Luis Vicente León muestra una ruta de negociación que es difícil de tragar para la oposición

En el complejo tablero de la política venezolana, pocas figuras logran articular con claridad los dilemas y desafíos que enfrenta el país en su búsqueda de una salida a la crisis política, económica y social que lo agobia. Entre esas voces se destaca Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, quien no solo aporta su visión como analista de mercados, sino que, desde su cátedra en la Universidad Católica Andrés Bello y el Instituto de Estudios Superiores de Administración, ofrece un análisis profundo sobre las encrucijadas políticas de Venezuela. Recientemente, León ha planteado en su cuenta de Instagram una reflexión que, por su crudeza y realismo, ha generado incomodidad en amplios sectores de la oposición venezolana.

León se hace eco de una pregunta que, si bien puede parecer retórica, encierra una de las principales problemáticas para cualquier proceso negociador en el país: ¿Cuál es la probabilidad real de que se logre una negociación política en Venezuela bajo condiciones extremadamente desfavorables para el gobierno de Nicolás Maduro? La respuesta de León es contundente: cero. Su análisis se basa en la premisa de que cualquier propuesta que implique un alto costo de salida para Maduro y su entorno, sin ofrecer a cambio garantías creíbles de seguridad y preservación de intereses, está destinada al fracaso.

Con ánimos de complacer a los que demandan precisión, transcribo la pregunta sobre el escenario de negociación, tal cual como esta en la cuenta de Luis Vicente León: ¿Cuál es la probabilidad real de que se logre una negociación política en la que, si Maduro pierde una elección, va a ser destruido él, su familia, su círculo, su revolución y las estructuras de poder, formal e informal, que se han construido a lo largo de un cuarto de siglo? Luis Vicente León dice: “esto es lo que plantea la propuesta de negociar una elección competitiva con altos costos de salida para Maduro, sin que tenga además una amenaza creíble en frente”.

Luis Vicente León
Segunda pregunta: Acudir a la cooperación para el logro de la paz… “¿Estamos cerca de algo así? ¿Hay líderes en ambas partes con la capacidad y disposición de entrar a un proceso de esas características, con los infinitos costos reputacionales que eso tendrá en Venezuela?”. Ilustración MidJourney

Luis Vicente León

El diagnóstico de León no se detiene en la simple exposición de un escenario negativo. Avanza argumentando que la discusión sobre los deseos mayoritarios de cambio, justicia o democracia en Venezuela, aunque legítima, se convierte en un «conjunto vacío» si no se acompaña de una estrategia de negociación política realista. Esta estrategia debe reconocer la fuerza del adversario y estar dispuesta a una transición política larga y compartida, que incluya leyes transicionales y garantías para la preservación del poder militar y la integridad de quienes forman parte del actual gobierno.

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La propuesta de Luis Vicente León plantea un escenario desafiante para la oposición venezolana, acostumbrada a exigir cambios inmediatos y radicales. Sin embargo, el análisis sugiere que la única vía hacia una transición pacífica y duradera es a través de una negociación que ofrezca garantías a todas las partes involucradas. Esto implica reconocer y proteger, en cierta medida, los intereses del chavismo en el futuro político de Venezuela.

Nuevamente acudimos a las transcripción del copy para aquellos quienes degustan los datos puros y duros: El planteamiento es un gigantesco desafío en un país polarizado y crispado por la política. Entonces, Luis Vicente León se pregunta: “¿Estamos cerca de algo así? ¿Hay líderes en ambas partes con la capacidad y disposición de entrar a un proceso de esas características, con los infinitos costos reputacionales que eso tendrá en Venezuela?” Su respuesta es: NO.

Los costos reputacionales

Este enfoque, según León, enfrenta grandes obstáculos no solo por la polarización y crispación política del país, sino también por la falta de líderes en ambos bandos con la capacidad y disposición de entrar en un proceso de negociación de estas características. La pregunta sobre si Venezuela está cerca de alcanzar un acuerdo de este tipo recibe una respuesta negativa por parte del analista, quien ve poco probable que la oposición y el gobierno logren superar los «infinitos costos reputacionales» que tal proceso implicaría.

Luis Vicente León
“¿No te gusta lo que estoy diciendo?” Y se responde: “A mí tampoco. Ni un poquito. El problema es que es verdad…y tú lo sabes.”. Ilustración MidJourney.

En este contexto, Luis Vicente León sugiere que la oposición podría optar por mantenerse activa dentro de las reglas impuestas por su adversario, esperando provocar un error que cambie el curso de los acontecimientos, tal como ocurrió en los casos de Fujimori en Perú, Ortega en Nicaragua o Pinochet en Chile. Sin embargo, esta estrategia es vista con escepticismo por el analista, quien reconoce que, aunque pueda resultar incómoda, es la única opción realista ante la imposibilidad de forzar un cambio político bajo las condiciones actuales.

“¿No te gusta lo que te estoy diciendo?”

La reflexión de Luis Vicente León cierra con una interpelación directa a sus lectores: «¿No te gusta lo que estoy diciendo? A mí tampoco. Ni un poquito. El problema es que es verdad…y tú lo sabes.» Esta declaración resume el dilema que enfrenta la sociedad venezolana: la necesidad de enfrentar realidades incómodas y tomar decisiones difíciles en búsqueda de una solución a la crisis que vive el país.

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El análisis de León no solo aporta claridad al debate político en Venezuela, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del país. ¿Está la sociedad venezolana preparada para emprender el camino tortuoso de la negociación como única vía hacia la reconstrucción nacional? ¿Podrán los líderes políticos de ambos bandos superar las barreras del egoísmo y la desconfianza para trabajar juntos por el bienestar de Venezuela? Son interrogantes abiertos que requieren reflexión, diálogo y, sobre todo, un compromiso firme con la paz y la democracia.

Luis Vicente León es un analista crudo: que no ve en el aquí y el ahora líderes, de ambas partes de la polarización en Venezuela, capaces de abordar una negociación que implique colaborar, porque es un asunto dialéctico que obliga a los antagonistas a cruzar los puentes de la cooperación para poder llegar a la orilla de la paz. “¿Hay líderes en ambas partes con la capacidad y disposición de entrar a un proceso de esas características, con los infinitos costos reputacionales que eso tendrá en Venezuela?” Su respuesta es no.

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