Europa se prepara para un brote de protestas universitarias propalestina en su terreno

Europa está en alerta ante el inminente riesgo de que las protestas propalestinas, que han cobrado fuerza en universidades estadounidenses, puedan cruzar el Atlántico y manifestarse en sus campus universitarios. Francia y el Reino Unido, donde ya se han registrado algunas movilizaciones y acampadas en instituciones educativas, parecen ser los escenarios más propicios para que este fenómeno se expanda, aunque la situación aún parece estar bajo control. Las autoridades políticas y académicas de estos países se debaten entre la aplicación de medidas firmes y el establecimiento de diálogos para manejar la situación.

Marc Bassets, Rafa De Miguel y Daniel Verdú, del equipo internacional de EL PAÍS, han elaborado un extenso reportaje que lleva por título «¿Y si las protestas cruzan el Atlántico? Francia y el Reino Unido temen el contagio». En su trabajo, detallan cómo las autoridades francesas y británicas están incrementando sus esfuerzos para evitar que los movimientos propalestinos en Estados Unidos se reproduzcan en Europa. Las protestas, aunque limitadas por ahora, ya han comenzado a tomar forma con ocupaciones y acampadas en varios campus, especialmente en Francia y el Reino Unido.

Europa se prepara para el impacto

En Francia, las protestas se han visto especialmente polarizadas. El 7 de octubre, tras el ataque de Hamás y la respuesta militar de Israel en Gaza, las tensiones aumentaron considerablemente. Las autoridades, preocupadas por el impacto social de estos eventos, han intensificado su enfoque para contener cualquier movimiento estudiantil en apoyo a Palestina. Sin embargo, los intentos por establecer el orden no siempre han sido pacíficos, como lo demuestra la rápida evacuación policial de una acampada en la Sorbona. Rima Hassan, candidata a las elecciones de Europa por el partido La Francia Insumisa, destacó en la red social X la movilización de los estudiantes de la Sorbona «para denunciar el genocidio en curso en Gaza».

Europa
En países como Italia, las protestas han comenzado a cobrar fuerza con estudiantes demandando la suspensión de colaboraciones académicas con Israel. Universidades en ciudades como Turín y Roma han sido escenarios de enfrentamientos con la policía, y se anticipan más movilizaciones para el próximo 7 de mayo. Ilustración MidJourney

En el Reino Unido, la situación es similar pero menos intensa. Grupos de estudiantes han iniciado acampadas en defensa del pueblo palestino en universidades de ciudades como Mánchester, Leeds y Bristol. Estas movilizaciones, aunque coordinadas de manera bastante laxa, reflejan un creciente descontento entre la población estudiantil. Un portavoz de Downing Street ha reiterado que si bien el derecho a protestar de manera pacífica está garantizado, no se tolerará ningún tipo de abuso o intimidación durante estas manifestaciones.

Italia tiene sus focos

En países como Italia, las protestas han comenzado a cobrar fuerza con estudiantes demandando la suspensión de colaboraciones académicas con Israel. Universidades en ciudades como Turín y Roma han sido escenarios de enfrentamientos con la policía, y se anticipan más movilizaciones para el próximo 7 de mayo. Esto sugiere que, aunque el movimiento es todavía limitado, la disposición para la protesta está presente y podría intensificarse.

Tambièn puedes leer: Departamento de Estado de EE.UU. es un pequeño Hollywood que crea narrativas contra China

Europa, con su rica diversidad y compleja historia, enfrenta el desafío de gestionar estas protestas en un momento en que la polarización política parece estar en su punto más alto. Las autoridades intentan equilibrar la firmeza y el diálogo, mientras los estudiantes buscan formas de expresar su solidaridad con Palestina y criticar las acciones de Israel. A medida que las elecciones europeas se acercan, las protestas podrían influir significativamente en el panorama político, especialmente en Francia, donde la lucha entre una izquierda radical propalestina y una derecha que aboga por medidas más estrictas continúa intensificándose.

Cálculo en todos los escenarios

La situación en Europa sigue siendo fluida, con los gobiernos intentando anticiparse a los posibles desenlaces de estas protestas propalestinas. Mientras tanto, la comunidad académica y estudiantil se encuentra en un punto de inflexión, buscando cómo abordar los conflictos internacionales desde la perspectiva universitaria, entre el apoyo a la libertad de expresión y la necesidad de mantener un ambiente de estudio seguro y respetuoso.

La cuestión de cómo abordar el conflicto palestino-israelí ha resonado también en España, donde la solidaridad estudiantil se ha manifestado en varias universidades. Recientemente, la Facultad de Filosofía de la Universitat de València ha sido el epicentro de una acampada que promete extenderse indefinidamente mientras los estudiantes mantengan su «fuerza» y alcancen su objetivo: «Lograr el fin del genocidio palestino». Este tipo de declaraciones y acciones muestran la profundidad del compromiso de algunos sectores estudiantiles con la causa propalestina, y también ilustran la complejidad del debate que se está gestando en los campus europeos.

Anular relaciones con Israel

Mientras tanto, en Francia, las manifestaciones no solo se han limitado a París, sino que se han extendido a otras ciudades como Rennes, Toulouse, Estrasburgo, Lyon y Grenoble. Estas protestas han demandado que las universidades revisen o anulen los acuerdos con universidades israelíes, destacando un creciente descontento con la relación académica y política actual. El jueves, en un foro a puerta cerrada en la sede parisina de Sciences Po, se discutió durante dos horas la guerra y su impacto en el campus. Jean Bassères, administrador interino del centro, junto con la decana de la Escuela de asuntos internacionales, Arancha González Laya, destacaron la dificultad del diálogo, pero también su necesidad en democracia.

Europa
Europa se enfrenta a un momento crítico donde las tensiones internacionales se reflejan en los debates internos de sus instituciones educativas. Los gobiernos y las universidades están en una encrucijada, intentando encontrar el equilibrio entre la seguridad, la libertad académica y el respeto por la diversidad de opiniones. Ilustración MidJourney.

Europa se enfrenta a un momento crítico donde las tensiones internacionales se reflejan en los debates internos de sus instituciones educativas. Los gobiernos y las universidades están en una encrucijada, intentando encontrar el equilibrio entre la seguridad, la libertad académica y el respeto por la diversidad de opiniones. La situación en Francia es particularmente indicativa de un fenómeno más amplio en el que la política nacional puede verse influenciada significativamente por las acciones y las políticas en los campus universitarios.

Americanización de protesta no es nuevo

A medida que las protestas en Europa continúan desarrollándose, queda claro que el tema de Palestina e Israel no es solo una cuestión de política exterior, sino que también se ha convertido en un tema de política interna que afecta a numerosos sectores de la sociedad europea. Esto es especialmente evidente en Francia, donde la alta población musulmana y judía hace que el conflicto sea particularmente resonante. En este contexto, la supuesta americanización de los problemas, donde las tácticas y temas de protesta se importan de lugares como Columbia o Los Ángeles, se convierte en un punto de debate y preocupación para los políticos y académicos por igual.

Tambièn puedes leer: Sugestión “quirúrgica”, histeria “laser” o desinformación: Explicar el Síndrome de La Habana

El Gobierno francés ha sido claro en su posición, con el primer ministro, Gabriel Attal, prometiendo que «nunca habrá un derecho al bloqueo, ni tolerancia alguna con la acción de una minoría agitadora y peligrosa que busca imponer sus reglas a nuestros estudiantes y nuestros docentes». Esta declaración subraya la firmeza con la que algunos gobiernos europeos están dispuestos a enfrentar el desafío, aunque la viabilidad a largo plazo de estas políticas sigue siendo una cuestión abierta.

Mientras Europa se prepara para enfrentar potencialmente un brote más amplio de protestas universitarias propalestinas, los desafíos son numerosos y las soluciones complejas. Las universidades, en su rol de centros de aprendizaje y debate, se encuentran en la primera línea de un conflicto que es tanto global como profundamente local, y cómo respondan a estos desafíos no solo definirá el futuro del debate académico, sino que podría también repercutir en el tejido político y social de Europa.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí