El periodismo mundial es un zombi. La frase, aunque impactante, resume la percepción generalizada sobre el estado actual de los medios de comunicación, especialmente tras el veredicto de un juez de Florida en un caso de difamación contra CNN. El veterano de la Marina, Zachary Young, demandó a la cadena por un reportaje que lo presentó como parte de un «mercado negro» explotador de afganos desesperados durante la retirada de las tropas estadounidenses. Con un fallo que otorgó millones de dólares en compensación, el jurado dejó en claro que la credibilidad de los grandes medios está al borde del colapso.
“Tu credibilidad ante mí… es nula.” Con esas contundentes palabras, el juez William Henry resumió el sentimiento del jurado en un caso que se ha convertido en un símbolo del deterioro de la confianza pública en los medios de comunicación. El veredicto, que otorgó 5 millones de dólares al veterano de la Marina Zachary Young y anticipa una suma adicional en daños punitivos, no solo marcó una derrota para CNN, sino que expuso las fallas estructurales que han llevado a que los medios pierdan la batalla de la credibilidad en una sociedad cada vez más crítica.
El periodismo mundial es un zombi
Jonathan Turley, profesor de derecho de interés público en la Universidad George Washington y autor de “El derecho indispensable: la libertad de expresión en una era de furia”, es el autor original de este material. Turley alojó recientemente en el portal de opinión política estadounidense, The Hill, un material bajo el título: “Más activismo, menos credibilidad: lo que la derrota por difamación de CNN dice sobre el periodismo actual”. En los Estados Unidos el que alguna vez fue el “Cuarto Poder” es un muerto viviente. El periodismo mundial es un zombi y la derrota de CNN en los tribunales es sólo la última de una serie de casos contra los medios de comunicación que han revertido décadas de jurisprudencia en la que los medios prevalecían en gran medida gracias a normas jurídicas muy protectoras.

La justicia recibida por Zachary Young, dice mucho sobre el estado del periodismo moderno y sus incesantes esfuerzos por autodestruirse. En el libro “El derecho indispensable”, Jonatham Turley analizó el cambio radical que se produjo en el periodismo estadounidense con el rechazo de la neutralidad y la objetividad a favor del periodismo de defensa. Es un fenómeno mundial. Ahora la prensa no solo tiene intereses, sino que los hace parte de su política editorial y deja el antiguo compromiso con la verdad relegado a un subproducto.
Las mortajas de la objetividad
Jonathan Turley escribió con tono desesperanzado que las escuelas de periodismo enseñan ahora que la objetividad es un concepto anticuado. Como ha explicado la ex escritora del New York Times (y ahora profesora de periodismo de la Universidad Howard) Nikole Hannah-Jones: “Todo periodismo es activismo”. Por otra parte, después de entrevistar a más de 75 líderes de los medios, Leonard Downie Jr., ex editor ejecutivo del Washington Post, y Andrew Heyward, ex presidente de CBS News, detallaron cómo los líderes de los medios ven la neutralidad y la objetividad como conceptos anticuados que inhiben las agendas sociales y políticas.
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Poco hay que decir y afirmar que el periodismo mundial es un zombi es una declaración que encuentra en las estadísticas seguidores. La respuesta del público a esta tendencia ha sido predecible y pronunciada. Después de todo, el famoso incidente de “Let’s Go, Brandon” después de una carrera de NASCAR fue más una crítica a los medios que a Joe Biden: un “garabato yanqui” de la prensa por su distorsión de los hechos. Los ingresos y los índices de audiencia de los medios de comunicación se han desplomado, aunque hay otros factores que contribuyen a ello. Durante el juicio, el presentador de CNN Jake Tapper fue cuestionado por su testimonio de que » no presta atención a los índices de audiencia «. Ese no parece ser el caso de la cadena, que se está desplomando y tratando desesperadamente de revertir la caída de los índices de audiencia. Según se informa, CNN ha perdido la mitad de su audiencia, alcanzando mínimos no vistos en tres décadas. El jurado claramente creyó, como afirma el eslogan de la cadena, que “Esto es CNN”. Probablemente esa sea la razón por la que pronto otorgará daños punitivos.
La noticia es un show y nada más
Jonathan Turley expresó en su trabajo, que no se trata solo de CNN. El caso en sí mismo registra todo lo que está mal en los medios de comunicación modernos. Recordó el segmento que se emitió en el programa “The Lead with Jake Tapper” de CNN el 11 de noviembre de 2021 y que destrozó a Young en una historia sobre afganos que estaban siendo atacados por grupos que prometían extraerlos del país en medio de la desastrosa retirada de las fuerzas estadounidenses. Tapper le contó a su audiencia de manera ominosa cómo el corresponsal de CNN, Alex Marquardt, descubrió que “los afganos que intentaban salir del país se enfrentan a un mercado negro lleno de promesas, exigencias de tarifas exorbitantes y ninguna garantía de seguridad o éxito”. Con esa mentira y orquestado dentro de CNN para dañar, es que se dibujó nuevamente que el periodismo mundial es un zombi.

Marquardt detalló, errático, impreciso y manipuador, cómo “los afganos desesperados están siendo explotados” y necesitan pagar “cantidades exorbitantes, a menudo imposibles” y luego nombró a Young y su compañía como ejemplos. El juicio reveló mensajes internos de Marquardt en los que decía que quería “atrapar a ese hijo de puta de Zachary Young” y que pensaba que la historia sería el “funeral” de Young. Después de prometer “atrapar” a Young, el editor de CNN Matthew Philips respondió que “te iba a obligar a que te unas a ese vaquero”. El editor senior de CNN Fuzz Hogan describió a Young como “un imbécil”.
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La justicia dentro de los medios
Como ocurre a menudo hoy en día, CNN supuestamente le dio a Young sólo dos horas para responder antes de que se publicara la historia. Es una estratagema típica de la prensa afirmar que le dio a alguien la oportunidad de responder. La llamada suele producirse al final del día para crear una apariencia de imparcialidad. Sin embargo, Young respondió para disgusto de los productores de CNN y dejó en claro que algunos elementos clave de la historia no eran ciertos. Jonathan Turley escribió que la defensa de CNN en el tribunal fue un ejemplo de cómo no defenderse de una demanda por difamación. Incluyó una serie de heridas autoinfligidas, pronunciadas frente al jurado. Sin embargo, es solo la última derrota de los grandes medios, dados los recientes reveses judiciales del New York Times, NBC y Deadspin. ABC News resolvió recientemente su propio caso de difamación fuera de los tribunales y, anteriormente, Fox News pagó un acuerdo masivo. Sin embargo, el periodismo mundial es un zombi y algunos medios parecen estar redoblando sus esfuerzos con la esperanza de que la cobertura anti-Trump les permita recuperar índices de audiencia sólidos.