Varios están animados: ¿Quién será el próximo jefe de la OTAN?

Quién será el próximo jefe de la OTAN es una incógnita que se despejará a mediados de 2024. Tal vez antes. Jens Stoltenberg dejará este año el cargo tras casi una década de servicio en la que se le pidió que permaneciera en él cuatro veces, una de ellas incluso después de haber aceptado ya un nuevo puesto como director del banco central noruego. Durante esos años, dada la ruptura de relaciones con Rusia y la tensión transatlántica con el expresidente estadounidense Donald Trump, no era de extrañar que nadie quisiera arriesgarse a sustituir al estoico Stoltenberg, que se ganó el apodo del «susurrador de Trump» por su capacidad para aplacar al líder estadounidense. Pero ahora se espera que el relevo se produzca en la cumbre del 75 aniversario de la Alianza, que se celebrará en Washington en julio, y el mandato de Stoltenberg finalizará oficialmente el 1 de octubre de 2024. 

Se trata de una de las vacantes más importantes del mundo y, sin embargo, no hay una descripción formal del puesto, ni una lista de aptitudes requeridas, ni forma alguna de «presentar una candidatura«. Quienes aspiren al cargo no serán invitados a una entrevista y no deben parecer excesivamente ansiosos por ser elegidos. Aunque en general se considera que Washington es el que decide, cualquiera de los 31 gobiernos de la OTAN puede jugar su papel en el proceso. «En realidad, se trata de mucha diplomacia de trastienda a través del Atlántico», afirmó Ian Lesser, vicepresidente en Bruselas del German Marshall Fund of the United States, un grupo de reflexión. «Todo, desde los sujetapapeles hasta la estrategia nuclear, se hace por consenso, así que esto forma parte de ese proceso». 

El próximo jefe de la OTAN 

En este sentido, el próximo jefe de la OTAN debe oponerse a Rusia -pero no con tanta vehemencia como para provocar temores de escalada- y estar preparado para defender la existencia misma de la alianza sin provocar aún más a sus detractores. A lo largo de los muchos años en los que se ha sopesado la posibilidad de un nuevo jefe, también se han mencionado cualidades «deseables», como que proceda de un país con un fuerte gasto en defensa, de un aliado del sur o del este para variar después de casi 15 años de liderazgo nórdico, y ¿qué tal si por fin se pone a una mujer al mando? 

próximo jefe de la OTAN
Se espera que el relevo se produzca en la cumbre del 75 aniversario de la Alianza, que se celebrará en Washington en julio. Ilustración MidJourney

Muchos nombres han surgido… y han desaparecido. Algunos de ellos, como la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y el ex secretario de Defensa británico, Ben Wallace, incluso hablaron personalmente con el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre sus posibilidades, pero ambos se retiraron de la lista sin dar explicaciones. Actualmente, la primera ministra estonia, Kaja Kallas, el ministro de Asuntos Exteriores letón, Krisjanis Karins, y el primer ministro holandés saliente, Mark Rutte, aspiran abiertamente al puesto. Rutte se ha ido perfilando poco a poco como el favorito. Rutte, el segundo primer ministro que más tiempo lleva en el cargo entre los aliados de la OTAN después del húngaro Viktor Orbán, se considera una elección «más segura» que alguien del Báltico, ya que la guerra de Moscú contra Ucrania domina la agenda de la alianza. 

También puedes leer: Prensa en alemán sugiere que Javier Milei busca suprimir el Estado de Derecho

En los zapatos de Stoltenberg 

Ocupar los zapatos de Jens Stoltenberg el próximo Jefe de la OTAN ha generado una gran expectación y especulación en el ámbito político y diplomático internacional. Con casi una década en el cargo, Stoltenberg ha desempeñado un papel crucial en un período de tensiones y desafíos significativos para la Alianza Atlántica. Su habilidad para mantener relaciones cordiales con líderes internacionales, incluido el controvertido ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le valió el apodo de «susurrador de Trump». 

El anuncio de su partida y la proximidad de la cumbre del 75 aniversario de la OTAN en Washington han puesto en marcha un proceso de selección que se lleva a cabo en las sombras de la diplomacia internacional. A diferencia de otros cargos de alto nivel, no existe una descripción formal del puesto ni un proceso de candidatura abierto. Los posibles sucesores deben ser propuestos discretamente y contar con el respaldo de los países miembros. 

Un lente para mirar a Moscú 

Una de las principales incógnitas es la postura que adoptará el nuevo secretario general en relación con Rusia. Si bien es esencial mantener una posición firme frente a las acciones desestabilizadoras de Rusia, un enfoque excesivamente beligerante podría aumentar las tensiones y la posibilidad de una escalada. El equilibrio entre la defensa de la OTAN y la diplomacia será fundamental. 

próximo jefe de la OTAN
El nombre de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, retumba con fuerza en los ambientes diplomáticos. Ilustración MidJourney

Además, se ha planteado la posibilidad de que una mujer sea el próximo Jefe de la OTAN, un hito importante porque de darse sería la primera vez en la historia de la Alianza. Esta sería una señal significativa de progreso en un campo dominado en su mayoría por hombres. La diversidad de género en el liderazgo de la OTAN podría enviar un mensaje poderoso sobre la igualdad de oportunidades en el ámbito internacional. 

Nombres que viene y van 

En cuanto a los posibles candidatos a próximo Jefe de la OTAN, varios nombres han surgido y desaparecido a lo largo del proceso. Algunos, como Mette Frederiksen y Ben Wallace, exploraron la posibilidad de su candidatura, pero finalmente se retiraron sin explicación. Actualmente, Kaja Kallas, Krisjanis Karins y Mark Rutte se perfilan como candidatos destacados. 

También puedes leer: ¿Israel se contendrá y no atacará a Hezbolá?: Un análisis multidimensional

Mark Rutte, en particular, ha ganado terreno como favorito. Su larga experiencia como primer ministro de los Países Bajos y su liderazgo en un momento en que la OTAN se enfrenta a desafíos importantes, como la crisis en Ucrania, lo hacen una elección sólida. Además, su posición geográfica en Europa occidental podría proporcionar una perspectiva diferente en el liderazgo de la Alianza. 

La elección del próximo jefe de la OTAN es un proceso complejo que involucra a múltiples actores y consideraciones. El equilibrio entre la firmeza en la defensa de la Alianza y la diplomacia será esencial, al igual que la posibilidad de que una mujer ocupe este cargo histórico. Con la cumbre del 75 aniversario en el horizonte, el mundo estará atento a la decisión final y a cómo la nueva lideresa o líder aborda los desafíos que enfrenta la OTAN en un entorno geopolítico en constante evolución. 

 

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí