Venezuela poco podría esperar de la Casa Blanca: ¿Harris y Trump son lo mismo?

La política exterior de los Estados Unidos hacia Venezuela ha sido, a lo largo de los últimos años, una fuente constante de tensiones y sanciones que han impactado profundamente en la vida de los venezolanos. En medio de este escenario, surgen dudas sobre si realmente hay una diferencia significativa entre las posturas de Kamala Harris, la actual vicepresidenta, y Donald Trump, el expresidente que busca retornar al poder. Para muchos, las políticas de ambos parecen, si no idénticas, al menos complementarias en su objetivo de mantener una presión constante sobre el gobierno de Nicolás Maduro. En este contexto, la pregunta sobre si Harris y Trump son lo mismo se vuelve pertinente, especialmente cuando se considera el historial de acciones de ambos en relación con Venezuela.

Raphael Machado, analista político y geopolítico, asiduo colaborador de TeleSUR, es el autor original del material en el que se basa este reportaje. Nacido en 1988 y graduado en la Universidad Federal de Río de Janeiro en la carrera de Derecho en 2011, Machado ha trabajado como abogado en sectores clave, mientras paralelamente se desempeñaba como traductor y politólogo. En un reciente artículo titulado “¿Trump o Harris? Para Venezuela: ¡Ninguno de los dos!”, publicado en TeleSUR, Machado ofrece una visión crítica sobre las políticas de Washington hacia Venezuela, argumentando que, a pesar de los cambios de liderazgo, la esencia de la política estadounidense hacia Caracas sigue siendo la misma.

¿Harris y Trump son o mismo?

La administración de Donald Trump es recordada en Venezuela por la implementación de una serie de sanciones económicas que afectaron gravemente la economía del país. Trump, con su política de «máxima presión», buscó desestabilizar al gobierno de Nicolás Maduro mediante sanciones que, entre otras cosas, impidieron a Venezuela acceder a recursos financieros internacionales. “Bajo su mandato, la figura de Juan Guaidó fue promovida como presidente interino de Venezuela, un movimiento que fue ampliamente criticado tanto dentro como fuera del país”, precisó Machado. Sin embargo, la realidad es que esta estrategia fracasó, ya que no logró sus objetivos de cambio de régimen, mientras que las sanciones solo agravaron la crisis humanitaria en Venezuela. Harris y Trump, a pesar de sus diferencias políticas, parecen compartir una visión similar en cuanto a la necesidad de mantener la presión sobre el gobierno de Maduro.

la política de Biden y Harris ha continuado con la estrategia de intentar aislar al gobierno de Maduro a nivel internacional, al tiempo que busca cooptar a la sociedad civil venezolana para promover un cambio interno. Harris y Trump, en este sentido, parecen ser dos caras de la misma moneda cuando se trata de Venezuela. Ilustración MidJourney

Bajo la administración de Joe Biden, con Kamala Harris como vicepresidenta, muchos esperaban un cambio en la política hacia Venezuela. Sin embargo, la realidad ha demostrado lo contrario. Aunque Biden alivió parcialmente algunas sanciones, las razones detrás de estas acciones parecen responder más a la necesidad de asegurar fuentes de petróleo en medio de la crisis energética global, que a un genuino interés en mejorar la situación de los venezolanos. De hecho, la política de Biden y Harris ha continuado con la estrategia de intentar aislar al gobierno de Maduro a nivel internacional, al tiempo que busca cooptar a la sociedad civil venezolana para promover un cambio interno. Harris y Trump, en este sentido, parecen ser dos caras de la misma moneda cuando se trata de Venezuela.

Hegemonía estadounidense

Machado subraya que es un error pensar que Kamala Harris es solo una figura pasiva en el gobierno de Biden. Con un presidente que ha sido cuestionado por su capacidad para gobernar, Harris ha asumido un rol más activo en temas de política exterior. Sus recientes declaraciones y acciones en relación con Venezuela, incluyendo su apoyo a figuras de la oposición acusadas de corrupción, refuerzan la idea de que su postura no es menos agresiva que la de su predecesor. Harris y Trump, según Machado, son figuras que, aunque representan diferentes partidos, coinciden en su enfoque hacia Venezuela, demostrando que la política exterior de Estados Unidos sigue siendo coherente en su objetivo de mantener la hegemonía en la región.

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La instrumentalización de países como Brasil y Colombia para presionar por la desestabilización de Venezuela es otro punto donde se evidencia la continuidad entre las políticas de Trump y Harris. Durante el mandato de Trump, se llevaron a cabo intentos fallidos de intervención militar en Venezuela, como el caso de la Operación Gedeón, donde mercenarios intentaron ingresar al país para derrocar a Maduro. Esta operación, que resultó en un fracaso rotundo, fue uno de los momentos más tensos en las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos. Aunque la administración de Biden no ha optado por medidas tan directas, la estrategia de presión sigue vigente, esta vez apoyada en el cerco diplomático y las sanciones económicas. Harris y Trump, de nuevo, muestran que sus enfoques, aunque diferentes en forma, son similares en fondo.

El binomio Biden-Harris

En su análisis, Machado también destaca la situación actual de Venezuela bajo el gobierno de Biden y Harris. A pesar de las promesas de cambio, el país sigue enfrentando un cerco internacional, con elecciones cuestionadas por la comunidad internacional y una economía que lucha por recuperarse bajo el peso de las sanciones. La realidad es que, independientemente de quién esté en la Casa Blanca, la política hacia Venezuela parece estar dictada más por intereses geopolíticos que por un verdadero deseo de mejorar las condiciones en el país. Harris y Trump, entonces, no son tan diferentes cuando se trata de Venezuela, ya que ambos parecen comprometidos en mantener a Caracas bajo presión.

Harris y Trump representan, en esencia, la continuidad de una política exterior que ha mostrado ser perjudicial para Venezuela, y que, según Machado, seguirá siendo así mientras los intereses geopolíticos de Estados Unidos se mantengan inalterados. Ilustración MidJourney.

Machado argumenta que la aparente preferencia de algunos sectores por una victoria de Kamala Harris en las próximas elecciones estadounidenses está mal fundada. Si bien es cierto que Trump dejó una huella profunda en la política venezolana, la administración de Biden y Harris ha demostrado que el cambio de liderazgo no necesariamente significa un cambio en la política. De hecho, la continuidad en la presión sobre Venezuela sugiere que, para la Casa Blanca, el objetivo sigue siendo el mismo: mantener la hegemonía estadounidense en la región, independientemente de los costos para el pueblo venezolano. Harris y Trump, en este sentido, son más parecidos de lo que muchos quisieran admitir, dejando a Venezuela en una posición donde poco podría esperar de cualquiera de ellos.

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Este reportaje, basado en el análisis de Raphael Machado, subraya la importancia de no caer en la ingenuidad al esperar cambios significativos en la política de Estados Unidos hacia Venezuela, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca. Harris y Trump representan, en esencia, la continuidad de una política exterior que ha mostrado ser perjudicial para Venezuela, y que, según Machado, seguirá siendo así mientras los intereses geopolíticos de Estados Unidos se mantengan inalterados.

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