Anne Whitesell: Legisladores estadounidenses trabajan en contra de la voluntad del pueblo

En una época donde la democracia se considera el pilar de la sociedad estadounidense, una tendencia preocupante ha emergido en el horizonte político. Según Anne Whitesell, profesora asistente de Ciencias Políticas en la Universidad de Miami, los legisladores en los Estados Unidos están cada vez más ignorando, e incluso contradiciendo, la voluntad del pueblo. Esta situación no solo plantea preguntas sobre la efectividad del sistema democrático, sino que también desafía la noción fundamental de un gobierno «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo».

Desde 2010 hasta 2015, aproximadamente el 21% de las iniciativas ciudadanas aprobadas por votación fueron alteradas por los legisladores. Esta cifra aumentó drásticamente a casi el 36% entre 2016 y 2018. Este patrón de intervención legislativa pone en duda la confianza del público en sus representantes electos. De hecho, Whitesell señala que menos de la mitad de los estadounidenses confían en que los funcionarios electos actúen en interés del público. Este creciente escepticismo no es infundado, considerando los recientes acontecimientos en el escenario político.

Anne Whitesell ofrece ejempos

La profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Miami, Anne Whitesell , ofrece Un claro ejemplo de esta dinámica se observa en Ohio, donde los votantes aprobaron una enmienda que protege el derecho al aborto. Sin embargo, en una maniobra sorprendente, un grupo de legisladores republicanos declaró inválida la enmienda poco después, intentando introducir legislación que limita la autoridad de los tribunales estatales en esta materia. Aunque el presidente de la Cámara de Representantes de Ohio, Jason Stephens, rechazó esta propuesta, el incidente destaca la brecha entre la voluntad popular y las acciones legislativas.

Anne Whitesell
En Washington, D.C., por ejemplo, una iniciativa para aumentar el salario mínimo de los trabajadores que reciben propinas fue derogada por el Ayuntamiento solo tres meses después de su aprobación. Ilustración MidJourney

Este patrón se repite en otros estados. En Washington, D.C., por ejemplo, una iniciativa para aumentar el salario mínimo de los trabajadores que reciben propinas fue derogada por el Ayuntamiento solo tres meses después de su aprobación. En Dakota del Sur, una medida para revisar las leyes de lobby y financiación de campañas, junto con la creación de una comisión de ética, fue revocada por el gobernador Dennis Daugaard, evidenciando un claro desprecio por la decisión de los votantes.

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Sobre el mal uso de las leyes

El fenómeno no se limita a un solo tipo de legislación. Los ciudadanos de Ohio, que votaron a favor de la legalización de la marihuana con un enfoque social y económico inclusivo, vieron cómo el Senado del estado redirigía los ingresos fiscales hacia el financiamiento de cárceles y fuerzas del orden, alterando el espíritu original de la iniciativa. En Massachusetts, un incremento en el impuesto especial sobre la marihuana, aprobado por la Legislatura, distorsionó la decisión tomada por los votantes en 2016.

La situación en Utah es igualmente reveladora. La académica Anne Whitesell sostiene que los votantes decidieron expandir Medicaid para incluir a adultos con ingresos de hasta el 138% del nivel federal de pobreza. Sin embargo, la Legislatura estatal intervino para solicitar exenciones federales que reducirían el límite de ingresos al 100%, limitando así la expansión aprobada. En Arizona, los votantes optaron por aumentar los impuestos a los ricos para financiar la educación, pero la Legislatura contrarrestó eximiendo las ganancias comerciales de este impuesto.

Además de estas intervenciones legislativas, varios gobernadores republicanos han ignorado las expansiones de Medicaid aprobadas por iniciativas de votantes. En Maine, por ejemplo, el exgobernador Paul LePage se negó a implementar la expansión de Medicaid hasta que Janet Mills asumió el cargo en 2019. De manera similar, en Missouri, el gobernador Mike Parson se resistió a seguir adelante con la ampliación de Medicaid aprobada en 2020, aunque finalmente la Corte Suprema de Missouri dictaminó que la iniciativa era válida.

Anne Whitesell
Anne Whitesell precisa que una razón comúnmente citada es la percepción de que los votantes no comprenden completamente las implicaciones de lo que aprueban. Ilustración MidJourney

¿Por qué no son aliados?

La pregunta surge: ¿Por qué los legisladores y gobernadores actúan en contra de las decisiones explícitas de sus electores? Anne Whitesell precisa que una razón comúnmente citada es la percepción de que los votantes no comprenden completamente las implicaciones de lo que aprueban. Los legisladores, encargados de equilibrar los presupuestos estatales, a menudo cuestionan cómo se financiarán las políticas aprobadas. Además, argumentan que los grupos externos tienen una influencia significativa en la aprobación de iniciativas electorales, aunque estos grupos también juegan un papel en el proceso legislativo regular.

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Las iniciativas ciudadanas, una herencia de la Era Progresista, fueron concebidas como una herramienta para devolver el poder a los ciudadanos y contrarrestar la influencia de los ricos en la política. Aunque solo la mitad de los estados permiten estas iniciativas, históricamente han sido respetadas por los legisladores. Sin embargo, el respeto por la voluntad del pueblo parece estar disminuyendo, como lo demuestran los casos mencionados.

Las eternas contradicciones

Mientras figuras como el gobernador de Ohio, Mike DeWine, aseguran que seguirán «aceptando» la voluntad del pueblo, los hechos recientes sugieren lo contrario. Esta creciente desconexión entre los representantes electos y sus electores no solo socava la confianza pública en el gobierno, sino que también amenaza los principios fundamentales de la democracia estadounidense.

En este contexto, la labor de académicos como Anne Whitesell se vuelve vital para iluminar estas preocupantes tendencias y fomentar un debate informado sobre la salud de la democracia en Estados Unidos. En un momento en que la transparencia y la rendición de cuentas son más necesarias que nunca, el trabajo los académicos es crucial para destacar estas dinámicas y asegurar que la voz del pueblo no sea solo escuchada, sino respetada y llevada a la práctica en la legislación y la política estadounidenses.

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