Sergio Díaz-Granados (CAF): América Latina lleva 10 años con crecimientos mediocres

América Latina atraviesa una de las décadas más desafiantes en su historia reciente. Así lo afirmó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, al señalar que la región lleva casi diez años sumida en crecimientos económicos mediocres. Durante una entrevista con el diario español EL PAÍS, Díaz-Granados subrayó que la pandemia de la COVID-19 no solo desestabilizó a los gobiernos, sino que también agravó problemas estructurales como la pobreza, la desnutrición y la falta de inversión en sectores clave.

El reportaje original, titulado: “Sergio Díaz-Granados (CAF): ‘América Latina envejece sin haber resuelto problemas centrales como la pobreza o la desnutrición’”, fue escrito por Ignacio Fariza, periodista de la sección de Economía de EL PAÍS. Fariza, quien cuenta con una destacada trayectoria en el ámbito económico, detalló en su pieza las reflexiones del ejecutivo colombiano en el marco del Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe, organizado por CAF en Ciudad de Panamá. En dicho evento, se buscó responder una pregunta que ha atormentado a la región durante décadas: ¿cómo retomar la senda del crecimiento sostenible?

América Latina debe volver a crecer

América Latina enfrenta el desafío de superar el bajo crecimiento y reactivar su economía mediante la atracción de inversión privada en sectores estratégicos como la infraestructura, el turismo y las exportaciones. Según Díaz-Granados, la región ha avanzado en estabilizar la inflación, un “impuesto regresivo” que afecta desproporcionadamente a los más pobres. Sin embargo, el estancamiento económico, reflejado en tasas de crecimiento menores al potencial de la región, continúa siendo una preocupación central. A ello se suma un problema demográfico inminente: la población envejece sin haber resuelto cuestiones fundamentales, lo que amenaza con limitar aún más las posibilidades de desarrollo.

América Latina enfrenta el desafío de superar el bajo crecimiento y reactivar su economía mediante la atracción de inversión privada en sectores estratégicos como la infraestructura, el turismo y las exportaciones. Ilustración MidJourney

Uno de los temas destacados por el presidente de CAF es la fragmentación que caracteriza a América Latina. La región, pese a su potencial, sigue muy desintegrada, con un comercio intrarregional que representa una parte mínima de su actividad económica. Este fenómeno, según Díaz-Granados, se agrava en un contexto de “desacople” global, donde los bloques económicos están redefiniendo sus prioridades. Ante esta realidad, América Latina necesita fomentar la integración en áreas como la energía y la digitalización. Proyectos como el cable de interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá son ejemplos de las iniciativas necesarias para mejorar la cooperación regional y garantizar el desarrollo sostenible.

El monstruo de la informalidad laboral

El crecimiento de América Latina, según el análisis de Díaz-Granados, también se ve obstaculizado por altos niveles de informalidad laboral. Mientras que países como Uruguay o Chile mantienen tasas de informalidad por debajo del 25%, otras naciones como Bolivia o Nicaragua superan el 80%. Este fenómeno refleja una baja productividad y una debilidad estructural en el mercado laboral. Para cambiar esta realidad, la región debe traducir los diagnósticos en concretas, con políticas que fomenten la productividad y el financiamiento de acciones dirigidas a los sectores más vulnerables.

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Pese a las dificultades, América Latina posee grandes oportunidades que pueden potenciar su crecimiento. El sector energético, con un alto potencial en generación renovable, es un ejemplo. Aunque la región enfrenta retos significativos en la financiación de energías limpias, Díaz-Granados señala que la reducción en los costos tecnológicos abre una ventana para que países como Chile y Uruguay lideren este cambio. Además, el Caribe y Centroamérica podrían beneficiarse enormemente de una transición hacia la energía solar y eólica, disminuyendo su dependencia de combustibles importados y fortaleciendo sus economías.

La vieja carta del turismo

El turismo emerge como otro sector con un potencial considerable. Sin embargo, para que América Latina pueda consolidarse como un destino atractivo, será necesario duplicar o triplicar las inversiones en infraestructura turística. Esto no solo permitirá recibir más visitantes, sino que también generará un flujo constante de divisas, esencial para estabilizar las economías de la región. En este contexto, el foro organizado por CAF busca convertirse en un espacio anual de diálogo entre líderes públicos y privados para evaluar y aprovechar estas oportunidades.

El estancamiento de América Latina en el comercio global es otro tema preocupante. Pese a ser una región rica en recursos, su participación en el comercio mundial sigue oscilando entre el 5% y el 6%. Díaz-Granados enfatiza la necesidad de diversificar las exportaciones, no solo en bienes, sino también en servicios. La internacionalización efectiva de la región es clave para aumentar su competitividad y reducir su vulnerabilidad ante crisis externas.

El estancamiento de América Latina en el comercio global es otro tema preocupante. Pese a ser una región rica en recursos, su participación en el comercio mundial sigue oscilando entre el 5% y el 6%. Díaz-Granados enfatiza la necesidad de diversificar las exportaciones, no solo en bienes, sino también en servicios. Ilustración MidJourney.

Hay que cerrar las brechas

El presidente de CAF también destacó la importancia de la próxima Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en julio en Sevilla. Este evento reunirá a ministros de Economía y Finanzas de América Latina y el Caribe para discutir estrategias que cierren las brechas de información y fortalezcan los vínculos entre la región y otras áreas del mundo, como Europa, Asia y Oriente Próximo. Para Díaz-Granados, estos puentes de confianza son fundamentales en un mundo cada vez más fragmentado.

Finalmente, Díaz-Granados señaló que la próxima COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil, será un evento crucial para América Latina. Como región vulnerable al cambio climático, América Latina debe adoptar un papel activo en la promoción de políticas ambientales responsables. La protección del Amazonas y la electrificación de las economías regionales son objetivos prioritarios en esta agenda.

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En palabras de Díaz-Granados, América Latina tiene el potencial de convertirse en un referente mundial si logra superar sus desafíos estructurales y fomentar una mayor cooperación regional. La labor de CAF, que ha aprobado financiamientos récord por más de 16.500 millones de dólares en los últimos años, es un ejemplo del compromiso necesario para garantizar un futuro más próspero. Sin embargo, como subraya Díaz-Granados, el déficit más grande de la región no es económico, sino de esperanza y confianza.

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