Belén Fernández: Una “Pequeña Hiroshima” por una “Causa Justa” ardió en Panamá

En las profundidades de la memoria colectiva de Panamá, persiste el eco de una tragedia, una sombra que se cierne sobre el barrio de El Chorrillo en la ciudad de Panamá. Belén Fernández, columnista de Al Jazeera y editora colaboradora de Jacobin Magazine, nos lleva en un viaje retrospectivo a esta «Pequeña Hiroshima», un apodo acuñado tras la devastación causada por la Operación Causa Justa de Estados Unidos en 1989. Su reciente visita a El Chorrillo, casi 34 años después de los acontecimientos, desentraña una historia de supervivencia, hipocresía política y una lucha continua por la justicia.

La historia de El Chorrillo no puede contarse sin mencionar a Manuel Noriega, el dictador de Panamá en la década de 1980 y antiguo activo de la CIA. La relación de Noriega con Estados Unidos, una vez cordial y conveniente, se tornó ácida cuando dejó de ser un aliado útil. Acusado de narcotráfico, Noriega se convirtió en el blanco de Estados Unidos, que se embarcó en una misión para derrocarlo. La ironía de esta situación no se perdió en Fernández, quien señala que Estados Unidos estaba bien consciente y se beneficiaba de los vínculos de Noriega con el tráfico de drogas desde 1972.

Belén Fernández

Bajo la presidencia de George HW Bush, Estados Unidos lanzó la Operación Causa Justa, con el fin de instaurar la “democracia” en Panamá. El barrio de El Chorrillo, ubicado cerca del cuartel militar central de la ciudad de Panamá, sufrió el impacto más severo de esta operación. La intensidad del ataque estadounidense sobre este empobrecido barrio fue tan extrema que los conductores de ambulancia local comenzaron a llamarlo «Pequeño Hiroshima». Belén Fernández, al visitar el lugar, descubrió un vecindario aún marcado por las cicatrices de aquellos eventos.

Fernández
El barrio de El Chorrillo, ubicado cerca del cuartel militar central de la ciudad de Panamá, sufrió el impacto más severo de esta operación. Ilustración MidJourney

Durante su estancia en El Chorrillo, Fernández se encontró con varios residentes, incluyendo a Héctor, un hombre mayor con una historia conmovedora. Héctor, que no estaba presente durante la invasión debido a su expulsión política de Panamá, regresó después de la operación y se convirtió en un líder local, luchando contra los esfuerzos de los nuevos poderes «democráticos» de Panamá para aprovecharse del barrio devastado. Fernández relata cómo Héctor, a pesar de haber sobrevivido a cuatro intentos de asesinato, mantiene una cierta alegría de vivir, un testimonio de la resiliencia humana frente a la adversidad extrema.

Tambièn puedes leer: Argentina tras la huelga: El gobierno sigue creyendo tener el respaldo de la mayoría silenciosa

Lucha emociona de los habitantes

Las historias de El Chorrillo, narradas por Fernández, revelan no solo la devastación física sino también la lucha emocional y política de sus habitantes. Las estimaciones de muertes de civiles panameños durante la operación varían enormemente, pero lo que es indiscutible es el impacto profundo y duradero en la comunidad. Fernández señala cómo Estados Unidos, bajo la premisa de llevar la democracia, perpetró actos que dejaron cicatrices profundas en la población de El Chorrillo.

Belén Fernández
El reportaje de Belén Fernández no solo documenta una tragedia histórica, sino que también plantea preguntas sobre la justicia, la memoria y la responsabilidad. Ilustración MidJourney

El relato de Belén Fernández también aborda la hipocresía de Estados Unidos en su trato con Panamá y otros países. La elección del nombre “Operación Causa Justa” es un ejemplo de cómo se enmascaró una intervención violenta bajo un velo de legitimidad moral. El cambio de etiqueta, sin embargo, no cambió la realidad para los habitantes de El Chorrillo, quienes soportaron el peso letal de la consiguiente “causa justa”.

Tambièn puedes leer: Despidos masivos en industrias millonarias son un misterio difícil de afrontar. ¿Cómo protegerse?

Una tragedia histórica

El reportaje de Belén Fernández no solo documenta una tragedia histórica, sino que también plantea preguntas sobre la justicia, la memoria y la responsabilidad. Mientras el mundo continúa girando, lugares como El Chorrillo permanecen como recordatorios sombríos de los capítulos oscuros de la historia, y figuras como Belén Fernández siguen siendo cruciales para asegurar que estas historias no sean olvidadas.

Su trabajo nos desafía a recordar y reflexionar sobre las consecuencias de las acciones políticas y militares, y la responsabilidad que tenemos de buscar la verdad y la justicia en medio de la complejidad de la historia global.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí