En un contexto marcado por tensiones y controversias, el 7 de diciembre de 2023 ha revelado una faceta compleja y polémica de la política peruana. Dos figuras notorias, Pedro Castillo y Alberto Fujimori, conocido popularmente como “el chino”, se encuentran en situaciones diametralmente opuestas: Castillo cumpliendo un año de cárcel tras un fallido autogolpe, y Fujimori, liberado recientemente. Este último evento ha reavivado el debate sobre el fujimorismo y su influencia en la política actual.
La liberación de Fujimori, casi seis años después de ser indultado en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, ha sido un hecho sorprendente, especialmente considerando la postura de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2018. La CIDH había instado a Perú a garantizar la justicia para las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta, casos por los cuales Fujimori fue condenado en 2009. Sin embargo, el Tribunal Constitucional peruano procedió con el indulto, desafiando este mandato.

Expertos hablan del fujimorismo
El fujimorismo, corriente partidaria conformada y nombrada por Fujimori, ha sido una fuerza política significativa en Perú. A pesar de no estar en el poder formalmente, su influencia persiste, especialmente en el contexto actual de crisis. Elizabeth Salmón, profesora principal de Derecho Internacional en la Pontificia Universidad Católica del Perú, lo ve como parte de una descomposición institucional, afectando el Estado de derecho y la administración de justicia en el país. Esto se ve reflejado en incidentes como la suspensión de la fiscal nacional, Patricia Benavides, acusada de tráfico de influencias.
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Alfredo Serrano Mancilla, director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, va más allá, sugiriendo que el fujimorismo está gobernando a través de alianzas en el Poder Legislativo y coaccionando a la actual presidenta, Dina Boluarte. Para él, el indulto a Fujimori es un claro ejemplo de cómo se puede gobernar sin ganar elecciones, violando las reglas electorales y democráticas, y hasta el marco de la legalidad internacional.
Deterioro de las instituciones
Este enfoque hacia el indulto también es compartido por Elizabeth Salmón, quien señala que la actitud del Tribunal Constitucional desconoce los compromisos internacionales de Perú. Según ella, el indulto debió considerar aspectos como el arrepentimiento del perpetrador y la indemnización a las víctimas. Ella ve esto como un desafío al sistema interamericano de derechos humanos, sugiriendo que podría ser un pretexto para alejarse del sistema y crear un espacio de impunidad.

En un contexto más amplio, Salmón apunta a tendencias regionales donde se prioriza la seguridad sobre los derechos humanos, y cómo esto afecta la implementación de políticas públicas. La liberación de Fujimori y la narrativa que la acompaña, que glorifica sus logros y niega sus faltas, refuerza movimientos como el fujimorismo, según Salmón. Estas narrativas negacionistas pueden tener un impacto significativo en el fortalecimiento de corrientes políticas contrarias a los derechos humanos.
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El poder de la justicia
Finalmente, Serrano destaca la importancia de los poderes judiciales en la región, sugiriendo que a veces tienen más poder que los presidentes electos, lo que plantea interrogantes sobre la naturaleza de la democracia en América Latina.
El indulto a Alberto Fujimori y su liberación no son solo eventos aislados. Representan un espejo de las complejidades y desafíos de la política peruana y latinoamericana. Estos eventos subrayan la influencia persistente del fujimorismo y plantean preguntas sobre el estado de la democracia, el Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos en la región.