Irán no le teme militarmente a EE.UU. en el Medio Oriente y acorrala tácticamente a Biden

En el complejo tablero geopolítico del Medio Oriente, Irán emerge como una nación que no teme militarmente a Estados Unidos, desafiando tácticamente a la administración de Joe Biden. Esta percepción se ve reforzada por los análisis de Seth Cropsey y Shay Khatiri, colaboradores de opinión de The Hill, quienes afirman que «para disuadir a Irán, Biden debe ser audaz».

Cropsey, fundador y presidente del Instituto Yorktown y ex oficial naval y subsecretario adjunto de la Armada, junto con Khatiri, vicepresidente de desarrollo y miembro principal del mismo instituto, destacan la necesidad de una postura estadounidense más firme frente a las acciones de Irán.

Irán es fuerte en el Medio Oriente

La situación actual se agravó tras una serie de ataques a las milicias apoyadas por Irán, que dejaron un saldo de 62 militares estadounidenses heridos. A pesar de estas represalias, Teherán no ha mostrado signos de disuasión. El patrón de conflicto se remonta al 26 de octubre, cuando ataques iraníes en Irak causaron 21 heridos y la muerte de un contratista. Desde entonces, el número de ataques ha escalado significativamente.

Irán
La disuasión, un componente crucial en la estrategia de seguridad nacional, parece ser ineficaz en este caso. Ilustración MidJourney

Lo preocupante es que la estrategia de Irán no solo se limita a enfrentamientos directos. La nación persa ha buscado abrir una brecha entre Estados Unidos e Israel, utilizando su influencia y ataques para presionar a Washington. Esta táctica se ha visto reflejada en el acuerdo reportado por el New York Times, donde Irán acordó detener sus ataques por poderes a cambio de la liberación de activos congelados. Sin embargo, tras la liberación de estos fondos, Irán intensificó sus operaciones, desafiando abiertamente a la administración Biden.

Tambièn puedes leer: Ross Douthat: En Milei hay muchas manifestaciones de populismo de derecha trumpiano

No ogra infundir temor

Estos eventos resaltan una preocupante realidad: Estados Unidos, a pesar de su capacidad militar, no ha logrado infundir temor en Irán. La disuasión, un componente crucial en la estrategia de seguridad nacional, parece ser ineficaz en este caso. La historia reciente muestra que las únicas veces que Estados Unidos logró un efecto disuasorio real sobre Irán fue cuando impuso costos estratégicos directos, como durante la Guerra de los Tanques de 1988 bajo el presidente Reagan, o con el asesinato de Qassem Soleimani en 2020.

Internamente, Irán enfrenta vulnerabilidades significativas. La reacción popular al asesinato de Soleimani reveló una falta de apoyo unificado al régimen, y la guerra de Gaza ha demostrado una disminución en el apoyo a los valores antisionistas del régimen. Estas fracturas internas sugieren que la postura agresiva de Irán en el exterior podría ser un intento de desviar la atención de sus problemas internos.

Irán
La realidad es que Teherán continúa escalando sus ataques, dejando a Estados Unidos con tres opciones: ceder, mantener el statu quo, o intensificar sus represalias. Ilustración MidJourney

Dos portaviones y nada de nervios

En respuesta a la escalada de Irán, la administración Biden ha desplegado dos grupos de ataque de portaaviones en la región, pero estas medidas no han logrado disuadir a Irán. La realidad es que Teherán continúa escalando sus ataques, dejando a Estados Unidos con tres opciones: ceder, mantener el status quo, o intensificar sus represalias. La historia muestra que la disuasión mediante castigos ha sido ineficaz, y que solo acciones directas y significativas contra los activos estratégicos de Irán podrían cambiar la dinámica actual.

Tambièn puedes leer: Candidata Dilan Yeşilgöz aspira detener el flujo migratorio hacia los Países Bajos

El régimen iraní, por su parte, ha demostrado una actitud cautelosa ante la escalada directa, evitando ataques directos contra el personal militar estadounidense. Esta reluctancia podría ser aprovechada por Estados Unidos para establecer una disuasión efectiva. La experiencia del asesinato de Soleimani destaca como un ejemplo de cómo una estrategia directa y decisiva puede tener un efecto disuasorio real.

La administración Biden se enfrenta a un desafío complejo en el Medio Oriente. La efectividad de su estrategia dependerá de su capacidad para reconocer y adaptarse a las tácticas de Irán, y de su disposición a imponer costos estratégicos directos que realmente disuadan a Teherán. Sin una postura firme y consecuente, Estados Unidos corre el riesgo de ver intensificados los ataques y de debilitar su posición en la región, especialmente en relación con Israel. La disuasión, en este contexto, es más que una medida de fuerza; es una necesidad estratégica para proteger los intereses y la seguridad de Estados Unidos en una región tan volátil como el Medio Oriente.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí