Agua en polvo hecha en México revoluciona la agricultura y ayuda a frenar el cambio climático

En un mundo donde la sequía y la escasez de agua son cada vez más problemáticas, surge una innovación revolucionaria desde México: el agua en polvo. Este invento, obra del ingeniero Sergio Jesús Rico Velasco del Instituto Politécnico Nacional, promete ser una solución viable y sostenible a uno de los desafíos más acuciantes del siglo XXI. El agua en polvo, un polímero biodegradable que puede retener hasta 200 veces su peso en agua, se está posicionando como un cambio de juego en la agricultura y la gestión de recursos hídricos, ofreciendo esperanza en la lucha contra el cambio climático.

La sequía, un fenómeno cada vez más frecuente y severo debido al cambio climático, afecta no solo a México sino a todo el planeta, donde la falta de lluvias ha llevado a una situación crítica. En este contexto, la capacidad del agua en polvo para convertir la lluvia en una forma sólida y conservarla por hasta ocho años, se presenta como una solución innovadora. Este invento permite a las plantas mantenerse hidratadas sin depender de riegos frecuentes, lo cual es crucial en áreas donde el agua es un recurso escaso.

Agua en polvo por 40 días

El agua en polvo se comercializa en forma de un polvo que, una vez hidratado con agua de lluvia, se transforma en un gel capaz de retener el agua durante 40 días. Esta tecnología no solo ayuda a las plantas a crecer en climas extremos, sino que también reduce el uso de agua en la agricultura hasta en un 90%. Tal eficiencia es vital en tiempos donde el agua dulce se está convirtiendo en un bien cada vez más preciado.

Agua en polvo
El invento es obra del ingeniero Sergio Jesús Rico Velasco del Instituto Politécnico Nacional y promete ser una solución viable y sostenible a uno de los desafíos más acuciantes del siglo XXI.. Ilustración MidJourney

El proceso de aplicación del agua en polvo es igualmente innovador. El polímero se entierra a la altura de la raíz de las plantas, y al llover, encapsula el agua convirtiéndola en sólida. La planta luego absorbe esta humedad a medida que la necesita. Este ciclo puede mantenerse durante un período de entre ocho y diez años, lo que representa un avance significativo en términos de sostenibilidad y eficiencia en el uso del agua.

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Creatividad para el planeta

Este invento no solo es una muestra del ingenio mexicano sino también un reflejo de cómo la ciencia y la tecnología pueden contribuir de manera significativa a resolver problemas medioambientales globales. Rico Velasco y su equipo han demostrado que es posible enfrentar desafíos como la sequía y la escasez de agua con soluciones innovadoras y sostenibles.

Más allá de su impacto en la agricultura, el agua en polvo tiene el potencial de mejorar significativamente la vida de los 2.200 millones de personas en el mundo que carecen de acceso a agua potable. Al proporcionar una forma sostenible de conservar y utilizar el agua de lluvia, esta tecnología puede jugar un papel crucial en la mejora de la gestión del agua, aumentando la productividad agrícola y mejorando la calidad de vida en general.

Ahorro en infraestructura hídrica

Además, el uso del agua en polvo representa un ahorro considerable en términos de costes de producción y de infraestructura hídrica. Rico explica que solo se necesitan 25 kilogramos de este producto por hectárea, lo que reduce los costes de producción en un 80%. Este ahorro es crucial para los agricultores, especialmente en regiones donde los recursos son limitados.

Agua en polvo
El agua en polvo se comercializa en forma de un polvo que, una vez hidratado con agua de lluvia, se transforma en un gel capaz de retener el agua durante 40 días. Ilustración MidJourney

La relevancia del agua en polvo en la lucha contra la sequía es indiscutible. Al permitir que las plantas prosperen incluso en condiciones de escasez de agua, esta innovación no solo aborda los efectos adversos de la sequía sino que también promueve prácticas de agricultura más sostenibles y resistentes. La capacidad de este polímero para transformar la dinámica de disponibilidad de agua, especialmente en regiones con acceso limitado a fuentes de agua confiables, es un avance monumental en la seguridad del agua y la sostenibilidad agrícola.

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Enfoque proactivo y colaborativo

El agua en polvo es, por lo tanto, mucho más que un simple producto; es un símbolo de innovación, sostenibilidad y esperanza. Representa un enfoque proactivo y colaborativo para abordar los retos globales, mostrando cómo la ciencia y la tecnología pueden converger para crear soluciones efectivas a problemas ambientales complejos.

Esta innovación hecha en México no es solo una audacia técnica; es un ejemplo inspirador de cómo la creatividad humana y el compromiso con la sostenibilidad pueden llevar a soluciones que no solo revolucionan la agricultura sino que también contribuyen a mitigar los impactos del cambio climático. Este invento no solo marca un hito en la historia de la gestión de recursos hídricos, sino que también se destaca como un potencial salvavidas para millones de personas en todo el mundo, abriendo un nuevo capítulo en nuestra relación con uno de los recursos más esenciales de la naturaleza: el agua.

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