Javier Milei, presidente de Argentina, expresó recientemente en una conversación telefónica con el expresidente estadounidense Donald Trump su creencia de que ambos son “los presidentes más relevantes del planeta”. La declaración de Milei no fue solo una muestra de apoyo hacia Trump, sino también una afirmación de su propia percepción de relevancia en el escenario internacional. Para Milei, el vínculo con Trump es estratégico y simbólico: representa un modelo de liderazgo alineado con sus propias visiones políticas y económicas. La conversación entre ambos mandatarios se produjo después de una semana de espera que se mantuvo en vilo a la política argentina y despertó tensiones en la Casa Rosada.
Federico Rivas Molina, corresponsal de El País en Argentina desde 2016 y licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires, fue quien informó sobre esta conversación. En el artículo titulado: “Trump y Milei hablan por teléfono por primera vez desde las elecciones en Estados Unidos: ‘Usted es mi presidente favorito’”, Rivas Molina reveló detalles sobre el intercambio entre ambos líderes, confirmando que Milei considera a Trump como su aliado. más fuerte. Esta conversación se dio en un contexto en el que Milei había expresado una profunda admiración hacia el estadounidense, aunque tuvo que guardar ansiosamente para recibir su atención después del triunfo electoral de Trump. La frase “usted es mi presidente favorito” citada por Rivas Molina fue la chispa que avivó el fervor en el entorno de Milei, quien espera establecer con Trump una relación de cooperación entre ambos gobiernos.
Los presidentes más relevantes del planeta
Milei, quien ha adoptado una postura confrontativa en la política internacional, ha declarado repetidamente que sus ideales están alineados con los de Trump, al punto de consideración entre “los presidentes más relevantes del planeta”. Con esta expresión, Milei busca proyectar un liderazgo que se apoya en la política de choque y en una narrativa que contrasta fuertemente con las posturas de otros líderes latinoamericanos. A lo largo de su administración, ha intentado reforzar esta imagen mediante políticas de austeridad radicales, que él llama la “motosierra” del gasto público. Según él, estas medidas están “haciendo furor en todo el mundo” y han captado el interés de figuras internacionales como Elon Musk, con quien se reunirá durante su próxima visita a los Estados Unidos.

La llamada de Trump no fue solo un gesto de cortesía política, sino una señal de respaldo que Milei necesitaba en un momento crucial de su mandato. Desde la Casa Rosada, Milei ha dirigido su política exterior hacia el fortalecimiento de la relación con Washington, convencido de que el alineamiento con Trump traerá beneficios financieros y políticos a su país. La esperanza de Milei es que Trump facilite el camino para un nuevo paquete de ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 15.000 millones de dólares, que sería un complemento al préstamo otorgado a Argentina en 2018. Este apoyo, de concretarse, se convertiría en el pilar de la política económica del presidente argentino, quien también considera que su “amistad” con Trump lo distingue entre “los presidentes más relevantes del planeta”, una afirmación que utiliza para cimentar su discurso de poder y legitimidad.
Milei ya acusa “fuego amigo”
El respaldo de Trump es fundamental para Milei, que ha enfrentado oposición en su propio gabinete. La reciente destitución de la canciller Diana Mondino, a quien Milei acusó de traidora por no votar en contra del embargo estadounidense a Cuba, es una muestra de su determinación por alineal su administración con los intereses de Estados Unidos. Esta purga ideológica en el Ministerio de Exteriores refleja la nueva dirección que Milei intenta establecer en su política, buscando construir una Argentina que, según él, esté en la misma categoría de “relevancia” que Estados Unidos. Al promover esta “revolución” en su administración, Milei se coloca junto a Trump en la narrativa de “los presidentes más relevantes del planeta”, afirmando que ambos comparten no solo intereses comunes, sino una visión sobre el rol que sus naciones deben jugar en el futuro.
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Milei ha encontrado en Trump un símbolo de autoridad y liderazgo con el que busca emular su propio estilo de gobierno. La visita de Milei a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Palm Beach se anticipa como el momento culminante de esta relación. Se espera que ambos líderes se reúnan cara a cara, consolidando una alianza que Milei percibe como crucial para posicionarse a nivel global. Esta será la segunda vez que Milei y Trump se fotografiaron juntos en un evento de CPAC, la primera vez fue en Washington, donde intercambiaron elogios. “Hagamos grande a Argentina otra vez”, fueron las palabras de Trump en aquel entonces, un mensaje que Milei espera que se materialice ahora con un apoyo más sólido.
El modelo trumpista
La estrategia de Milei se centra en construir una figura presidencial que trascienda las fronteras de Argentina, y en esta tarea ha encontrado en Trump un referente y en los Estados Unidos un modelo de nación con el cual aspira a ser asociado. El presidente argentino parece convencido de que esta cercanía con Trump le permitirá asegurar el apoyo financiero que necesita para impulsar su agenda de reformas en Argentina, una agenda que, según él, transformará al país y lo situará en el escenario internacional. En su discurso público, Milei insiste en que la colaboración entre Argentina y Estados Unidos no es solo una cuestión de política exterior, sino un movimiento histórico que define a ambos como “los presidentes más relevantes del planeta”. Con estas palabras, Milei no solo eleva su propio estatus, sino que se vincula directamente con una narrativa de poder y legitimidad que busca consolidar su imagen frente al electorado argentino y ante la comunidad internacional.
El presidente argentino se ha dedicado a promover esta idea de relevancia compartida, aprovechando cada oportunidad mediática para recalcar su sintonía con Trump. Según sus declaraciones, ambos líderes representan una alternativa a las “viejas estructuras” y al “establecimiento” que Milei asegura estar destruyendo en Argentina. Este discurso, reforzado por su retórica anticomunista y proliberal, ha encontrado resonancia en ciertos sectores de la población, quienes ven en Milei y en su conexión con Trump una oportunidad para que Argentina asuma un nuevo rol en el mundo. Para Milei, su relación con Trump simboliza la “revolución” política y económica que desea implementar en su país.

Elon Musk fue la puerta
La visita a Estados Unidos y el encuentro con Trump representan, para Milei, no solo una ocasión diplomática, sino un evento de impacto geopolítico. En la Casa Rosada, el equipo de Milei ha preparado una serie de iniciativas para reforzar la imagen del presidente como un líder global. Estas incluyen reuniones con empresarios, como Elon Musk, con quienes Milei busca alianzas para impulsar la economía argentina. La figura de Musk, conocido por sus inversiones en tecnología y su visión de cambio disruptivo, encaja en el modelo de liderazgo que Milei ha intentado proyectar, uno en el que se asocia con personajes de influencia internacional para validar su propia estrategia de gobierno.
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Con la frase “los presidentes más relevantes del planeta” en su discurso, Milei envía un mensaje claro a sus seguidores y detractores. Para él, esta autoproclamada relevancia es tanto un reflejo de su convicción como un intento de afirmar su lugar en la historia. En su visión, esta relevancia compartida con Trump implica una conexión de valores y objetivos que él considera cruciales para redefinir las políticas de ambos países. Así, mientras Milei se prepara para su viaje a Florida, continúa construyendo una imagen de liderazgo que aspira a trascender su mandato y proyectarse como un defensor de la “libertad” y el “progreso”.
La insistencia en la relación entre Trump y Milei, en sus propios términos, parece ser una apuesta a largo plazo. Más allá de lo diplomático, Milei ve en esta conexión un pilar para la validación de sus políticas.