Expertos: Israel no podrá acabar con Hamás y hay razones que lo hacen un hecho

En el escenario geopolítico actual, una de las afirmaciones más contundentes y repetidas por los expertos es que Israel no podrá acabar con Hamás. Esta premisa, que parece desafiar la lógica de la superioridad militar, se ancla en una realidad compleja y multifacética que trasciende el ámbito de lo puramente bélico. El gobierno israelí, liderado por su primer ministro, ha mantenido una postura firme y clara: Hamás será «eliminado». Sin embargo, esta declaración choca con la realidad en terreno y con el análisis de numerosos expertos en la materia.

El contexto es crucial para entender esta conclusión. Israel, desde el ataque de Hamás el 7 de octubre, ha intensificado sus operaciones militares en la Franja de Gaza, hogar de más de dos millones de palestinos. A pesar de las continuas ofensivas aéreas y terrestres, y del bloqueo de recursos esenciales como alimentos, agua y electricidad, la mayoría de los analistas concuerdan en que la erradicación completa de Hamás es una meta inalcanzable. ¿La razón? Hamás es más que una organización militante; es un movimiento social arraigado con profundas raíces en la Franja de Gaza.

Israel no podrá acabar con Hamás

Hamás, que controla de facto la Franja de Gaza desde 2007, no solo se manifiesta como una fuerza militar, sino también como una red de asistencia social conocida como «dawah». Según Guido Steinberg, experto del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad, Hamás cuenta con entre 20.000 y 30.000 combatientes. Pero más allá, su red civil, crucial para el apoyo social en la región, tiene entre 80.000 y 90.000 miembros. Esta dimensión social de Hamás complica enormemente cualquier intento de desmantelamiento por parte de Israel.

Israel no podrá acabar con Hamás
Hamás es más que una organización militante; es un movimiento social arraigado con profundas raíces en la Franja de Gaza. Ilustración MidJourney

Rashid Khalidi, profesor de estudios árabes modernos en la Universidad de Columbia, ha expresado que Israel podría estar interesado en erradicar a Hamás como entidad política, religiosa, cultural y militar, pero admite que esto último podría ser lo único parcialmente alcanzable. Aun así, la destrucción de Hamás como institución política o como idea es una misión imposible. Israel no podrá acabar con Hamás. La razón es que incluso si Israel logra eliminar a sus líderes o militantes armados, Hamás persistirá como una fuerza política.

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No es asunto de poder de fuego

En el terreno militar, Israel tiene ventajas significativas. Con uno de los ejércitos más poderosos del mundo, ha dedicado una parte considerable de su PIB a la defensa, superando incluso a Estados Unidos y Alemania en términos porcentuales. A pesar de esto, la naturaleza de la lucha contra Hamás, que opera más como un grupo guerrillero y ha introducido de contrabando la mayor parte de sus armas, presenta desafíos únicos. Aunque Israel ha logrado debilitar a Hamás, según declaraciones del gobierno israelí que estiman bajas significativas en las filas del grupo, esta victoria es solo parcial y probablemente temporal. Expertos del International Crisis Group y otros analistas, como Dennis Ross, ex enviado de Estados Unidos al Cercano Oriente, coinciden en que Hamás, como ha hecho en el pasado, se rearmará y restablecerá. Israel no podrá acabar con Hamás.

La historia muestra que muy pocos ejércitos nacionales han logrado derrotar decisivamente a organizaciones guerrilleras. Los ejemplos van desde los esfuerzos de Estados Unidos en Afganistán e Irak hasta la guerra civil de Sri Lanka. Incluso en situaciones donde se debilitan las capacidades de un grupo insurgente, a menudo este resurge en una forma más extremista, como es el caso del grupo «Estado Islámico», evolucionado a partir de los restos de Al Qaeda.

Bombas contra la ideología

El desafío de Israel no es solo militar, sino también ideológico y social. Como explica Justin Crump, experto en terrorismo, aunque Israel logre éxitos militares significativos, no puede eliminar la idea de Hamás. La resistencia y el resentimiento generados por las acciones militares israelíes en Gaza podrían, de hecho, alimentar el ciclo de violencia. Después de más de dos meses de operaciones intensivas, es claro que erradicar a Hamás, incluso como fuerza de combate, es una tarea ardua. Más aún, la presión para lograrlo podría devastar lo que queda de Gaza, según un informe del International Crisis Group.

Israel no podrá acabar con Hamás
La resistencia y el resentimiento generados por las acciones militares israelíes en Gaza podrían, de hecho, alimentar el ciclo de violencia. Ilustración MidJourney

El ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, reporta cifras alarmantes de bajas y heridos, con una proporción significativa de civiles afectados y daños materiales extensos. Esta situación plantea un escenario donde la «desradicalización» deseada por Israel podría resultar en lo contrario, generando nuevas formas de militancia, posiblemente más tenaces.

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El intento de Tel Aviv por acabar con los milicianos enfrenta obstáculos insuperables. Israel no podrá acabar con Hamás y eso atormenta a la casta política y militar judía. La complejidad de Hamás como entidad militar, política y social, combinada con la naturaleza de la lucha guerrillera y el impacto humanitario de las operaciones militares, hacen que la erradicación total sea una meta inalcanzable. Aunque Israel puede lograr éxitos militares temporales, la destrucción de Hamás como idea y como movimiento social es, según todos los análisis, imposible.

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