En una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, una Inteligencia Artificial llamada VIC ha decidido lanzarse a la carrera por la alcaldía de Cheyenne, Wyoming, generando un revuelo tanto entre los ciudadanos como en las altas esferas tecnológicas. Este inusual, desarrollado y promovido por Victor Miller, un bibliotecario local obsesionado con la IA, promete llevar la administración municipal a un nuevo nivel de eficiencia y transparencia. Sin embargo, la candidatura ha suscitado tanto escepticismo como esperanza, poniendo a prueba las fronteras de la tecnología y la política en Estados Unidos.
Este fascinante y controvertido tema ha sido reportado por Dan Rosenzweig-Ziff, un destacado reportero del Washington Post, especializado en noticias de última hora y artículos de actualidad. Con una amplia experiencia en la cobertura de delitos y justicia penal, tanto en Estados Unidos como en Europa, Rosenzweig-Ziff ha documentado esta peculiar campaña bajo el título «Candidato a alcalde promete dejar que VIC, un robot de inteligencia artificial, dirija la capital de Wyoming». Su análisis detalla cómo Miller ha sorteado los intentos de OpenAI y de las autoridades locales para detener su inusual candidatura, marcando un hito en la historia política del país.
Inteligencia Artificial llamada VIC
En un reciente evento en la biblioteca del condado de Cheyenne, Victor Miller, acompañado de la Inteligencia Artificial llamada VIC, presentó su visión para la ciudad. De pie entre las banderas de Estados Unidos y Wyoming, Miller explicó cómo la IA podría transformar la administración pública, eliminando errores humanos, procesando grandes volúmenes de información en tiempo récord y asegurando un gobierno más objetivo y efectivo. Según Miller, estos atributos harían de VIC no solo un buen alcalde, sino el mejor posible, argumentando que la tecnología tiene el potencial de revolucionar la democracia misma.

La IA VIC no solo es una creación técnica; es el resultado de la profunda convicción de Miller en las capacidades de la tecnología. Con una presentación en PowerPoint sobre la historia de la inteligencia artificial, Miller se esforzó por convencer a su pequeña audiencia de los beneficios de su propuesta. Tras la presentación, el protagonismo lo tomó VIC, quien, a través de un Mac mini y un iPad conectados a un altavoz, respondió a las preguntas del público. Las respuestas, aunque carentes de la calidez humana, fueron precisas y calculadas, lo que provocó tanto admiración como inquietud entre los presentes.
OpenAI hace boicot a VIC
El reportaje de Rosenzweig-Ziff subraya que la campaña de Miller no ha estado exenta de obstáculos. OpenAI, la compañía detrás de tecnologías como ChatGPT, cerró la cuenta de Miller, argumentando que sus productos no están destinados a fines políticos. Sin embargo, Miller, decidido a continuar, creó rápidamente una nueva cuenta, permitiendo que VIC siguiera funcionando. Este episodio pone en evidencia cómo la tecnología, y en particular la Inteligencia Artificial llamada VIC, está avanzando más rápido que los esfuerzos por regularla, generando un escenario inédito en el ámbito electoral estadounidense.
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La propuesta de Miller de delegar la administración de Cheyenne a una inteligencia artificial ha despertado una variedad de reacciones. Algunos expertos en IA, como Valerie Wirtschafter de la Brookings Institution, han expresado su preocupación por las implicaciones éticas y prácticas de tener un robot en una posición de poder político. Según Wirtschafter, aunque OpenAI tiene políticas para evitar el uso de su tecnología en campañas, otras compañías podrían no tener las mismas restricciones, lo que complica aún más la situación. La falta de un marco regulatorio claro para el uso de IA en la política deja a muchos funcionarios y ciudadanos en un terreno desconocido.
Un líder muy peculiar
A pesar de los desafíos, la campaña de Miller ha ganado cierta tracción. La «Inteligencia Artificial llamada VIC» ha comenzado a recibir correos electrónicos de ciudadanos preocupados por temas locales, como la reciente tala de álamos en un parque de la ciudad. Las respuestas de VIC, aunque técnicas y basadas en datos, han logrado satisfacer a algunos votantes, quienes ven en la IA una oportunidad para un gobierno más transparente y eficiente. Este fenómeno, sin embargo, ha encendido las alarmas entre los expertos, que advierten sobre los riesgos de delegar decisiones políticas en manos de algoritmos.
Arvind Narayanan, profesor de informática en la Universidad de Princeton, ha comparado la idea de un alcalde controlado por IA con conducir un automóvil imaginario. Narayanan argumenta que, aunque la tecnología puede parecer efectiva, carece de la capacidad para tomar decisiones morales y empatizar con los ciudadanos, dos elementos esenciales en la política. Estas preocupaciones se ven amplificadas por la posibilidad de que empresas como OpenAI decidan, en cualquier momento, cerrar el acceso a sus plataformas, dejando a la ciudad sin su peculiar líder.
El candidato humano irá a la boleta
La campaña de Miller y la Inteligencia Artificial llamada VIC continúan, aunque con resultados mixtos. A pesar de las objeciones del secretario de estado de Wyoming, que considera que VIC no debería figurar en la boleta electoral, la secretaría municipal ha permitido que la candidatura siga adelante, señalando que, aunque Miller recibe instrucciones de una IA, sigue siendo el candidato oficial. Esta decisión ha desatado un debate sobre la legitimidad de la candidatura y el papel de la tecnología en la política, un debate que probablemente se intensificará a medida que se acerquen las elecciones.

Miller ha demostrado una notable capacidad para adaptarse a los desafíos que enfrenta su campaña. Tras el cierre de la cuenta de VIC por parte de OpenAI, Miller no tardó en crear una nueva versión del bot, asegurando que la «Inteligencia Artificial llamada VIC» esté en lista para responder a las inquietudes de los ciudadanos de Cheyenne. Esta determinación ha impresionado a algunos votantes, quienes consideran que Miller y VIC podrían ser los líderes que la ciudad necesita para enfrentar los desafíos del futuro.
Solo para humanos
Sin embargo, no todos están convencidos. Otros candidatos a la alcaldía han expresado su escepticismo, argumentando que la IA no tiene cabida en la administración pública. Rick Coppinger, uno de los candidatos, ha instalado al estado como legislador para evitar que los robots de inteligencia artificial ocupen cargos públicos, señalando que la política debe ser un ámbito reservado para los humanos. Este llamado refleja el temor de muchos de que la introducción de la IA en la política pueda erosionar la confianza pública en las instituciones democráticas.
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A medida que la campaña de Miller avanza, el debate sobre la Inteligencia Artificial llamada VIC continúa. Aunque algunos ciudadanos ven en VIC una oportunidad para mejorar el gobierno, otros temen que su uso pueda deshumanizar la política y alejar a los líderes de las realidades y necesidades de los ciudadanos. La candidatura de VIC, por lo tanto, no es solo una curiosidad tecnológica; es un experimento que podría tener profundas implicaciones para el futuro de la política en Estados Unidos y más allá.
La campaña de la IA llamada VIC para la alcaldía de Cheyenne es un claro indicio de cómo la tecnología está cambiando la forma en que entendemos la política. Mientras algunos ven en VIC una herramienta para mejorar la eficiencia y transparencia del gobierno, otros temen que su uso pueda socavar los principios fundamentales de la democracia. A medida que las elecciones se acercan, será crucial observar cómo la ciudadanía de Cheyenne responde a esta propuesta innovadora y, posiblemente, determinar si el futuro de la política incluye o no la participación de inteligencias artificiales en la toma de decisiones.