Brasil ordena colocar refuerzos contra la COVID-19 a las personas mayores

En un movimiento decisivo para combatir la pandemia de COVID-19, el Ministerio de Salud de Brasil ha comenzado a recomendar una nueva dosis de la vacuna bivalente a grupos específicos de la población. Esta medida se produce tras la identificación de dos nuevos sublinajes del virus, denominados JN.1 y JG.3, que han suscitado preocupaciones a nivel nacional. La ministra de Salud, Nísia Trindade, anunció en una reciente declaración que la vacunación adicional se dirige prioritariamente a personas de 60 años o más y a mayores de 12 años inmunocomprometidos que hayan recibido su última dosis hace más de seis meses.

“Seguimos atentos al escenario epidemiológico del COVID-19”, tuiteó la ministra Trindade. “Con la identificación de dos nuevos sublinajes en el país, decidimos adelantar una nueva dosis de la vacuna bivalente para grupos prioritarios. La vacunación es fundamental para nuestra protección”. Este anuncio marca un paso significativo en la respuesta de Brasil a las variantes emergentes del virus, demostrando un compromiso continuo con la salud pública y la seguridad de sus ciudadanos.

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Además de la vacunación, el ministerio enfatiza la importancia de mantener medidas de protección adicionales, especialmente para aquellos en grupos de riesgo. Ilustración MidJourney

COVID-19 y os grupos de riesgo

Además de la vacunación, el ministerio enfatiza la importancia de mantener medidas de protección adicionales, especialmente para aquellos en grupos de riesgo. “Trabajamos siempre para garantizar que estén disponibles las vacunas más actualizadas, seguras y eficaces aprobadas por Anvisa [Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria]”, afirmó Trindade. “Especialmente para personas en grupos de riesgo o con síntomas gripales, se recomienda una mayor protección, como utilizar mascarilla en lugares cerrados y evitar aglomeraciones”.

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El esfuerzo de Brasil para contener el virus incluye también la distribución del antiviral nirmatrelvir/ritonavir, que está disponible en la red pública para el tratamiento de la infección por COVID-19 en personas mayores de 65 años y más y personas inmunodeprimidas de 18 años y más, tan pronto como aparecen los síntomas y se confirma con una prueba positiva. Este tratamiento es una herramienta crucial en la lucha contra la enfermedad, ofreciendo una línea de defensa adicional para los más vulnerables.

Subvariantes recién identificadas

Respecto a las subvariantes recién identificadas, el ministerio informa que la subvariante JN.1, detectada inicialmente en Ceará, ha ido ganando proporción global y hoy representa el 3,2% de los registros a nivel mundial. Por otro lado, el sublinaje JG.3, también identificado en Ceará, está siendo monitoreado en São Paulo, Río de Janeiro y Goiás. Estas estadísticas demuestran la naturaleza dinámica y en constante evolución del virus, y la necesidad de una vigilancia y una respuesta adaptativas.

El Ministerio de Salud de Brasil se mantiene firme en su alineación con toda la evidencia científica y las recomendaciones más actualizadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para combatir el COVID-19. Parte de este compromiso incluye la planificación de la vacunación para 2024, que ya está en marcha, asegurando que el Sistema Único de Saúde (SUS) siempre disponga de las vacunas más actualizadas, seguras y eficaces aprobadas por Anvisa.

Nuevo enfoque integral y proactivo

Este enfoque integral y proactivo del gobierno brasileño en la lucha contra el COVID-19 resalta la importancia de adaptarse rápidamente a las nuevas amenazas del virus, mientras se asegura el acceso a las mejores herramientas médicas disponibles. Con estas medidas, Brasil continúa su batalla contra la pandemia, protegiendo a sus ciudadanos y liderando con el ejemplo en la respuesta global a este desafío sanitario sin precedentes.

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Con estas medidas, Brasil continúa su batalla contra la pandemia, protegiendo a sus ciudadanos y liderando con el ejemplo en la respuesta global a este desafío sanitario sin precedentes. Ilustración MidJourney

En contraste con el hoy, la actuación de la administración de Jair Bolsonaro durante los años más críticos de la pandemia de COVID-19 en Brasil fue y sigue siendo objeto de intensos debates y análisis. Muchos críticos han señalado una respuesta inicialmente reticente del gobierno a la gravedad de la pandemia, destacando una tendencia a minimizar la crisis y a retrasar la implementación de medidas restrictivas y campañas de vacunación. Esta actitud, según los expertos, contribuyó a un incremento en los casos y las muertes, afectando la capacidad de respuesta del sistema de salud del país.

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Morir por ignorancia

En términos de políticas públicas, el enfoque de Bolsonaro hacia la pandemia a menudo se caracterizó por la polarización y la controversia. En varias ocasiones, el presidente cuestionó la eficacia de las mascarillas y las vacunas, y promovió tratamientos no probados. Esta postura generó desafíos significativos para los funcionarios de salud pública y los expertos que buscaban combatir la propagación del virus con estrategias basadas en evidencia científica.

En cuanto al ranking de muertes en Latinoamérica, Brasil se ubicó consistentemente en los primeros lugares por decesos por COVID-19. El país experimentó uno de los brotes más graves de la región, con un número de muertes que lo situó en el tope de la lista en América Latina y entre los más altos a nivel mundial. Esta situación reflejó los retos enfrentados en la gestión de la crisis sanitaria y el impacto de las políticas gubernamentales durante los años más duros de la pandemia.

 

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