Javier Milei, el presidente ultraderechista de Argentina, ha destrancado su mandato con un movimiento audaz que combina sus ideales libertarios con un fuerte aliño nacionalista. En un evento cargado de simbolismo histórico y político, Milei logró que 18 de los 24 gobernadores firmaran el Pacto de Mayo, un decálogo de objetivos destinado a sacar a Argentina adelante y erradicar cualquier vestigio de socialismo. El acto, celebrado en la casa de Tucumán, evocó la firma de la independencia argentina en 1816, subrayando la intención de Milei de crear un nuevo orden inspirado en los «padres fundadores» de la nación.
Federico Rivas Molina, corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016, informó sobre el evento en su artículo titulado: “Milei consigue una foto de unidad con la firma del Pacto de Mayo: ‘Hoy iniciamos un nuevo orden’”. Con una licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y un máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, Rivas Molina ha sido una voz crítica y observadora del panorama político argentino. Su pieza en EL PAÍS desglosa cómo Milei ha utilizado una mezcla de “efectos especiales”, retórica nacionalista y estrategias políticas para consolidar su poder y avanzar en su agenda ultraliberal.
Javier Milei y la firma de la independencia
El Pacto de Mayo, presentado por Milei como un compromiso histórico, incluye diez puntos clave que abogan por el equilibrio fiscal, recortes al gasto público, y reformas en los sistemas laboral y de pensiones. Estos principios, según Milei, son esenciales para devolver a Argentina a una era de prosperidad similar a la que vivió tras la redacción de la Constitución de 1852. «Nos hemos olvidado de nuestro pasado próspero», declaró Milei en su discurso, instando a los presentes a renovar sus votos patrióticos y comprometerse con el nuevo orden propuesto.
El evento no solo sirvió como un despliegue de poder político, sino también como una clara señal de Milei a sus detractores. La ausencia de figuras peronistas destacadas como Cristina Kirchner y Alberto Fernández, así como la de los sindicalistas de la Confederación General del Trabajo (CGT), resaltó las divisiones y tensiones persistentes en la política argentina. Sin embargo, la presencia de aliados clave como Mauricio Macri, y la ausencia de opositores, subrayó el mensaje de fortaleza y unidad que Milei quiso transmitir. También hay que apuntar que ninguno de los de la foto de pacto y los que hacían galería, pertenecen al partido Libertad Avanza.

Un respaldo forzado
Milei, en su primer año en el poder, ha demostrado una habilidad notable para manipular tanto la narrativa política como los eventos simbólicos a su favor. La firma del Pacto de Mayo, a la medianoche del 9 de julio, no solo conmemora la independencia argentina, sino que también marca el comienzo de lo que Milei describe como un «nuevo orden» para el país. Este acto, cargado de significado histórico, pretende consolidar su visión de una Argentina libre de socialismo y dirigida por principios ultraliberales.
A pesar de las críticas y la resistencia de sectores opositores, Milei ha logrado mantener un índice de popularidad superior al 50%. Esto se debe en gran parte a su habilidad para presentar su agenda de recortes y reformas como medidas necesarias para la salvación económica del país. Los gobernadores presentes en la firma del pacto, muchos de los cuales no pertenecen a su partido, se alinearon con Milei debido a la dependencia económica de sus provincias del gobierno nacional. Este respaldo, aunque en algunos casos forzado, le otorga a Milei una base de apoyo significativa para avanzar con sus reformas.
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Los “efectos especiales”
La estética del evento no pudo ser más evidente. La casa de Tucumán, con su mobiliario original de hace 208 años, fue el escenario perfecto para el acto fundacional que Milei imaginó. Los gobernadores, formados en un cordón, observaron a Milei avanzar con la banda y el bastón presidencial, firmando el libro sobre la mesa histórica de 1816. Esta imagen, cuidadosamente diseñada, buscaba emular a los próceres de la independencia y reforzar la idea de un nuevo comienzo para Argentina bajo el liderazgo de Milei.
El Pacto de Mayo no es solo un conjunto de principios económicos y políticos; es también un manifiesto de la visión de Milei para el futuro de Argentina. La lista de diez puntos incluye compromisos como la inviolabilidad de la propiedad privada, la apertura al comercio internacional, y la explotación de recursos naturales. Sin embargo, la oposición logró introducir algunas modificaciones, como el compromiso con una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, evitando términos como «gratuita» y «pública» que podrían haber generado más controversia.

Un nacionalista de oportunidad
El evento en Tucumán fue también una demostración de la capacidad de Milei para manejar la narrativa política y simbólica. Al elegir un lugar y una fecha cargados de historia, Milei buscó legitimar su mandato y su visión para Argentina. La retórica de Milei, que a menudo incluye referencias a la lucha contra «la casta» y el socialismo, resonó en su discurso durante la firma del pacto. Este evento, por tanto, no solo fue una muestra de apoyo político, sino también un mensaje claro a sus detractores de que Milei está decidido a avanzar con su agenda, sin importar las resistencias.
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La firma del Pacto de Mayo marca un hito en el mandato de Milei, quien ha utilizado este acto para consolidar su poder y avanzar en su agenda de reformas. Aunque enfrenta una oposición significativa y desafíos económicos, Milei ha demostrado una habilidad notable para manipular tanto la narrativa política como los eventos simbólicos a su favor. Su capacidad para mantener un alto índice de popularidad, incluso en medio de la crisis y el ajuste económico, subraya su destreza política y su determinación para llevar adelante su visión para Argentina.
Javier Milei ha iniciado su mandato con una mezcla audaz de libertarismo y nacionalismo, utilizando eventos simbólicos y retórica histórica para consolidar su poder y avanzar en su agenda. La firma del Pacto de Mayo en la casa de Tucumán es un ejemplo claro de su estrategia para legitimar su mandato y movilizar el apoyo necesario para sus reformas. A medida que avanza su presidencia, Milei deberá enfrentar desafíos significativos, pero su capacidad para manejar la narrativa política y simbólica sugiere que está bien preparado para enfrentarlos.

