En una solicitud sin precedentes, grupos de venezolanos en el extranjero han pedido una «intervención militar» al Comando Sur de los Estados Unidos. La iniciativa, que ha ganado tracción a través de plataformas de redes sociales como Instagram, plantea una situación compleja en términos de derecho internacional y las potenciales repercusiones de una acción militar contra una nación soberana. Solicitar una intervención militar externa no solo puede resultar en la pérdida de vidas humanas y destrucción de infraestructura, sino que también puede llevar a un profundo impacto en la estabilidad económica y social de la nación afectada.
El autor original del material que ha inspirado este reportaje es Gustavo Lainette, presidente de la ONG Resistencia Venezuela Lealtad y Respeto. Lainette es una figura pública reconocida, con una presencia significativa en las redes sociales y una trayectoria en activismo político. La pieza editorial original fue publicada en la cuenta de Instagram @gustavolainette el 5 de agosto de 2024.
Intervención Militar
El llamado a la intervención militar es promovido por varias cuentas de Instagram: Resistencia Venezuela Respaldo (@resistenciavenezuelaof), con tres publicaciones y 209 seguidores; Resistencia News, que se describe como el medio de comunicación del Movimiento Resistencia Venezuela, con 159 publicaciones y 47.6 mil seguidores; y la cuenta de Gustavo Lainette, que cuenta con 120 mil seguidores. En sus publicaciones, estas cuentas invitan a los venezolanos a firmar y compartir una solicitud dirigida al gobierno de los Estados Unidos y específicamente al Comando Sur, buscando apoyo para que «nuestra voz sea escuchada y se haga justicia».

En la página web www.ResistenciaVenezuela.org y en el sitio de change.org se encuentra la petición titulada: «Solicitud de #IntervenciónMilitarYa o #InjerenciaHumanitariaYa en Venezuela». Hasta la fecha, la solicitud ha logrado recolectar 87.522 firmas, lo que representa el 58,35% de su meta de 150.000 firmas. La campaña, creada inicialmente el 22 de noviembre de 2018, ha sido revitalizada por las recientes publicaciones en Instagram, logrando atraer al menos a 96 nuevos firmantes y mantener el interés en la causa.
Las motivaciones expuestas
El documento de la petición destaca las razones detrás de la solicitud de intervención miitar, citando una falla estatal completa en Venezuela. Se denuncia la inexistencia de un estado de derecho y la violación sistemática de la Constitución y las leyes por parte del régimen actual, apoyado por las Fuerzas Armadas Bolivarianas y otras agencias de seguridad. Además, se acusa al gobierno de Nicolás Maduro de utilizar grupos irregulares y paramilitares para controlar territorios de manera violenta y arbitraria, perpetrando torturas y asesinatos impunes.
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La petición también señala la confusión entre los poderes públicos y la operación de una banda organizada de carácter internacional, que utiliza los recursos naturales y físicos de Venezuela para actividades ilícitas como el narcotráfico y el contrabando. Además, se menciona la mayor migración forzada en la historia de América, con alrededor de cuatro millones de venezolanos desplazados debido a la falta de servicios básicos y seguridad. Los arrojados hasta ahora parecen no estar actualizados y el firmante de la cuenta de change.org, Petrick Gonzalez, con residencia en Miami, parece ser un nombre falso.
Firmar solo es propaganda
Uno de los aspectos más controvertidos de esta solicitud es la implicación de una posible intervención militar en términos de derecho internacional. Las normativas internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Estatuto de Roma, proporcionan un marco para intervenir en casos de crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, la autorización y ejecución de una intervención militar requieren un consenso internacional y, generalmente, una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Las consecuencias de una intervención militar son graves y múltiples. En primer lugar, la pérdida de vidas humanas, tanto de civiles como de combatientes, sería inevitable. Además, la infraestructura del país sufriría daños significativos, afectando negativamente la economía y el bienestar social a largo plazo. La intervención también podría desestabilizar la región, provocando una ola de refugiados y creando una crisis humanitaria que afectaría no solo a Venezuela sino también a sus países vecinos.

Más del texto
El documento de la solicitud detalla varias justificaciones para la intervención, incluidas las condiciones inhumanas bajo las cuales viven los venezolanos, la violación de derechos humanos, y la participación del régimen en actividades delictivas internacionales. Los firmantes solicitan una intervención militar multilateral a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, en caso de ser imposible, autorizan a cualquier país perjudicado por las actividades delictivas del régimen a intervenir militarmente.
El llamado a la intervención militar es una medida extrema que refleja la desesperación de los venezolanos de oposición ante la crisis que atraviesa su país. La comunidad internacional enfrenta un dilema: actuar para detener las atrocidades y restaurar el orden, o respetar la soberanía de Venezuela y buscar soluciones diplomáticas y humanitarias. “Mientras tanto, los venezolanos continúan sufriendo las consecuencias de un régimen que, según la petición, ha fallado en proteger y servir a su pueblo”, se lee en el texto.
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Importancia de un debate global
Esta situación resalta la importancia de un debate global sobre las responsabilidades y límites de la intervención internacional. En un mundo interconectado, la protección de los derechos humanos y la prevención de crímenes de lesa humanidad son responsabilidades compartidas. Sin embargo, cualquier acción debe ser cuidadosamente considerada para evitar consecuencias no deseadas y asegurar que las intervenciones sean justas, efectivas y sostenibles.
La petición en change.org sigue recabando firmas y mantiene viva la discusión sobre la crisis venezolana. A medida que se acerca a su objetivo de 150.000 firmas, la comunidad internacional observa con atención, esperando una solución que pueda traer paz y justicia a Venezuela sin agravar aún más la situación. En este contexto, el llamado a la intervención militar sigue siendo un tema delicado y divisivo, que requiere una profunda reflexión y un enfoque equilibrado para resolver una de las crisis más complejas y urgentes de nuestro tiempo. Desde el arranque de la iniciativa el 22 de noviembre de 2018 a la fecha, han transcurrido 2.145 días y no han podido completar la meta. Esos datos puros y duros reflejan que una microscópica representación estadística de venezolanos es la que desea que su terruño sea bombardeado.