Los «influencers de derecha», que alguna vez fueron los campeones incondicionales del movimiento MAGA, ahora están manifestando un descontento palpable con la dirección que ha tomado la campaña de Donald Trump en su intento de regresar a la Casa Blanca. La fidelidad casi religiosa que demostraron en las elecciones de 2016 y 2020 se ha transformado en una mezcla de pesimismo, aburrimiento y desconcierto. Esta emocionalidad está alimentando una sensación de desencanto que amenaza con fracturar la base de apoyo que ha sostenido al expresidente.
Este descontento fue documentado recientemente por Drew Harwell, periodista de The Washington Post, en un artículo titulado «Influencers de extrema derecha se vuelven contra la campaña de Trump». Harwell, quien ha sido miembro de un equipo ganador del premio George Polk en 2021, señala que las figuras más influyentes de la extrema derecha en Internet, quienes antes impulsaban fervientemente a Trump, ahora se muestran cada vez más críticos de su campaña, cuestionando la efectividad de su estrategia y la dirección que han tomado sus asesores.
Influencers de derecha
El malestar entre los «influencers de derecha» no es contra Trump en sí, sino contra aquellos que lo rodean. Nick Fuentes, un supremacista blanco y podcaster que cenó con Trump en Mar-a-Lago en 2022, ha sido especialmente vocal en su descontento, afirmando que la campaña del expresidente está «arruinándola» al no adoptar posturas más radicales, augurando una derrota catastrófica. si no se corrige el rumbo. Fuentes no está solo; otros, como Laura Loomer y Candace Owens, también han expresado sus frustraciones públicamente, apuntando a la falta de dirección clara ya un supuesto debilitamiento en las políticas y el enfoque de la campaña.

Lo que ha avivado la «guerra» digital que Harwell describe, es la percepción de que Trump está siendo mal asesorado, alejándose de las posturas más extremas que alguna vez galvanizaron a su base. Para estos influencers de derecha, Trump ha perdido la esencia que lo convirtió en un líder disruptivo y carismático, una figura que rompió con la norma para liderar un movimiento que desafiaba a los poderes establecidos. Ahora, lo ven rodeado de asesores que, en su opinión, buscan moderarlo y atraer a un electorado más amplio, lo que, según ellos, diluye su mensaje y aliena a los votantes más leales.
La guerra civil del MAGA
El sentimiento de desconcierto entre estos influencers de derecha es palpable. Candace Owens, por ejemplo, mencionó en su podcast la existencia de una «Guerra Civil MAGA», una lucha interna alimentada por la ira hacia lo que perciben como una suavización de las políticas de Trump. «Ya no estoy seguro de quién está al mando del autobús MAGA», declaró Owens, reflejando un sentimiento de pérdida de control y dirección en el movimiento. Esta crítica no se dirige directamente a Trump, sino a aquellos que lo rodean y que, según ellos, han desviado el curso que originalmente lo llevó al poder.
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A medida que la campaña de Trump enfrenta dificultades en los sondeos, el malestar de estos influencers de derecha pone de aliviar una vulnerabilidad significativa en su base de apoyo. Durante años, estos provocadores en línea han sido cruciales para amplificar el mensaje de Trump, creando una energía viral que impulsó su ascenso político. Sin embargo, ahora parecen estar más interesados en señalar las fallas de su campaña que en promover sus logros.
Amenaza de sabotaje
El autoritarismo digital de figuras como Fuentes ha llevado a muchos de estos influencers de derecha a adoptar tácticas más agresivas, como amenazas de sabotaje a la campaña si no se ajustan a sus demandas. Esta postura combativa es una manifestación de su frustración y una advertencia de que su apoyo no es incondicional. Algunos, como Fuentes, han llegado a sugerir que sus seguidores se abstengan de votar por Trump como una manera de enviar un mensaje de descontento. Para ellos, Trump ha perdido el toque que lo hizo destacar, y la única manera de recuperarlo es regresar a las políticas más radicales que lo definieron.
El reporte de Harwell también destaca la reestructuración reciente en la campaña de Trump, incluyendo la recontratación de Corey Lewandowski, lo cual fue visto por algunos como una pequeña victoria en la batalla interna por controlar el rumbo de la campaña. No obstante, las críticas persisten, y las tensiones dentro de las filas del MAGA parecen más fuertes que nunca. Loomer, por ejemplo, se burló de Fuentes tras la recontratación de Lewandowski, afirmando que él no tuvo nada que ver en la decisión, lo que subraya las divisiones y las luchas de poder que se están desarrollando entre los influencers de derecha.

Desconexiones y realidades
Estas luchas internas, aunque incómodas para la campaña, reflejan un problema mayor: la desconexión entre las expectativas de la base más radical y las realidades de una campaña que busca atraer a un electorado más amplio. Esta brecha, si no se cierra, podría tener consecuencias devastadoras para las aspiraciones presidenciales de Trump. Los influencers de derecha no solo están desconcertados; están enfadados, y su ira podría manifestarse en formas que socaven el esfuerzo de Trump para retomar la presidencia.
El artículo de Harwell finaliza advirtiendo sobre el peligro de ignorar estas voces críticas. Aunque Trump aún conserva un amplio apoyo entre sus seguidores, la creciente insatisfacción entre los «influencers de derecha» es un indicio de que su campaña podría estar en peligro de fragmentarse si no logra reconciliar las demandas de su base más leal con las necesidades de una Campaña presidencial viable. La historia de Trump ha sido una de desafiantes victorias contra viento y marea, pero esta vez, la tormenta parece estar formándose desde dentro.
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Trump en terreno minado
El reto ahora para Trump y su equipo es navegar por este terreno minado, donde cualquier paso en falso podría resultar en una pérdida significativa de apoyo. A medida que se acercan las elecciones, la presión aumenta, y los ojos están puestos no solo en el candidato, sino en aquellos que han sido, hasta ahora, sus más fervientes defensores. Los «influencers de derecha» han hablado, y su mensaje es claro: o Trump vuelve a ser el líder que prometió ser, o arriesga perder el respaldo de quienes lo llevaron al poder en primer lugar.
Este cambio de actitud, documentado por Harwell, resalta un momento crítico en la campaña de Trump, donde el descontento y la insatisfacción podrían convertirse en los mayores obstáculos en su camino de regreso a la Casa Blanca. El futuro de la campaña de Trump está en juego, y la pregunta que muchos se hacen es si podrá recuperar la confianza de aquellos que alguna vez lo vieron como la única esperanza para un cambio radical en Estados Unidos.

