la construcción del muro, la mayor parte del cual sigue sin terminar. La ciudad costera de Pedernales alberga el más meridional de los cuatro cruces fronterizos entre Haití y República Dominicana, cada uno con la llamada «zona libre» donde las personas de ambos lados pueden comprar y vender productos en el mercado antes de regresar a sus respectivos hogares.

Luis Abinader
La construcción del muro comenzó en 2022 y Luis Abinader se jacta de que «cambiará para siempre la República Dominicana», un paraíso turístico con una economía de rápido crecimiento. Haití, por el contrario, es uno de los países más pobres y violentos del mundo. Ilustración MidJourney

El crimen ha disminuído

El muro, construido en hormigón a una altura de hasta 1,5 metros sobre el suelo con dos metros de alambrada en la parte superior, une los cuatro cruces mientras zigzaguea a través del paisaje de sur a norte. Luis Abinader afirma que el robo de ganado y motocicletas ha disminuido un 80 por ciento en algunas zonas del lado dominicano desde que comenzó la construcción, y sostiene que el muro protege los empleos y el comercio. El setenta por ciento de los dominicanos apoya el proyecto, según las encuestas. «Ayudará tener ciertos controles… (Es) necesario», dijo Odanis Grullón, de 29 años, propietario de un restaurante de playa en Pedernales.

En el cruce fronterizo cercano, los niños juegan mientras los camiones van y vienen con ropa, alimentos y artículos para el hogar para el mercado. Una barrera rudimentaria que se asemeja a la antigua puerta de una granja permanece prácticamente abierta mientras soldados armados observan las idas y venidas sin interferir mucho. La gente de Pedernales señala que el suyo no es el cruce fronterizo más conflictivo, ya que es el más alejado de Puerto Príncipe, la capital de Haití, plagada de crimen. «Los pandilleros no vienen aquí. A veces pasan cosas, pero son buenos, son hermanos», dijo el líder comunitario Eleodoro Matos. Sin embargo, está a favor del muro, citando en particular el robo de ganado.

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Un negocio amurallado

Más al norte, en el paso fronterizo de Jimaní, la situación es bastante diferente. El idioma dominante es el criollo haitiano, más que el español, y las puertas están hechas de acero. Hay patrullas militares y muchos puestos de control en las carreteras. Incluso acercarse al muro está prohibido: «Estas son nuestras órdenes», dicen los soldados. Pero para Juan Enrique Matos, comerciante del mercado local de la «zona franca»: «Aquí el muro no funciona». Los haitianos, dijo a la AFP, «dan su dinero a los guardias y los dejan pasar. Es un negocio». Los residentes dicen que también es relativamente fácil cruzar por otros puntos, lejos de los puestos oficiales, a través de las montañas y valles a lo largo de la frontera.

Luis Abinader ha asegurado que, a pesar de estos problemas, el muro es esencial para la seguridad nacional y la protección de los recursos dominicanos. Según el comerciante dominicano Brian Baptista, de 25 años, los haitianos «pasan por donde quieren, por el campo o por la puerta». Algunos creen que un muro puede no ser la mejor manera de abordar los problemas reales que aquejan a la isla. «La presión migratoria no se reduce con… las infraestructuras», dijo a la AFP Juan Del Rosario, un universitario experto en integración económica. Si bien el muro puede haber reducido el robo transfronterizo, añadió, «bienes ilícitos como drogas y armas» continúan pasando.

Encara acusaciones de xenofobia

Luis Abinader ha enfrentado críticas tanto dentro como fuera de su país por su enfoque en la construcción del muro. Organizaciones de derechos humanos y grupos pro-migrantes han condenado la medida, argumentando que fomenta la xenofobia y agrava las tensiones entre los dos países. Sin embargo, el presidente ha mantenido su postura, insistiendo en que el muro es una medida necesaria para proteger a la República Dominicana y garantizar su estabilidad económica y social.

El apoyo al muro se ha convertido en un barómetro del respaldo popular a Luis Abinader. Las encuestas muestran que el setenta por ciento de los dominicanos está a favor del proyecto, y muchos ven en el muro una forma de controlar la inmigración y reducir el crimen. «Es algo que necesitábamos desde hace mucho tiempo», dijo Carolina Méndez, una residente de Santo Domingo. «Nos da seguridad y nos protege de los problemas que vienen del otro lado de la isla».

Luis Abinader
Luis Abinader ha enfatizado que la construcción del muro es solo una parte de su estrategia más amplia para mejorar la seguridad y la prosperidad de la República Dominicana. Su gobierno ha implementado una serie de medidas para fortalecer la economía, mejorar la infraestructura y combatir el crimen. Ilustración MidJourney.

Mientras la construcción del muro avanza, el debate sobre su eficacia y su impacto en las relaciones entre Haití y la República Dominicana continúa. Luis Abinader ha prometido que el muro será completado durante su próximo mandato, si es reelegido, y que será una herramienta clave para el desarrollo y la seguridad del país. «Este muro no es solo una barrera física», ha dicho el presidente. «Es una declaración de nuestra determinación de proteger a nuestro país y a nuestro pueblo».

Relaciones internacionales

El muro también ha sido un punto central en la política exterior de Abinader, quien ha buscado fortalecer las relaciones con otros países de la región y obtener apoyo internacional para su proyecto. El presidente ha argumentado que el muro no solo beneficiará a la República Dominicana, sino que también ayudará a estabilizar la región al controlar mejor el flujo de personas y bienes entre los dos países.

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Luis Abinader ha enfatizado que la construcción del muro es solo una parte de su estrategia más amplia para mejorar la seguridad y la prosperidad de la República Dominicana. Su gobierno ha implementado una serie de medidas para fortalecer la economía, mejorar la infraestructura y combatir el crimen. Sin embargo, el muro sigue siendo la pieza central de su plataforma política, y su promesa de completarlo ha, resonado fuertemente entre los votantes.

Con las elecciones presidenciales acercándose, la promesa de Luis Abinader de erigir un muro que protegerá a la República Dominicana y garantizará su futuro ha capturado la imaginación del público. Para muchos dominicanos, el muro representa la esperanza de un futuro más seguro y próspero. Y para Abinader, representa la clave para su reelección como presidente de la República Dominicana.

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