Gripe aviar: Millones de aves y mamíferos muertos ¿Y si nos asalta una cepa letal?

La gripe aviar ha causado la muerte de millones de aves y mamíferos en todo el mundo, generando preocupación por la posibilidad de que una cepa letal afecte a la población humana. Desde 2022, esta pandemia ha devastado la industria avícola, con más de 100 millones de aves muertas en Estados Unidos y casi 500 millones en todo el mundo. Gene Baur, presidente y cofundador de Farm Sanctuary, la organización de defensa de animales de granja más importante del mundo, ha lanzado una advertencia alarmante en un escrito de opinión titulado «Sí, deberías preocuparte por la gripe aviar», publicado en el portal The Hill.

Gene Baur, autor de los libros «Farm Sanctuary: Changing Hearts and Minds About Animals and Food» y «Living the Farm Sanctuary Life», destaca los peligros que representa la gripe aviar no solo para los animales, sino también para los humanos. Baur compara la situación actual con los primeros días de la pandemia de COVID-19, advirtiendo que estamos recibiendo señales claras de una crisis inminente, pero no estamos tomando medidas adecuadas para enfrentarla. “¿Sabes cómo empezó a propagarse silenciosamente el COVID-19 en 2019, pero nadie lo sabía todavía? Pues bien, la gripe aviar está haciendo exactamente lo contrario”.

La gripe aviar es un peligro

La gripe aviar ha comenzado a propagarse entre los mamíferos, lo que aumenta el riesgo de que el virus mute y se vuelva más transmisible entre los humanos. Desde abril, al menos 13 personas en Estados Unidos han sido infectadas con el virus H5N1, con cuatro casos relacionados con la exposición a vacas lecheras infectadas. Esta rápida propagación en la industria lechera indica que el virus está cambiando, lo que preocupa a los científicos sobre la posibilidad de una pandemia emergente.

Gene Baur, presidente y cofundador de Farm Sanctuary, compara la situación actual con los primeros días de la pandemia de COVID-19, advirtiendo que estamos recibiendo señales claras de una crisis inminente, pero no estamos tomando medidas adecuadas para enfrentarla. Ilustración MidJourney

El Dr. Mario Ramírez, médico de urgencias y exdirector interino de Pandemias y Amenazas Emergentes en la Oficina de Asuntos Globales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, ha señalado la necesidad crítica de un plan más sólido y adaptable para proteger a la población, especialmente a los niños y las escuelas, gravemente afectados por la pandemia de COVID-19. La respuesta inadecuada e indiferente de la agroindustria no solo no protege a los trabajadores, sino que también permite la propagación de la gripe aviar.

Un salto con 75% de posibilidades

Tres de cada cuatro patógenos emergentes en los seres humanos comienzan en los animales, y el 60% de los patógenos conocidos son zoonóticos. Las granjas industriales exacerban las amenazas de enfermedades al hacinar a los animales en condiciones sucias y estresantes, alimentándolos con grandes cantidades de antibióticos. Esta situación no solo pone en riesgo la salud de los animales, sino también la de los humanos, ya que la cría industrial de animales se está expandiendo e intensificando en todo el mundo.

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Los huevos, utilizados para elaborar vacunas que protegen contra enfermedades graves, están en riesgo debido a la gripe aviar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten que la población estadounidense tiene una inmunidad «extremadamente baja o nula» al H5N1. Además, la dependencia de los huevos para las vacunas podría convertirse en un problema a medida que más aves se enfermen.

Opacidad en la agroindustria

La falta de transparencia y la negativa de la agroindustria a realizar pruebas adecuadas complican aún más la situación. En Michigan, se han encontrado más casos de gripe aviar no porque la propagación sea peor allí, sino porque las autoridades están realizando pruebas activamente y incentivando las pruebas en las granjas. Los animales enfermos suelen ser sacrificados y enviados al matadero, lo que impide una comprensión completa de la propagación de la enfermedad.

La gripe aviar sigue siendo contagiosa en los equipos de ordeño durante al menos una hora, lo que subraya la necesidad de proteger a los trabajadores agrícolas. La retención de información por parte de los productores lecheros podría poner en peligro miles de millones de vidas. Es esencial reformar la agricultura para mitigar los riesgos de enfermedades y reconocer que nuestra salud está entrelazada con la de otros animales y el medio ambiente.

Lecheros con mala fama

La ganadería industrial es un caldo de cultivo para las enfermedades, buscando beneficios a corto plazo y creando amenazas a largo plazo. Maltrata a los animales y desperdicia recursos, destruye ecosistemas y biodiversidad, y contribuye a la crisis climática. Además, depende de antibióticos, vacunas y otras intervenciones farmacéuticas para mantener a los animales vivos en condiciones insalubres, lo que estimula la evolución de nuevos patógenos y microbios resistentes a los antibióticos.

La gripe aviar circula entre animales salvajes y domésticos, y surgen más casos humanos. Este brote puede servir como un canario en la mina de carbón, permitiéndonos prestar atención, comprender las consecuencias de nuestras acciones y hacer los ajustes necesarios. Debemos poner fin a la ganadería industrial y apoyar un sistema alimentario basado en plantas más saludable y sostenible.

La urgencia de tomar medidas contra la gripe aviar es clara. La propagación del virus entre aves y mamíferos, y el riesgo de mutaciones que faciliten la transmisión entre humanos, son señales de advertencia que no podemos ignorar. Ilustración MidJourney.

Vigilancia más estricta

La urgencia de tomar medidas contra la gripe aviar es clara. La propagación del virus entre aves y mamíferos, y el riesgo de mutaciones que faciliten la transmisión entre humanos, son señales de advertencia que no podemos ignorar. Necesitamos una vigilancia más estricta, una mejor protección para los trabajadores agrícolas y un cambio fundamental en cómo gestionamos la producción de alimentos.

Los esfuerzos actuales para controlar la gripe aviar deben intensificarse. Los CDC están planeando gastar 5 millones de dólares en vacunas contra la gripe estacional para los trabajadores agrícolas vulnerables, pero esto puede no ser suficiente. Es crucial que se implementen pruebas más efectivas y se incentive la transparencia en la agroindustria para comprender y mitigar la propagación del virus.

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Mutabilidad y adaptabilidad

La gripe aviar, con su capacidad para mutar y adaptarse, representa una amenaza significativa para la salud global. La experiencia con la COVID-19 nos ha enseñado que la preparación y la respuesta rápida son esenciales para enfrentar pandemias emergentes. Debemos aprender de estos desafíos y actuar con decisión para prevenir una crisis mayor.

La relación entre la salud humana, animal y ambiental es innegable. La intensificación de la agricultura industrial y el hacinamiento de animales en condiciones insalubres no solo son éticamente cuestionables, sino también peligrosos para la salud pública. La transición hacia prácticas agrícolas más sostenibles y basadas en plantas es una necesidad urgente.

La gripe aviar ha demostrado ser una amenaza real y presente para la salud global. Las muertes de millones de aves y mamíferos, junto con los casos humanos emergentes, subrayan la necesidad de una respuesta inmediata y efectiva. Reformar la agricultura industrial y adoptar un enfoque más sostenible y ético es esencial para proteger nuestra salud y la del planeta. No podemos permitirnos ignorar las señales de advertencia; debemos actuar ahora para evitar una catástrofe.

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